lunes, 31 de agosto de 2009

Terminator, el día del juicio y el futuro

Luis Felipe Carvajal A.

Fri, 08/28/2009 - 07:23 — gralfca

En los 90s, la gente se maravillaba al ver el despliegue de efectos especiales de Terminator 2: the judgment day, cinta en la cual se vuelve a tratar el tema de un apocalipsis causado por una rebelión de máquinas, que cobrando conciencia propia deciden para autoconservarse, liberarse de la humanidad en un arranque frenético de violencia al estilo Hollywood. Sin embargo, siguiendo las tendencias de la tecnología, lo que parecía completamente fantasioso e infactible o tal vez muy distante, parece menos fantasioso y tal vez plausible. Probablemente las máquinas no se comporten como en "Terminator", pero seguramente tendrán que ver mucho más con nosotros a finales del presente siglo.

Las fantasías de antaño se han ido volviendo realidades en el presente. Por ejemplo, en "Viaje a las estrellas" había puertas automáticas que en realidad eran operadas por una persona bien escondida; hoy en día cualquier supermercado grande tiene puertas automáticas. En "Starwars", había seres con partes electromecánicas que reemplazaban miembros reales perdidos en batalla; de acuerdo con Newsweek, soldados estadounidenses han podido reingresar a las filas luego de ser mutilados en alguna sus extremidades inferiores, gracias a prótesis de última tecnología que reemplazan rodilla y tobillo, además, de acuerdo con el "Technology Review", de MIT, se han hecho avances significativos (liderados por Todd Kuiken) para construir prótesis de brazos controladas de manera natural con sus ondas cerebrales - si bien aun algo limitadas - para extremidades superiores, algo muchísimo más avanzado que las prótesis myoeléctricas con que estabamos acostumbrados a maravillarnos.

Las máquinas se han vuelto cada vez más inteligentes y por primera vez, debido al gran avance de la tecnología, se puede considerar en serio la posibilidad de simular un cerebro humano, dejando sobre la mesa los problemas de consciencia, la razón y la ética. En 2007 BBC publicó la noticia de la simulación de un cerebro de rata, con más de 8 millones de neuronas, cada una con más de 8000 sinapsis, que presentaba "signos vitales". Esto es, más de 64E9 conexiones. Un cerebro humano tiene aproximadamente 10E15 synapsis, esto es, una diferencia de 1:150000. Si la tecnología sigue comportandose de acuerdo a la ley de Moore, se necesitará de 31 años (2^(32 - (2009 -2007)/2 ) ) para que los sistemas sean efectivamente capaces de simular un cerebro humano, esto es, hacia el 2040.

Las máqunas se han vuelto cada vez más ágiles y la locomoción ya no está restringida a ruedas. Ejemplos de esto se encuentran fácilmente en los avances de Boston Dynamics con su robo-mule, y en los robots autónomos voladores que se han comenzado a hacer populares en su forma de quad-copteros, o tricopteros, o en Unmanned Aerial Vehicles - vehiculos aéreos no tripulados- fundamentalmente utilizados con propósitos militares, desarrollados por Lockheed y Boeing, que ya son de conocimiento público. Incluso, hay ingeniosos sistemas inspirados en la naturaleza, como aquellas medusas, pinguinos y rayas diseñadas por Festo.

Si unimos estas tendencias, vemos que existe ahora una posibilidad real de construir en este siglo mecanismos capaces de interactuar con nosotros a nuestro mismo nivel o incluso superior. Siempre que pienso en esto, me pregunto por qué. Lo que pasa es que no parece muy razonable que un ser humano quiera crear un ente superior a sí mismo que a la larga lo "reemplace" en esa batalla darwiniana que en el pasado le ganamos al Neanderthal: la supervivencia del más "apto". ( Vale la pena recordar acá que la vía electrónica no es la única que nos amenaza en este aspecto, también existe la vía genética que con la manipulación de genes puede llegar al mismo resultado, pero por ahora nos vamos a restringir a la electrónica ) . Hay varias posibles respuestas, de las cuales ahora me inclino por dos. La primera es que el hombre sea increiblemente estúpido, de lo cual ha dado muestras en la segunda guerra mundial, y en los genocidios de Bosnia y Ruanda, entre otros. La segunda es que la sociedad como un todo, se comporte como un organismo que buscando autoconservarse y reconociendo las debilidades del ser humano, quiera perpetuarse en un "medio" menos efímero que el de las máquinas orgánicas. Es dificil saber ahora la respuesta, hay que esperar; pero si en los proximos 1000 años somos reemplazados por máquinas inorgánicas, los viajes interesterales de nuestros "sucesores" serán factibles y es interesante imaginar que las cosas buenas de nuestra cultura podrán llegar, como decía Kirk "A donde ningún hombre ha llegado

sábado, 29 de agosto de 2009

Comienzo del fin de Chávez?


Por: Luis Carvajal Basto
Quedó claro que Unasur es un proyecto de integración por construir que está poniéndose a prueba. No tiene capacidad para operar, por eso el escenario para cualquier problemática regional es la OEA, como se verá en adelante.

Luego de develar en la cumbre que el problema de fondo es impedir una “estrategia global de los Estados Unidos”, que le resulta tan incómoda como el gobierno de Uribe, Chávez confirma que su posición tiene como primer objetivo distraer la opinión interna de su país, cuando empieza a tener el sol a sus espaldas.

Por los tonos y el orden de las intervenciones en Bariloche quienes esperaban algún tipo de veto a Colombia o un clamoroso respaldo a las aspiraciones de Venezuela, debieron quedar defraudados.

Además de la prudencia de los Presidentes, Colombia dejó en claro que sus acuerdos bilaterales no son negociables con terceros, quedando en la agenda de Unasur el tema del intervencionismo, incluido el de Chávez.

Más allá, vale resaltar las diferencias entre quienes son presentados por muchos como sus aliados incondicionales. El pragmatismo de Lula, Bachelet y García contrasta con la mera retorica de Chávez y Morales.

La declaración final recogió las aspiraciones de Colombia y por ninguna parte el señalamiento a que aspiraba Chávez. Se impuso la armonía y primó, en casi todas las intervenciones, el reconocimiento y respeto a las decisiones soberanas de nuestro país.

Sin que se pueda hablar de ganadores y perdedores, los Venezolanos debieron quedar sorprendidos con las diferencias entre el Chávez que vimos en Bariloche y el que aparece semanalmente en Aló Presidente.

Esa conducta, si se puede llamar mesurada, se explica no solo porque su retórica ya no es bien vista en Chile y Brasil, como se lo expresó el Presidente Lula, sino porque sus circunstancias internas son cada vez peores. En una encuesta realizada la semana anterior el 60% de sus compatriotas relacionan los problemas de Venezuela con su Gobierno.

Inflación, bajos precios del petróleo, falta de diversificación de la economía (9 de cada 10 dólares de sus exportaciones provienen del crudo) pueden más en la opinión ciudadana que su discurso sobre la situación y los problemas internos de Colombia.

Como están las cosas hoy en Venezuela Chávez debería preocuparse menos de su proyecto expansionista y más de los conflictos creados en su propio país. La anunciada ruptura de relaciones con Colombia deberá esperar porque, en este momento o en cualquier otro, sería abrir la caja de los truenos que pondría fin a su proyecto y no el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos.

La inflación ha alcanzado en Venezuela niveles del 31% y en Latinoamérica solo es comparable con la de Nicaragua (21%) y Bolivia (17%).El ALBA es el campeón de la inflación, que en realidad es el peor impuesto a los pobres que el “socialismo del siglo 21” dice defender.

En sana lógica la reunión de Bariloche hace pensar que se viene un periodo de relativa tranquilidad o al menos de distención en las relaciones con los vecinos y que la “licuadora” Chávez –Correa no funcionara en adelante con la misma intensidad.

Colombia ha dado a este asunto un manejo prudente que el Presidente Uribe ha dejado en claro en Bariloche no debe confundirse con debilidad. El acuerdo con Estados Unidos es un hecho y es indiscutible que llevar el tema a la OEA fue la decisión más acertada, al bajar el tono en Unasur y dar inicio a una nueva coyuntura regional.

lunes, 24 de agosto de 2009

¿Defensa de la Constitución o politiquería?

¿Defensa de la Constitución o politiquería?

Por: Luis Carvajal Basto
Cada vez se utiliza más una pretendida defensa de la Constitución para descalificar a quienes tienen una concepción diferente de sus preferencias políticas. ¿Es una visión estática o inmovilista de nuestra carta o su utilización como argumento politiquero en un año preelectoral?

Las Constituciones son actos fundacionales, pactos entre diferentes sectores de la sociedad que la proveen de reglas para su convivencia, progreso y desarrollo. Desde esa óptica debe ser vista y evaluada la de 1991.

La primera pregunta que surge es si logró el consenso de los diferentes sectores de la sociedad. Y la respuesta contundente es no. Además de los sectores políticos tradicionales participaron en ella movimientos que habían empuñado las armas contra el Estado pero, debe decirse, francamente minoritarios, aunque pusieron de moda el terrorismo y los secuestros “políticos”(atentado a Jaime Castro, secuestro de Álvaro Gómez Hurtado etc).

¿Podían sustraerse de un pacto fundacional una acción y unas normas definidas y claras contra el narcotráfico, facultando para ello a las instituciones y dotándolas de herramientas para combatir el principal factor generador de violencia? Claro que se pudo, pero el país ha lamentado las consecuencias. La violencia no se terminó con la expedición de la Constitución ni con la muerte de Escobar. El verdadero auge y la consolidación del narcotráfico, el Paramilitarismo y las FARC (recordar el caguan) se ha producido después de 1991, aunque duela decirlo.

La Constitución recogió los conceptos académicos por entonces de moda en universidades Europeas y bastante del proceso Español luego de la dictadura. Descentralización y participación son manifestaciones de la democracia contemporánea que en Colombia, luego de 18 años, no han encontrado, lamentablemente, los resultados esperados. La participación electoral se ha mantenido en los niveles tradicionales y las asociaciones de vecinos y otras formas de expresión ciudadana, no influyen activamente en las decisiones y la gestión pública.

Por su parte la descentralización redujo competencias y recursos al ejecutivo pero no se los transfirió a los ciudadanos sino a una nueva clase política, muchas veces emparentada con organizaciones criminales, que se apoderó de los presupuestos regionales. Justicia y Paz nos ha permitido saber mucho de la verdad y acerca de quiénes y cómo manejaban los recursos públicos en las entidades territoriales.

No parecía razonable que en el periodo de mayor amenaza para las instituciones en la Historia, se desfragmentara la capacidad del ejecutivo. En ese sentido se orientaron las primeras críticas del ex Presidente López a la nueva Constitución. De más está recordar sus comentarios acerca de las zonas grises de la carta que han permitido los choques de trenes entre las diferentes ramas del poder, observadas inicialmente entre las cortes Constitucional y Suprema, y ahora entre esta el ejecutivo y el legislativo.

La reflexión acerca de que la Constitución es perfectible y sus reformas nos deben dotar de herramientas que permitan a la sociedad y las Instituciones afrontar tantos desafíos, es tan inútil como su evolución conveniente .Pero lo que definitivamente no está bien es su invocación para argumentar posiciones políticas como se viene haciendo.

La defensa de la Constitución quiere colocarse como argumento último para oponerse al referendo. Pero la verdad es que este ha surtido todos los trámites establecidos hasta hoy, con las naturales equivocaciones y traspiés de un proceso inédito que permitiría una segunda reelección del Presidente.

Sin embargo, quienes argumentan defender la Constitución para negarlo, están impidiendo una expresión, tal vez la más importante desde 1991, de participación ciudadana. En la práctica, es negarla con el argumento de defenderla. ¿Qué tal?

sábado, 15 de agosto de 2009

¿Aclaración de La Corte?

¿Aclaración de la Corte?

Por: Luis Carvajal Basto
Con un escueto comunicado la Corte Suprema “aclara” su actuación al llamar a versión libre a 86 Congresistas. El texto deja más dudas que certezas, acerca del rol político que viene jugando el alto tribunal.

En un Estado de Derecho como el nuestro, los límites a los desbordamientos y el necesario equilibrio entre poderes, además del respeto de los fueros, dependen de la Libertad de opinión y los medios Libres.

El comunicado de la Corte parece dirigido a los interesados y a la misma opinión, y no podía ser de otra manera dada la jurisprudencia existente. La sentencia SU -047 DE 1999, por ejemplo, con ponencia del Magistrado Carlos Gaviria (Hoy Presidente del partido al que pertenece el Representante Navas Talero) expresa acerca de la inviolabilidad:

(…)En efecto, lo que precisamente pretende ese mecanismo es que ni los jueces, ni las otras ramas del poder, puedan perseguir ciertos discursos o afirmaciones que si hubieran sido pronunciados por un particular o por otro servidor público, podrían configurar delitos de injuria, calumnia, apología del delito o similares (…)

Pero otra cosa son los efectos prácticos, políticos y el momento en que se produce este llamado a versión libre. Claramente ha generado una reacción de temor que afecta el fuero y la independencia que la Corte misma pareciera reconocer en su comunicado.

En este caso, sin embargo, además de la inviolabilidad del voto que perjudica no a los Congresistas sino al sistema jurídico y político en su conjunto, sentando un precedente nefasto acerca de cómo no interferir en el fuero de otros poderes, interfiriendo, existe otro gran damnificado: la opinión expresa de quienes firmaron por el referendo confiriendo un mandato Constitucional y Legal al Congreso que no ha sido respetado.

Si el precepto según el cual instituciones y personas no deben ser evaluadas por lo que dicen de sí mismos sino por lo que efectivamente hacen, no fuese suficiente para explicar esta conducta de la Corte, habría que decir que se trata de una ratificación de la interpretación, no postura, política que debería, tratándose del poder judicial, reservarse y respetarse a la Corte Constitucional.

La citación a 86 congresistas tiene efectos políticos claros iguales o superiores a la búsqueda de la ocurrencia de un delito, como parece desprenderse del comunicado de la Corte. ¿Cómo se puede calificar la mordaza implícita a los Congresistas y a quienes firmaron el referendo? Aquí no se trata de conductas individuales y habría que modificar la Constitución y la Ley para tipificar como delito colectivo la opinión pública y la del Congreso.

Por otra parte no se pueden considerar como delitos los costos transaccionales en política. En todas las democracias las bancadas intercambian con el ejecutivo asientos en los gabinetes por respaldo a las tareas legislativas. Las políticas públicas las ejecutan delegados de los partidos con mayorías que se constituyen como resultado de la Soberanía Popular y de las transacciones de sus representantes.

Eso es diferente a las prácticas que conocemos como clientelismo y a los delitos individuales en que puedan incurrir las personas. Aquí, sucede que una presunción o posibilidad está socavando los fundamentos del régimen político.

Más que el Estado de Opinión, la opinión pública, las Instituciones y la soberanía popular, existen. Y también los canales para que se expresen. La Corte los está obstruyendo y podrían desbordarse. Por si acaso, la Historia también existe.

jueves, 6 de agosto de 2009

COLOMBIA:ATAJOS CONTRA LA REELECCIÓN

El Congreso: entre la voluntad popular y las marullas

Por: Luis Carvajal Basto
Cabe esperar que este Congreso, en un acto de grandeza e independencia, atienda la solicitud de millones de colombianos por el referendo. Se trata de aprobar una convocatoria para decidir, como se hace en Democracia, y no de “decretar” la reelección del Presidente o de negarla con leguleyadas. El fuero de los congresistas existe.

Lo completamente anormal, en Colombia o en cualquier parte, sería que pudieran más las triquiñuelas y marrullas de aquellos que se oponen o los errores de quienes administraron la recolección de firmas, que la voluntad de los cinco millones de Ciudadanos que firmaron el referendo.

¿Cómo se podría esto justificar en el futuro? Lo del error de redacción es una trampa en que incurrieron los convocantes qué, de hecho, no son voceros autorizados de quienes firmaron. Estos lo hicieron por la reelección de Uribe en 2010 y punto. Eso lo sabemos todos en Colombia.

¿Se puede adjudicar la conducta de quienes administraron los recursos de la recolección de firmas a quienes firmaron? Pues tampoco. Si cometieron acciones dolosas que afronten sus consecuencias, pero no por ello se pueden desconocer los derechos políticos y legales de los solicitantes.

La semana que comienza, la comisión de conciliadores y el Congreso tienen una cita con la opinión y con la Historia. Lo menos que podríamos pedir es que la afrontaran libres de presiones, sin la espada de la Justicia rondando sus cabezas, como resultado de una treta jurídica de algún congresista que representa un partido en minoría. No va a ser así, luego del llamado de la corte, para versión libre a los representantes, lo cual no significa apertura de investigación.

Sin embargo, la existencia de esa indeseable situación no explicaría que el Congreso no conceda a los colombianos la oportunidad de expresarse Libremente, que es, en realidad, lo que está en juego. Hoy es el referendo, mañana puede ser otra expresión de la voluntad popular, el ejercicio de este u otros derechos.

Por otra parte, ya en el terreno político, origen y destino de los representantes, la medida de la corte, puede generar un movimiento contrario al que los opositores de la reelección esperarían: estas decisiones podrían prologar otras que afecten el fuero de los Congresistas y el equilibrio entre las diferentes ramas del poder, convidándolos a apoyarse en el futuro gobierno, luego de constatar la mayoritaria voluntad popular que lo respalda.

El congreso no puede reemplazar a la opinión pero tiene el deber de interpretarla. Una cosa es no estar de acuerdo con la reelección en 2010 y muy otra, eludir sus responsabilidades haciendo caso a argucias que invocan la Constitucionalidad y que deben ser evaluadas, en todo caso, por la Corte Constitucional.

La manera como se ha querido impedir que los ciudadanos se expresen, metiéndole miedo al Congreso y a la gente, nos relata la forma como actuarían, en caso de acceder al gobierno. ¿Porqué no resolver las diferencias políticas a los votos y no de trampa en trampa?,¿ Sienten temor de las mayorías?

¿O será que consideran que las triquiñuelas que usan son “buenas” y los actos de los demás reprochables? Pues ese es el camino de la negación de la Ley y los derechos, el imperio detestable de los “avispados”. Tenemos todavía en Colombia, aunque no recordemos a veces cuánto valen, Instituciones, Leyes, Democracia y medios libres. El Congreso, después de tanto, debe resguardarlas y corresponder a su estatura.

  • Luis Carvajal Basto

sábado, 1 de agosto de 2009

Chávez y Correa contra Colombia: lo que está en juego

Chávez y Correa contra Colombia: lo que está en juego

Por: Luis Carvajal Basto
Más allá de la interferencia en la política Colombiana, la ofensiva de estos gobiernos quiere cambiar las reglas de juego en América Latina. Para empezar, el foro natural no es Unasur sino la OEA.

Las restricciones de los gobiernos de Chávez y Correa a las exportaciones Colombianas buscan crear en Colombia un clima adverso para la continuidad de las políticas de Uribe en vísperas de las elecciones Presidenciales. Esperan reacciones de empresarios y trabajadores. Quieren ponernos Presidente.

Juzgan equivocadamente a los colombianos. En lugar de eso, Uribe mantiene su imagen positiva cerca del 80% en una encuesta publicada el 30 de julio y, de no ser por las interpretaciones exegéticas y acomodadas a la pregunta que promovió el referendo para su reelección y si el Presidente lo quisiera, esta sería un hecho cumplido.
Pero ese no es el problema de fondo y lo que está planteado en Latinoamérica, frente a Chávez y sus amigos, es la disyuntiva entre Democracia y un autoritarismo populista solapado, que alguien, en algún momento, debe detener al menor costo posible para nuestros pueblos.

La manera en que Chávez dispone del petróleo y los dólares de los venezolanos, no sería aceptada jamás en Colombia o cualquier país democrático. Menos, que se haga a costas de deuda (se incrementó en el último año en un 50%) y ventas futuras de sus recursos energéticos .Es un “socialismo” al debe, que será pagado por las futuras generaciones de venezolanos, quienes heredaran un patrimonio negativo.

Para ello, y ante el fracaso de su propuesta de cambio constitucional en 2007, gobierna con decretos que tienen fuerza de Ley. Recientemente profesores universitarios y decanos de su país, le recordaron que Venezuela es un Estado de Derecho, todavía. El chantaje a los medios, luego del cierre de rctv, quiere ser apuntalado con una “Ley especial contra delitos mediáticos” que busca silenciar las divergencias.

Chávez, aparte de los recursos públicos presentes y futuros, dispone a discreción de las reservas con las que manipula a importadores, empresarios y a todo el que se le oponga. Soportado en el discurso obsoleto y para ingenuos, de una balanza comercial deficitaria con Colombia, cierra fronteras, amenaza con tanques y aviones en los que ha gastado millones, trae la armada Rusa a patrullar el Caribe, pero pone el grito en el cielo si firmamos un convenio con una democracia vecina y amiga. ¿Si eso no es entrometerse en los asuntos de Colombia entonces qué es?

Pero es lo que ha venido haciendo en Latinoamérica con una diplomacia que combina petróleo barato y discursos más baratos. ¿Será por eso que se autoproclama liberador de los pobres? Está garantizado: mantendrá a los menos favorecidos de su país en la misma condición por décadas y para ello arrasó con la libre empresa, la diversificación de la producción, la seguridad jurídica y la inversión y ahora quiere exportar el modelo de semejante fracaso. No, gracias, pasamos.

Los Presidentes Bachelet y Lula han asumido la misión de llevar a Unasur la discusión acerca de los efectos del tratado entre Colombia y los Estados Unidos. Deberían hacer lo propio ante la OEA, llevando también los que tendrá la carrera armamentista de Chávez y sus tratados con Rusia, que incluyen energía nuclear y miedo, al estilo de Irán, y su intromisión, ya insoportable, en toda América.

De no ser así darían la impresión de que a cambio de petróleo barato están haciendo un mandado a un Presidente que podría transformar su verbo incendiario en un incendio de verdad y del que nadie, empezando por sus conciudadanos, evitaría salir damnificado.

  • Luis Carvajal Basto