lunes, 25 de octubre de 2010

El “Partido” de la corrupción


Por: Luis Carvajal Basto
Si algo ha demostrado el escándalo de los carruseles en Bogotá es que los corruptos están en todos los partidos y que las ideologías le han cedido el paso a las chequeras de los dineros robados en el ejercicio de la política.

Hizo muy bien el doctor Juan Lozano, presidente del Partido de la U, al confrontar a sus concejales y llevarlos a retirar el apoyo político a la administración del Polo en Bogotá, lo cual era un adefesio inexplicable si se tiene en cuenta que en el imaginario popular, ese que vota, aparecían como rivales.

En esta sacada de trapos entre corruptos en que, al decir del señor Nulle, ”los que no pagábamos anticipos, comisiones y extorsiones nos quedábamos sin contratos", no ha quedado casi nadie indemne, comenzando por el Polo que se va quedando con el pecado y sin el género, en cuanto dirigentes históricos como Petro denuncian los resultados de la administración actual que ellos auparon, como la de Garzón quien en esto ha guardado un extraño silencio, dada su habitual locuacidad.

Otro tanto se puede decir del Liberalismo oficialista que, habiendo hecho parte de la coalición y las administraciones del Polo por seis años ,por debajo de la mesa, sale con que “en esto nada tiene que ver el Liberalismo”, olvidando, por ejemplo, que su respaldo a la candidatura de Garzón fue decisivo para que el Polo ganara las elecciones comenzando el proceso que hoy conocemos y que el representante Molano, con quien comenzó este episodio, fungía como dirigente del Liberalismo en Bogotá y promotor de la candidatura Presidencial del Doctor Pardo, sin que el Partido se pronuncie hasta hoy sobre su conducta.

La magnitud de lo denunciado trasciende el escenario político y llegado al Penal, dado que se trata de Ladrones de cuello blanco y Mayúscula. El Fiscal general ha expresado que por lo denunciado por el señor Nulle debe rastrear desde la administración Garzón. Los ciudadanos esperamos que cumpla y tenga en cuenta que fue el mismo Garzón en cuya administración se escogió como “contralor” quien fuera antes gerente de sus campañas, el mismo de los apartamentos en Miami. ¿Ejercería sus funciones?

En esta ocasión también se observa la manera en que las conductas mafiosas, tratando de enlodar a los demás para hacer aparecer las propias como mal menor, han permeado la política. Meter en el mismo saco al gobierno Nacional no exculpa a unos u otros de sus responsabilidades. La presentación del alcalde Moreno el pasado viernes fue un saludo a la Bandera. No dijo más que vaguedades, pero fue preciso al comenzar con la frase “…el ex Presidente Uribe y yo…”.

¿Se trata de una puja por las venideras elecciones de Alcalde en que precandidatos como el Concejal Galán y el mismo Petro tratan de adquirir protagonismo mediático? No señor. Se trata de ladrones que deben ejercer con su “Partido”, el de los corruptos, no en el escenario de la democracia sino en el reclusorio.

  • Luis Carvajal Basto

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Uribe, alcalde?


Por: Luis Carvajal Basto
En medio de una tormenta política y jurídica que involucra a cercanos colaboradores, el ex presidente agita el ambiente político buscando consolidar su movimiento para elegir alcaldes y gobernadores en las próximas elecciones regionales y preparar las presidenciales de 2014. Sin embargo una aspiración a la Alcaldía de Bogotá, sin duda exitosa si las elecciones fueran hoy de acuerdo con su imagen en las encuestas, podría terminar prematuramente con la unidad de la coalición del Presidente Santos.

No cabe duda que, de no ocurrir un milagro, el Polo será relevado en la administración de Bogotá y que ni el Liberalismo oficialista, ni el Conservatismo ni Cambio Radical, miembros de la coalición de gobierno, tienen un candidato suficientemente fuerte.

Se habla de una consulta interpartidista entre los Verdes, Cambio Radical e incluso el actual oficialismo Liberal para escrutar un candidato opcionado. También, que la U postularía a Oscar Iván Zuluaga, buscando un “peso pesado”.

No se sabe si los amigos del Presidente Uribe estén promoviendo a Zuluaga, a quien no conocen en Bogotá, para “quemarlo”, correspondiendo a Uribe recuperar la Alcaldía o al contrario. En cualquier caso están generando gran desconcierto en la propia coalición.

El director del Conservatismo, por ejemplo, ha expresado recientemente que el ex Presidente es de la U y sus reuniones con el Conservatismo no tienen carácter Institucional etc. Si no está propiamente partiendo cobijas por lo menos lo parece, lo cual resulta increíble tratándose de su ex Jefe quien además lo liberó haciéndole Ministro. Pero su actitud da una idea del tono de la actual situación. Ni hablar de la opinión del oficialismo Liberal y Cambio Radical, miembros de la coalición que ya tienen pre candidatos.

El asunto se complica al considerar que el ex asesor Presidencial José Obdulio Gaviria, quien mejor interpreta los silencios del ex Presidente, hace pocos días descartó una candidatura de Uribe a la Alcaldía.

Pero el ex Presidente ha comenzado a hablar de una “cirugía burocrática” para Bogotá, posicionando un discurso que retoma el camino de las reformas institucionales. ¿Será para catapultar al bogotanamente ignoto Zuluaga? Porque como argumento político no hace falta para deslegitimar al Polo que, con los escándalos de los carruseles y el trancón, ha hecho esa gestión por cuenta propia.

El voto en Bogotá para alcalde es de opinión y poco tiene que ver con maquinarias. Uribe tiene gran aceptación y sigue marcando alto en las encuestas, pero su candidatura a la Alcaldía desvirtuaría su dimensión y gestiones nacionales, anticipando una ruptura en la actual coalición de Gobierno. ¿Estará dispuesto a asumir esos costos, añadidos a los que le han correspondido por actuaciones de sus subalternos?

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Qué ocurre con la Ley de regalías?


Por: Luis Carvajal Basto
Difícil de explicar el ausentismo en el congreso para no votar la Ley de regalías. Ni el recelo público entre los diferentes sectores de la nueva coalición o la falta de atención a las requisiciones naturales de los congresistas explican esa actitud, claramente deliberada y práctica parlamentaria conocida.

Se dice en la calle que el Uribismo puro y duro le quiere “medir el aceite” al Ministro del Interior y está inconforme con el protagonismo adquirido por el recién llegado Liberalismo oficial y Cambio Radical que, según esas voces, hace poco cuestionaban al mismo Santos. La reunión en palacio con la U y las declaraciones de Armando Benedetti reclamando las mayorías de su partido, confirmarían que el ausentismo no fue más que una notificación a Vargas Lleras y al propio Presidente.

Pero hay más. La de regalías es probablemente la Ley de más complejo trámite en la actual agenda por la diversidad de intereses económicos y regionales que confluyen. Gobernadores y Alcaldes disponen de los presupuestos, pero en momentos como este deben hacer Lobby en el congreso y atender también solicitudes de los congresistas.

La ley responde a un criterio sano de redistribución regional y social entendiendo que las riquezas del subsuelo son de todos los colombianos. Los pobres de departamentos no productores, como el Chocó, se verán beneficiados sin que los de departamentos productores se vean afectados. Ello es posible por múltiples circunstancias, entre ellas volúmenes y precios esperados y porque el “gana -gana” es un concepto matemático y económico demostrable, como lo ha hecho el gobierno al proyectar los ingresos hasta 2012.

Estas razones no han sido suficientes para convencer a Gobernadores y Alcaldes que verán temporalmente menguada su capacidad de ejecución de gasto, y su influencia genera distorsiones en el Congreso, por lo que resulta simplista atribuir el ausentismo a falta de gestión por parte del Gobierno. Algunos han querido definir este momento como de deslinde entre Uribe y Santos, pero ello no es así en cuanto el gobierno no expresa una agenda política diferente, al menos frente a las próximas elecciones regionales.

La silla vacía es una figura que hemos encontrado los colombianos para castigar la ineficiencia de los Partidos frente a actuaciones dolosas de los congresistas. Resulta por lo menos paradójico que estos la utilicen ahora para enviar mensajes al ejecutivo. No tiene tanta credibilidad este congreso, ni siquiera comparado con el desastre del anterior, para gastarla en conductas que el País no entendería.

Posdata:

Los Liberales del mundo estamos felices con el Nobel a Vargas Llosa quien en el mundillo “mamerto” de los 70s fue capaz de reivindicar la utopía de Libertad y dignidad, de manera consistente y defender las propias, incluso a trompadas y con puntería, como lo testimonia el ojo de García Márquez en la foto recién publicada.

lunes, 4 de octubre de 2010

El desbarajuste de Bogotá


Por: Luis Carvajal Basto
La capital afronta un momento de caos observable en sus trancones, pero una mirada a lo que ocurre en su órgano de control político, el concejo, puede explicar la manera en que pudimos llegar hasta aqui.

La ciudad es invivible. Desplazarse por ella se ha convertido en un acto casi heroico. Obras que nunca se terminan, trabajadores y máquinas paralizados, comerciantes quebrados y ciudadanos al borde del desespero, como ocurrió la semana anterior en la calle 94 cuando un irracional trancón estuvo a punto de convertirse en protesta cívica.

Si no fuera porque se han revelado hechos inéditos en la política de la capital, cualquiera pensaría que la responsabilidad es imputable exclusivamente a inexpertos e “invisibles” contratistas que hace pocos años no existían y de un tiempo a hoy se han convertido en exclusivos “dueños” del presupuesto público.

Pero el asunto no es tan sencillo y empieza a tener repercusiones en la política Nacional luego de conocerse serias denuncias, que no han sido aclaradas, según las cuales concejales de la U cogobiernan con el Polo, de manera vergonzante, por debajo de la mesa. Es decir, tienen puestos y contratos pero no responsabilidad en el desorden y mucho menos intenciones de ejercer control político sobre la administración.

Si añadimos al descrito episodio otros recientes como los vínculos no explicados del pintoresco personero, quien dice que los trancones no existen, con DMG, o la denuncia de Caracol sobre una conversación que compromete al contralor en hechos de corrupción, entenderemos mejor las razones del actual desbarajuste en un momento en que arrancó la campaña para Alcaldía.

Personero, Contralor y Concejo deben representar a los ciudadanos ejerciendo control sobre la administración. Si ello no ocurre así el entramado institucional no funciona; si lo denunciado es real, como parece, estamos ante una tenaza siniestra. ¿Quien la controlará?

Corresponde inicialmente al Presidente de la U, Doctor Juan Lozano, pronta y claramente, explicar si su partido participa en la administración de Bogotá, y si sus concejales tienen franquicia especial para obrar en contrario de las directrices nacionales. Eso aclararía un poco este oscuro panorama, con tendencia a complicarse a medida que se acercan las elecciones regionales.

¿En qué momento Bogotá dejó de ser una capital modelo, con estatuto propio, finanzas recuperadas, una ciudad posible, después de Jaime Castro, comparada con los carruseles y etcéteras que ahora observamos? Podría decirse que en la Administración Garzón, en la que el contralor fue el mismo gerente de sus campañas políticas, pero ello no es posible porque Garzón tampoco es responsable por lo que haga el Polo. Al fin y al cabo ahora es el líder de los Verdes.