jueves, 26 de julio de 2007

¿REVOCAR EL CONGRESO?

¿Revocar el Congreso?
Lo dicho por el Vicepresidente y el Ministro de Defensa y lo que parece van a decir los paras, nos van a poner a pensar una respuesta.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 11 de mayo de 2007


Llama la atención que el Presidente no reprendió directamente a los Santos por sus declaraciones, que entre otras cosas no dijeron nada raro y que pueden resumirse en que “no son todos los que están” hasta ahora llamados por la corte. Algo que dan por sabido la mayoría de los colombianos. Les dejó el trabajo a los Ministros de Relaciones y Gobierno. El Presidente tiene bien claro que ante la opinión y la Ley una es su situación y otra la de Congresistas que lo han apoyado.En algún momento tenía que pasar lo que ahora pasa. El Gobierno, aún pendiente de decisivos proyectos de Ley, debía tomar distancia de congresistas con líos o inminentes problemas judiciales. Desde ese punto de vista la actitud del Gobierno es apenas natural.Pero otra es la suerte del Congreso. Desde hace bastante está deslegitimado ante la opinión, en la medida en que esta se ha informado de la forma de actuar de muchos Congresistas. No es solo ahora ni son sus vínculos con grupos armados ilegales que se empiezan a conocer. Los continuos escándalos de corrupción, las artimañas de que se valen para hacerse elegir, el incumplimiento a sus electores, la forma en que obtienen recursos para costosas campañas y la compra de votos etc. Nadie más desprestigiado que un congresista. Y tanto es así que quienes quieren tener éxito en política sin” clientela”, se alejan del estereotipo del político que tienen en su mente los ciudadanos.La gente ha votado por sacerdotes, actores, deportistas, discapacitados y otros, buscando encontrar en ellos la honestidad y capacidad que en los políticos “tradicionales” no encuentra. Con seguridad, uno de los factores de éxito en los centros Urbanos del Presidente, y de políticos como Mockus, Peñalosa, Fajardo, Parodi y otros tiene que ver con la distancia que han tomado, del político “típico.”Ese factor quizá pueda explicar el fracaso de políticos “tradicionales” en esas mismas ciudades.La Ley ha establecido los procesos de perdida de investidura para congresistas que resulten comprometidos en actividades ilícitas. Además, las consecuencias penales. Por otra parte, un plebiscito cumpliría la doble función de refrescar o no al Gobierno y revocar un congreso desprestigiado.Para conocer lo que piensan los ciudadanos del Congreso y de los “políticos” no hace falta un plebiscito. Alcanza con revisar alguna encuesta o conversar con cualquier ciudadano. El asunto es que después de la para política el problema no es uno de opinión o credibilidad. Ahora, faltando conocer muchas verdades, debemos considerar que se está volviendo Judicial y que como se observó esta semana a propósito de las transferencias y la conocida pataleta, impide el normal desempeño de las instituciones. Grave. No se encuentran lejos de la realidad y de las necesidades del País en el momento, quienes empiezan a proponer una revocatoria, aprovechando las circunstancias de elecciones en Octubre. Nadie quiere decirlo, pero muchos lo piensan, al interior del mismo Congreso.Considerando los problemas del País, sin embargo, una revocatoria puede ser una solución parcial con chivo expiatorio incorporado. Para la galería. Pero no va a impedir el Narcotráfico, ni le pondrá fin a la violencia, ni va a generar más empleos. Sin embargo, si las cosas siguen como van, podría no quedar otra salida. Para llegar allí, muchos que quieren evitar que se tapen sus delitos y conozca más de su sinvergüencería, habrán puesto su parte. Esta semana, metieron al Gobierno entre “los palos”. A la inmensa mayoría de los colombianos, hace rato.

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