jueves, 26 de julio de 2007

LO QUE DIJO BILL GATES

Lo que dijo Bill Gates
“...tiende a comportarse como un gurú de la nueva sociedad y un visionario de la tecnología y sus usos aplicados”: Juan Luis Cebrián
Luis Carvajal Basto

El Espectador
lunes, 26 de marzo de 2007


No se demoró ni dijo mucho. Pero el tipo que ha tenido tanta influencia en que ahora vivamos de otra manera los habitantes del planeta, con lo poco que le escuchamos nos puso a pensar en asuntos diferentes a la parapolítica. Por ejemplo, en que no somos ya un país tan parroquial como muchos creíamos, en que todas las actividades del hombre dependen hoy de la tecnología y en que nuestro futuro como nación tiene que ver con la capacidad de relacionarnos con ella para lo cual hay que cambiar, entre otras cosas, mucho de nuestro sistema educativo.
La sociedad del conocimiento tiene una infraestructura propia basada en internet. La red es también autopista de la formación y como tal debe ser utilizada, disfrutada y aceptada. Mientras muchos gobiernos locales sacan pecho porque construyen aulas con pupitres, Gates nos recordó que el cemento no enseña. Y que la infraestructura educativa ahora tiene más que ver con formación de docentes, software, énfasis en ingenierías y ciencias aplicadas, matemáticas e idiomas.
La pregunta es obvia: ¿en qué estamos? Y la respuesta no es tan desconsoladora como se podría pensar. Programas gubernamentales que ya tienen varios años, como Compartel 1 y 2, los de bilingüismo e informática que han sido banderas en el Ministerio de Educación, las experiencias del Sena y fundamentalmente la Unad, y la rebaja en el IVA a los computadores hacen que el futuro no sea desesperanzador.
Existen unas bases para empezar una reforma de fondo que adecue nuestro sistema educativo a las necesidades de una sociedad que es bien diferente, también en su estructura productiva y de negocios, al modelo Fordista que inspiró, hace más de 90 años, los pilares conceptuales del sistema educativo que hasta hoy hemos tenido. Debemos entender que los paradigmas cambiaron.
No necesitamos ser gurús, como Gates, para saber en qué estamos, para dónde vamos y en qué se deben colocar los énfasis y los recursos públicos. La conectividad en instituciones públicas y en los hogares, debe convertirse en la primera meta de un sector educativo que se acerca cada vez más al de comunicaciones. De hecho, eso amerita utilizar de inmediato las posibilidades que ya ofrece la banda ancha en redes inalámbricas como wimax.
Las secretarías departamentales de educación y los gobiernos municipales deben invertir sus recursos en ello y ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de conectarse desde cualquier parte a la red. Algunos municipios ya lo hacen. El dinero de las regalías, por ejemplo, debe dedicarse en parte a ello, en lugar de “construir” obras inconclusas y un tipo de aulas que en unos pocos años serán obsoletas, si es que ya no lo son. Ahí está ya disponible el modelo de la Unad, que debe ser rápidamente replicado en toda la oferta de educación superior que ofrece el Estado.
Por estos días se discute el plan decenal de educación, el cual es un interesante ejercicio democrático. Valdría la pena que los Ministerios de Comunicaciones y Educación incluyan el concepto de convergencia en los servicios de telecomunicaciones en el plan y sus efectos en la educación. Entidades externas como Fedesarrollo, Microsoft y la Rand Corporation, además de los empresarios, exportadores y gobiernos, pueden asesorar al Gobierno Nacional. Mientras tanto resulta indispensable la creación de una Unidad Coordinadora especial que fusione los temas de educación y telecomunicaciones, incluyendo la radio y televisión oficiales, en un gran ente que se preocupe por hacer los grandes planes y ver por su ejecución. Incluyendo la asesoría para la utilización de los recursos por parte del Gobierno Nacional y los gobiernos departamentales y locales.

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