jueves, 26 de julio de 2007

EL BESO DE PIEDAD

Instalación del Congreso
El beso de Piedad
Es poco lo que se puede decir del inicio de sesiones del Congreso. El protagonismo corrió por cuenta de la Presidenta saliente, quien lloró, y de Piedad Córdoba, quien abrazó y besó al Presidente. ¿Beso de Judas? ¿Quién lo sabrá?
Luis Carvajal Basto

El Espectador
lunes, 23 de julio de 2007


El acto se inició con un balance pobre de un Congreso más pobre, en el cual Dilian Francisca Toro se refirió al compromiso que cree haber cumplido con los compatriotas del Pacífico. No dijo nada de sus colegas detenidos y sindicados, pero lloró. Seguramente al recordarlos. Es apreciable ese acto genuino de sensibilidad. Pero ellos hubiesen preferido una manifestación de solidaridad y nosotros, los colombianos no congresistas, un balance más profundo de lo que el anterior Congreso no hizo. Que fue mucho más de lo que hizo, es decir, tratar de negociar la Gobernabilidad.
Dos cosas quedan claras en este inicio de sesiones: que se siguen cumpliendo los compromisos al interior de la coalición de Gobierno, al menos, en la elección de mesas directivas. Pero eso en una coalición que como muchos matrimonios está pegada con babas, no se debe tanto al liderazgo de los partidos, como al del Presidente, que mantiene el equilibrio a pesar de la ruptura en la U (¿alguna vez un partido?) y la anarquía de los movimientos minoritarios.
La otra, que no se entiende la laxitud del Gobierno en la anterior legislatura, la cual lo dejó hipotecado con las nuevas condiciones de la moción de Censura. El primer round en esas nuevas condiciones, se verá al momento de ratificar, o no, los innumerables e impagables micos incluidos en el Plan de Desarrollo.
Uribe no improvisó y presentó las conocidas cifras que respaldan y explican su proyecto político. En un discurso dirigido más a los empresarios que a los congresistas, se ratificó en los fundamentos de la Seguridad Democrática y en la necesidad de mantener las condiciones que permiten la “confianza inversionista”, como variable fundamental para el crecimiento. Se preocupó por crear un ambiente favorable a las enmiendas al TLC y se ratificó en que no habrá despeje.
Su planteamiento de otorgar prioridad a la erradicación manual sobre las fumigaciones, es un mensaje, tal vez el único, a la comunidad internacional y más precisamente al congreso norteamericano: sin importar la magnitud de la ayuda de ese país, seguirá en la cruzada contra el narcotráfico.
Merece la atención lo que no dijo: no habló de problemas como la revaluación y los efectos de los aumentos de las tasas de interés en el desempeño futuro y las expectativas de la economía; en lo que espera del congreso norteamericano con relación al TLC; el proceso de paz con el Eln y los desarrollos de Justicia y Paz.
Deja la impresión, a pesar de la dura y apenas natural condena, que con las Farc no abre ninguna puerta, pero tampoco la cierra. Da por sentado que la cerraron ellos. Todo esto por una razón elemental en el ejercicio del Gobierno: son temas sobre los cuales no quiere compromisos que lo condicionen para tomar decisiones, sobre ellos quiere mantener una agenda abierta que le permita maniobrar.
Luego de este breve registro, lo más desconcertante de este acto de instalación del Congreso, fue la actitud de la senadora Piedad Córdoba, al abrazar y besar al Presidente. Se sabe que lo cortés no quita lo valiente, pero no se puede olvidar que a ese mismo Uribe y su Gobierno los ha denunciado en foros internacionales por hechos no probados, afectando la institucionalidad, al calor de los “debates” de Petro y seguramente para no quedarse atrás.
Ella, tan combativa, tan “frentera”, tan “siempreviva”, como se dice que es, en un acto infinito de melosería. ¿Será que ha renunciado a su controvertido estilo? ¿Se avecinan nuevos vientos en la relación con Uribe? ¿Ha recibido información que desvirtúa lo que antes pregonaba? ¿O será solo por llamar la atención? ¿Quién sabe? Definitivamente lo único previsible de ella es su turbante.

PRESIDENTE: DEBE SER UN LIBERAL

En la Corte Constitucional
Presidente: debe ser un liberal
Cumpliendo el mandato Constitucional, el Senado, sí, este Senado cuestionado por la opinión y muchos de sus integrantes por la misma Justicia, debe elegir un nuevo magistrado de la Corte Constitucional, en un momento decisivo para nuestra estabilidad como Nación.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
jueves, 19 de julio de 2007


Nadie dirá que será escogido por el respaldo político que tenga, sino por sus cualidades como académico o profesional. Pero es así. Entre otras cosas porque lo dispuso la Constitución en el artículo 239.
El Senado es un organismo político. Tal vez el más. Con unas bancadas que funcionan a conveniencia porque la Ley que las reglamenta, a pesar de los esfuerzos de la misma Corte, contiene una objeción de conciencia que la convierten en “un saludo a la Bandera”, como se demostró al final de la pasada legislatura. Debo decir que los principios que fundamentan el que sea el Senado, son completamente razonables. Los asuntos Constitucionales son políticos. Ni más faltaba, aunque duela que sea este Senado al cual no le ganan en desprestigio sino la guerrilla y los paramilitares, como han demostrado las más recientes encuestas.
Eso nos deja en manos de la coalición que tiene las mayorías, es decir, en manos del Gobierno, es decir, del Presidente Uribe que también es nominador y quien tiene la obligación de acertar, más que nunca. Se trata, como siempre, en principio de las condiciones que se dan por descontado y que fijan la Constitución y la Ley.
Además, las de credibilidad que exige el momento político y la opinión pública interna e internacional. También, las regionales y las de género. Pero no nos digamos mentiras, serán definitivas las políticas. Cualquier Presidente, en cualquier país, trataría de nominar al más competente, capaz y honesto, que simultáneamente fuera capaz de interpretar el periodo complejo y de amenazas a la gobernabilidad que el país atraviesa. En eso debe estar pensando Uribe. Ni más faltaba. No creo que nomine y su coalición escoja a uno de sus contradictores a ultranza. Ni ellos lo harían si tuvieran la oportunidad. Aunque digan lo contrario. Cosas de la política.
Uribe, experto en imponer agendas y sorprender, pareciera comprometido a nominar un candidato de origen conservador. Así lo ha pregonado la dirigencia de ese Partido. No sé si en las filas conservadoras existan tan buenos abogados y constitucionalistas, como dirigentes políticos con la capacidad de cambiar de opinión y dejarse llevar por las rabietas del ex presidente Pastrana, o más bien con el lúcido pragmatismo de líderes como Carlos Holguín, o académicos ilustres con experiencia en gestión pública, como Augusto Ramírez Ocampo, o constitucionalistas reputados, como Hernando Yépez. Uribe, en cuyos hombros reposa la confianza de la Nación, no puede equivocarse ni correr riesgos innecesarios.
Por eso, el Presidente debería mirar hacia candidatos que tengan antecedentes en su partido de origen, el Liberal, del cual jamás ha renegado. Allí no ha encontrado una oposición irreflexiva ni desconoce que muchos de quienes votaron por él, tal vez la mayoría, son liberales, aunque no estén carnetizados. Encontrará académicos con experiencia en diferentes ramas del Derecho, como lo permite la norma, e intachables antecedentes. Nombres como los de Juan Carlos Esguerra, LilIan Suárez Melo, Miguel González, Juan Manuel Charry, Gustavo Zafra, entre otros, son prenda de garantía y objetividad indiscutibles.
La postulación de cualquiera de estos nombres daría confianza plena y tranquilidad a los colombianos y le quitaría el tufillo de politiquería que tiene la pretensión conservadora. Pero también haría justicia con los antecedentes académicos de sus antiguos copartidarios, enviando el mensaje de independencia y grandeza que todos esperamos, Presidente.

ESTAS ENCUESTAS

Estas encuestas...
El bajón de Uribe y la de Alcaldía en Bogotá, a tres meses de las elecciones regionales.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
lunes, 16 de julio de 2007


Este fin de semana fuimos “sorprendidos” con los resultados de las más recientes encuestas cuyos principales hallazgos son la caída de la imagen de Uribe a niveles del 65% y el “foto finish” que se necesitaría en Bogotá para escoger Alcalde. En este último caso, se registra un empate técnico, pues es inferior la diferencia al margen de error de la encuesta. Valen la pena unas observaciones primero metodológicas y luego políticas.
Una encuesta correctamente diseñada y aplicada es infalible. El “error” de la que pronosticó el triunfo de María Emma sobre Samuel, está claramente en el diseño, que no tomó en cuenta el carácter cerrado de la consulta. El empate de ahora entre Peñalosa y Samuel es perfectamente creíble. El asunto es que estamos a tres meses de la elección y está por verse quien puede sacar ventaja. Lo que si queda claro es que no la va a tener tan fácil Peñalosa, como se creía. Por lo pronto, su negativo en imagen es más grande que el de Samuel. Ese es un boquete por donde se van a meter los asesores de campaña.
La que mide la caída de Uribe han dicho algunos que no es objetiva porque la muestra se refiere solamente a las principales ciudades. Objeción que no vale porque los resultados fueron comparados con idénticas poblaciones. La encuesta vale. Además sirve para identificar los factores que ocasionaron la caída, que entre otras cosas ya se había presentado, recuperándose Uribe.
Me atrevo a decir que detrás del rótulo “orden público” está el contrasentido que representó para la opinión la liberación de Granda y otros guerrilleros frente al asesinato de los 11 diputados. Es decir que las declaraciones de Sarkozy y el G8 no fueron registradas por la opinión dentro del país. En ese punto específico el costo que pagó el Gobierno fue superior a lo que obtuvo, dice la encuesta.
Otra cosa es que ese costo estuviera calculado como parte de una estrategia global de opinión y comunicaciones y que incluiría el efecto sobre el desgaste ocasionado por la parapolítica. Francamente no creo que el equipo de Gobierno tenga ese nivel de refinamiento y experticia. Si algo ha mostrado esta crisis es que los hechos le habían empezado a tomar ventaja a las estrategias de opinión del Gobierno. Incluso ahora Uribe se pone más duro con las Farc, pero después de los resultados de la encuesta. La aprobación al tratamiento a la guerrilla bajó del 65 al 53%.Y doce puntos, son un jurgo.
Se han señalado otros factores como la no prorroga del TLC y el aumento de las tasas de interés, para explicar el bajonazo. No creo, porque en ambos casos sus efectos no se han sentido. Tampoco que minen la confianza y la expectativa inversionista, todavía. En todo caso y si así fuera, los índices de crecimiento, tan positivos, amortiguarían el efecto negativo.
Llamaron la atención otros tres hallazgos de la encuesta. Que el negativo de Uribe nunca se había trepado hasta el 27% y que deben estar trabajando duro en Palacio para que no se vuelva una tendencia; que detrás de los paramilitares y la guerrilla, el Congreso es la entidad más detestada por la opinión; y, por último, que se empieza a ver más claro el abanico de candidatos en 2010. Garzon será el del Polo y si las elecciones fueran hoy, nuestro ahora callado y prudente Vicepresidente, el de la coalición Uribista, si no es el mismo Uribe. Ah, y que el Liberalismo no tiene un candidato que suba del 40% en positivo. El último, Serpa, no fue medido. Que vaina. Estas encuestas…

MI ALFONSO LÓPEZ

Mi Alfonso López
Independencia, carácter o talante, visión histórica, algo de herejía, sentido social, una aguda inteligencia y su devoción por el Liberalismo, son parte del legado de uno de los colombianos mas importantes del siglo 20.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
miércoles, 11 de julio de 2007


Mis primeros recuerdos de López tiene que ver con el MRL del cual mi padre fue activo militante. Le vi por primera vez en la calle 11 de Bogotá en nuestro campero, iniciando una gira por la Presidencia. Entonces, contrariando las decisiones de su padre, protestó contra la alternación bipartidista y habló de socialismo con autoridad, desde el Liberalismo.
Del MRL recuerdo su línea blanda, cercana a la ortodoxia liberal y dura, influenciada por la Revolución Cubana que entonces descrestaba a muchos intelectuales colombianos. López, pragmático, dejó su testimonio, pero aceptó el Ministerio de Relaciones y luego la Gobernación del Cesar. Ese pragmatismo no cayó bien en su militancia, pero le abrió el camino y le dio la experiencia pública necesaria para llegar a la Presidencia.
De su gobierno, del mandato, claro recuerdo dos hechos que serán inolvidables para todos: El nombramiento por primera vez de una mujer como Ministra, nuestra querida María Helena de Crovo y el cumplimiento de su promesa según la cual en los 100 primeros días los matrimonios católicos podrían obtener el divorcio otorgado por la Ley civil. De esa campaña, la consigna de “López es el Pollo” nos mostró su rostro vallenato.
Entre otras cosas, es a López a quien se debe la aceptación del Vallenato en Bogotá de la clase media para arriba. Antes de su Gobernación del Cesar, los bogotanos sabíamos de vallenato por un programa que hacía Carlos Arturo Melo en directo, por Radio Juventud los domingos a la una. Después de López, pudo ser lo que ahora es.
López también es responsable del legado socialista del Liberalismo. Fue él quien propició la afiliación de nuestro Partido a la internacional socialista. Patrocinador del Instituto de Estudios Liberales, IEL, con el ex presidente Samper, se preocupó de que los jóvenes liberales tuviéramos un sitio de encuentro que sirviera al partido como tanque de pensar.
Fue él, también, quien dio los primeros pasos para que el Partido adquiriera una solidez institucional con unos estatutos renovados. A López debemos, entre muchas cosas, la compra de la casa de la calle 36 que le dio al Partido una necesaria estabilidad e imagen institucional.
De su dimensión como estadista quisiera recordar dos hechos. Su papel fundamental en El tratado Torrijos-Carter que devolvió a los panameños la soberanía sobre el canal. Poco conocido es, sin embargo, que ese Tratado también protegió los intereses de Colombia. La capacidad de conciliar intereses demostrada por López en ese asunto, puede ser la mejor aplicación de una teoría con fundamentos matemáticos, la de las ventajas comparativas de David Ricardo, a las Relaciones Internacionales.
El otro hecho es que aún sobre los 90 años y “retirado” de la vida pública, su preocupación por la suerte de sus congéneres, en especial los más pobres, se mantenía intacta. Estaba encantado con el impacto que en los precios de los alimentos tendría la llamada Revolución transgénica que según él permitiría producir mas calorías a menores costos.
De sus últimas opiniones en asuntos públicos quiero dejar testimonio de la solidaridad incansable demostrada con los familiares de los secuestrados en poder de las Farc, en busca de un acuerdo humanitario y de su percepción según la cual el Liberalismo debería superar el debate entre uribistas y anti uribistas, recuperar la unidad y el poder como Partido. Y su declaración después del 28 de mayo pasado según la cual Uribe se había convertido en el Liberal más votado, aún como disidente del Oficialismo.
Para terminar esta breve evocación de López quiero recordar una anécdota que refleja su talante y personalidad. En abril de 2005 organizamos la última cumbre de ex presidentes y dirigentes liberales en el Hotel La Fontana. Después de mucho, por última vez, asistieron a un encuentro liberal los ex presidentes López, Turbay, Gaviria y Samper.
El asunto es que al llegar el ex presidente Turbay, López se alejó y miró para otro lado. Eran conocidas sus diferencias por el “Uribismo” de Turbay no compartido por López en ese momento, que revivió sus viejas pugnas políticas. No lo quería saludar. Turbay, más afable, estaba dispuesto y se dirigió a López quien, finalmente, le extendió la mano, pero no le dirigió la palabra.
A la hora del almuerzo, sentados con las señoras en una pequeña mesa, López mantuvo su distancia y se dedicó a conversar sobre el potencial de nuestro Llano. Turbay, incomodo con la situación, abrió su propia conversación sobre Juan Pablo Segundo y su experiencia como Embajador en Roma. Fue la última vez que se encontraron estos dos gigantes del Liberalismo vivos.
Es así por que López, con Hidalguía y solidaridad, acompañó a Turbay en su último viaje. Nos deja mucho, Presidente López. Su ejemplo y su talante, ese, propio de los Liberales. Para nuestro provecho y el de las generaciones que vendrán, se mantendrán vivos y vigentes para siempre.

ENTRE PEÑALOSA Y SAMUEL

Entre Peñalosa y Samuel
Otra vez el Liberalismo definirá la Alcaldía entre dos candidatos con arraigo popular y antecedentes liberales.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
lunes, 09 de julio de 2007


Las consultas del pasado domingo para escoger candidatos a cargos de elección mostraron la pereza de los electores frente a ese tipo de mecanismos. Tiene que ver con factores como la ausencia de competencia y características de nuestra cultura política, por investigar. Los 36.000 millones que costaron, frente a la baja participación, nos hace pensar que la ley puede reglamentar mejor estas consultas a través de encuestas menos costosas e igual de eficientes, como está demostrado.
Más allá de ese aspecto “técnico” están dos importantes hechos políticos para registrar. La gran presencia conservadora con candidatos en muchos municipios revela un trabajo importante en las bases por parte de la dirección de ese Partido, que se gasta bien los recursos que le gira la organización electoral. Y lo ocurrido en Bogotá con Samuel ganando la consulta del Polo, que pone “caliente” la elección de Alcalde, mucho más que si hubiese ganado María Emma. Veamos por qué.
Samuel es un candidatazo no solo entre los electores del Polo. Recoge los sentimientos que quedan de la vieja ANAPO, liberales y conservadores que simpatizaron con ese movimiento. Tiene un trabajo de años en Bogotá, en los cuales se ha colocado del lado de liberales como Serpa o Samper y con ellos ha recorrido varias veces la ciudad. Participó activamente en la última presencia importante del Liberalismo en la capital, en 1998, con más de un millón de votos.
Su paso por Harvard y el Congreso le confieren la imagen y la dimensión necesarias como administrador público. Hablando de imagen, no genera resistencias, pues no asume innecesarias posiciones extremas y es un tipo simpático, a diferencia de su oponente. No conozco estudios de imagen de él, pero sus negativos deben ser menos que los de Peñalosa. A lo largo de la campaña eso se puede notar.
Los estudios realizados a lo largo de muchos años demuestran que en Bogotá ha predominado el sentimiento partidista (diferente al Partido) Liberal. Después de Jaime Castro, el oficialismo no ha encontrado candidatos que representen ese sentimiento para transformarlo en mayorías que le permitan conseguir la Alcaldía. Pero ha sido decisivo en las diferentes elecciones de una u otra manera. El sentimiento liberal está ahí. El mismo Uribe es visto como un disidente de ese Partido que en Bogotá ha obtenido grandes victorias. Como Peñalosa. Este año, será crucial en la elección de Alcalde.
Se sabe que el oficialismo liberal de hoy va a apoyar a Peñalosa, pero también que importantes dirigentes como el ex presidente Samper se la van a jugar con Samuel, a pesar de las interpretaciones de los estatutos que parecen impedírselo, al menos de manera formal. Esta podría ser la oportunidad para que al interior del liberalismo se defina y consolide lo que se ha llamado la “Corriente Social Demócrata”, de la cual harían parte el mismo Samper, Serpa( ¿), A. Gómez y P. Córdoba.
En síntesis, puede decirse que Samuel va a ser un fuerte contendor de un Peñalosa que muchos daban por elegido. Y que el Liberalismo va a definir esa elección. ¿Quién interpretará mejor a los electores de ese Partido, mayoritario en Bogotá como lo ratifican una y otra vez todas las encuestas y que, paradójicamente, otra vez no tiene candidato propio?

FARC: CONTRA LA PARED

Farc: contra la pared
Nunca Uribe necesitó tan poco para justificar su posición de no negociar. Queda demostrado que el mejor promotor de la Seguridad Democrática son las Farc. Apareció el ciudadano.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 06 de julio de 2007


No existen antecedentes en Colombia de una irrupción ciudadana masiva, como la del pasado 5 de julio. Ni siquiera las protestas contra la dictadura militar. Lo ocurrido explica mucho de lo que piensan, sienten y han expresado políticamente los colombianos y acerca de la importancia de los diferentes actores de nuestro acontecer. Pero lo verdaderamente nuevo de esa jornada ejemplar, es la participación de la ciudadanía, su aparición en las calles reclamando sus derechos.
No se necesitó de un plebiscito de respaldo a las instituciones y al propio Uribe. Lo del 5 de julio es un mensaje claro de la ciudadanía: puesta de frente a las atrocidades de las Farc y los paramilitares, la gente opta por el respaldo a sus derechos, garantizados por la Constitución y las instituciones. Como siempre, alguien gana y alguien pierde. En este caso y a falta de un estudio de profundidad, podemos preguntarnos por qué “pasa agachada” ante la desfachatez de unos paras, que de cara a la evidencia y monstruosidad de sus crímenes sufren amnesia. Y la respuesta no es compleja: considera que en el origen de todo el asunto están el narcotráfico y las Farc.
Al observar los actores de nuestra vida pública, destaca que no convocaron las marchas. Más bien fueron convocados por la misma ciudadanía y no tuvieron dificultad de aunarse a ella. Si la promovió el Presidente, no se notó. Partidos y gremios fueron “sorprendidos” por un sentir ciudadano que sacó pañuelos y banderas en Transmilenio, interrumpió el tráfico, se abrazó y lloró. La Iglesia hizo a un lado su manifiesta “imparcialidad” y a la vez que condenó las acciones de las Farc dijo que para un acuerdo humanitario no se necesita zona de despeje. Hasta Petro, con su habitual oportunismo, interpretó el momento político y anunció un debate ya no contra el Gobierno sino contra los socios políticos de las Farc en Caquetá. Lo mismo hizo Garzón en Bogotá, que aunque no fue tan diligente con su cadena como cuando se trata de poner palos soterradamente al Gobierno, también salió a la calle.
Las Farc, en su aislamiento, deben estar pensando que a pesar del escarnio público, sus métodos siguen siendo rentables. Les da un protagonismo que política y militarmente no tienen. Uribe y cada vez más la gente, consideran que el acuerdo humanitario es una forma de recuperar lo que perdieron en el Caguán. Sus publicistas reaccionaron con un video de militares en su poder que pretende mostrar al mundo que lo ocurrido es parte de una confrontación militar y no una masacre, como lo fue. Esa cortina de humo no alcanzó a disimular que están rotas por dentro. No de otra manera se explica la ambigüedad de la información sobre el asesinato de los diputados. No es difícil establecer que un sector promovió el asesinato de los diputados y otro no estuvo de acuerdo.
Este 5 de julio va a tener efectos no solo en nuestra vida política interna, marcando un punto de quiebre como el día en que apareció la ciudadanía, sobre el cual se puede edificar la participación consagrada en la Constitución que tanto extraña nuestra Democracia. Carolina Barco ya debería estar preparando un video para que los congresistas demócratas conozcan más de nuestra realidad. De pronto, lo que no pudo el cabildeo de Uribe, lo pueden, otra vez, las Farc.
Estas Farc se parecen cada vez más a los talibanes que a los sandinistas y a Ben Laden que a Fidel. Arrumadas como están en lo profundo de la selva, permeadas por el narcotráfico y sin ningún respaldo popular, salen de vez en cuando a secuestrar ciudadanos inermes que terminan asesinados y a poner bombas. El honor y la dignidad, reglas elementales de la guerra que reclaman, no existen en sus códigos no escritos ni en sus conciencias. Viendo su realidad hace sentido la frase de J. Sabina que deben tararear muchos de sus “románticos” militantes, si quedan, “Ben Laden, Che Guevara, Superman: lo que iba a ser, la mierda que ha sido”.

¡LIBERACIÓN SIN CONDICIONES!

¡Liberación sin condiciones!
Con los féretros de los once diputados, avanza uno más grande, el de las Farc, que siguen cavando su propia sepultura.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 29 de junio de 2007


Estoy seguro que con hechos como la muerte de los diputados o la bomba de El Nogal, las Farc se siguen deslegitimando y autoexcluyendo como la alternativa que alguna vez quisieron ser. Están cerrando la puerta de la paz y trancándola por dentro. Si son la “izquierda” a la que muchos se refieren, no le están dejando al país más opciones que su opuesto. Como nuestra selva es tan grande como su poder económico y su desprestigio político, nada tiene de raro que los palos de ciego que están dando terminen minando a esa organización desde adentro. No todos pueden estar locos.
En sus orígenes las Farc eran un movimiento campesino que sentía la presión de la pobreza y de algunos grandes propietarios de tierra. Se levantaron en armas contra unos cuantos gamonales, más que contra el Estado. La revolución Cubana y la teoría del foco guerrillero le sirvieron de argumento para sobrevivir. También le dieron el sustento ideológico necesario, en una época en que el marxismo representaba una opción que para muchos solucionaba las desigualdades propias del capitalismo.
Algunos sociólogos han mostrado como el progreso, el desarrollo del capitalismo y la Fuerza Pública fueron desplazando esos grupos armados por nuestras cordilleras. Algunos, con sus familias, fueron colonos de nuestras selvas. Se trataba de una guerrilla ideologizada y pobre. Hasta que llegó el narcotráfico y todo cambió. De los campesinos armados con escopetas de fisto nada queda. Bueno, nada exceptuando a Marulanda y sus recuerdos de las gallinas y marranos que les mataron en Marquetalia, como lo recordó en su sacada de clavo al iniciarse el fracasado proceso del Caguán.
A las Farc de hoy, como a muchas instituciones de Colombia, también las transformó el narcotráfico. Sus conflictos con los terroríficos grupos paramilitares parecían más disputas entre competidores por el dominio de las zonas cocaleras. El modelo de Estado socialista que reclamaban, nunca existió.
El Estalinismo se encargó de deslegitimarlo y terminarlo, de la misma manera que las Farc han acabado, ellas solas, con las simpatías de la “izquierda“ colombiana, si alguna vez las tuvieron. El modelo ruso de Socialismo no necesitó de una bomba atómica de los americanos para derrumbarse y a los chinos no les está dando empleo y mejorando el nivel de vida algún modelo ideológico, si no la competitividad de su trabajo.
Las Farc, aisladas como están de la sociedad colombiana y sin ninguna posibilidad o propuesta política que les interese, están ellas mismas condenándose a lo más profundo de las selvas y al desprecio de todos los colombianos.
El secuestro y la muerte de los once diputados no pueden calificarse como un acto de guerra. Se parece más a las masacres de los paramilitares que ellos mismos a punta de boleteo y asesinatos, ayudaron a crear. Sin conocerse detalles, tienen toda la responsabilidad de lo ocurrido.
Si se trata de códigos no escritos o de guerra, es cobardía secuestrar ciudadanos indefensos para conseguir los territorios que militarmente no pueden. Si se consideran un Estado, los colombianos prefieren una democracia imperfecta que acusa, juzga y condena, a la tortura que las Farc aplican a los secuestrados y a sus familiares. Hasta hoy, de esa tortura no los liberan los juicios o los ruegos, sino el hielo de la muerte.
Una mirada a nuestra historia como Nación revela que la sociedad colombiana desprecia las imposiciones de fuerza y las dictaduras. Las cadenas que le imponen a sus secuestrados no pueden ser más fuertes que nuestra voluntad de ser dignos y libres. Mientras tanto, no todos pueden estar dementes al interior de las Farc. A ellos van dirigidos los ruegos de los colombianos y el mio para parar tanta barbarie. Por amor a Dios, a sus familias y hermanos, si los tienen, liberen a los secuestrados.

FALTAN LAS FARC

Faltan las Farc
No se puede decir que Alvaro Leyva sea un mandadero de las Farc. Pero sin duda las conoce y las interpreta. Aunque sea con resultados como los del Caguán.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
lunes, 25 de junio de 2007


Por eso llama la atención la propuesta que presentó al Gobierno esta semana. Parecería que no es una respuesta a la liberación de Granda. Pero si es así, mejor. De todos modos, estamos en una situación que puede sacar el problema de donde quedó en el Gobierno Pastrana. Pero no es una que se pueda afrontar con solo buenas intenciones, como en aquella ocasión.
Un análisis objetivo debe preocuparse más de los actores y sus intereses que de los deseos del Gobierno, la clase empresarial, las mismas Farc, el negocio del narcotráfico y los Gobiernos extranjeros involucrados. El pragmatismo puede ser el mejor lenguaje para empezarnos a entender. La pregunta es: ¿Cuál es el límite o el valor máximo que las partes están dispuestas a conceder y los valores mínimos que requieren recibir a cambio? El resultado es la zona posible para negociar la Paz, con el intercambio humanitario como cuota inicial. Por ejemplo. Donde se encuentre, podría ser lo de menos.
Para un proceso de esta talla se requiere de un Gobierno con respaldo popular que interprete tan bien al ciudadano de la calle como a los grandes empresarios y propietarios. Difícilmente las Farc van a encontrar un interlocutor que como Uribe, reúna esas condiciones.
Los efectos del “destape” o parapolítica que no es otra cosa que la influencia del narcotráfico en las instituciones y la sociedad, han puesto en evidencia a un Congreso cada vez más deslegitimado. Uribe está pagando un alto costo (según una encuesta el 73% de los colombianos rechaza la excarcelación de los políticos), pero en la escena, hoy, no tiene reemplazo. No solo porque está arrancando periodo, o porque sigue con más del 70% en las encuestas si no por que no es realista pensar que los colombianos estén dispuestos a sacrificar las instituciones y menos, la mas importante de todas en un país en conflicto: la institución Presidencial. ¿Estará dispuesto Uribe a reconocer que aparte del narco y su influencia, también en las Farc, en Colombia tenemos un conflicto, para empezar?
Por otra parte es necesario conocer con precisión hasta donde pueden llegar los empresarios a quienes no les ha salido gratis desarrollar su actividad en medio del conflicto. Y tampoco una Paz que les permitirá prosperar y liderar el crecimiento. ¿Estarán dispuestos a racionalizar sus inversiones para fomentar empleo y pasar los límites de una Constitución, que a veces choca con el ambiente global competitivo, a cambio de reducir unos márgenes de utilidad que podrían recuperar en volúmenes, nuevos negocios y empleos?
En cuanto a las Farc, ¿sus sectores más políticos podrán imponer su línea sobre el día a día de una guerra narcotizada y sus efectos en su militancia? Entender que el fomento del empleo, el bienestar y la superación de la pobreza, no dependen de Leyes o decretos sino de la competitividad del trabajo colombiano y que en una sociedad Global el asunto no es ideológico si no de eficiencia y bajos costos como lo ha entendido la sociedad y el Gobierno Chino.
¿Estarán dispuestos a reconocer que después del Caguán el efecto en la opinión de su “línea dura” y los secuestros, generaron la elección y reelección de Uribe y el rechazo de las mayorías? ¿O es que renuncian a conseguir objetivos políticos y lo que piensa la gente, no les interesa? ¿Que a pesar de la improvisación del Gobierno Pastrana en el Caguán y sus evidentes equivocaciones, lo que se percibe es que desde el comienzo utilizaron el proceso para consolidar su retaguardia y un territorio y no para buscar la Paz? (Recordemos los 90 días que iba a durar).
Y, finalmente , deben expresar con claridad si su teoría de la dualidad de poder y la construcción de un Estado paralelo, se encuentra vigente en una eventual mesa de negociación. Para que los colombianos sepan si negociar con las Farc incluye el Estado de Derecho y el modelo democrático.
Si se pueden establecer esos límites mínimos, no solo será posible el acuerdo humanitario. También un gran acuerdo Nacional que involucre, asuntos de mayos calado. Hoy, es imposible pensar en ello, negociar la política de seguridad democrática o tomar cualquier medida que cambie las condiciones de confianza que perciben empresarios e inversionistas, ha dicho el Presidente.
Pero existen, para empezar, aspectos positivos que todos compartimos: el conocimiento que hoy tenemos de los efectos del narcotráfico y el desmonte del paramilitarismo, el interés por que se conozca la verdad de una guerra soterrada, de que todos acepten sus responsabilidades, afronten sus verdades y paguen sus costos. Incluida la organización que al comenzar el proceso del Caguán, como hoy, nos hizo pensar al ver la silla de Marulanda vacía, y el desconcierto de Pastrana: ¿donde están y que quieren? Otra vez, faltan las Farc.
Coletilla: Con lo ocurrido esta semana en el Congreso, quedan demostradas dos cosas: que como lo dijimos desde el comienzo, la Ley de bancadas, ante la ambigüedad de la objeción de conciencia, es un saludo a la bandera. Y que los actuales congresistas se cocinan en sus propios caldos. El “mico” para juzgarse ellos mismos, no solo desconoce la realidad de su desprestigio. La democracia requiere de un Congreso que represente a los ciudadanos. Pero los actuales congresistas solo se representan a si mismos. ¿Qué tal un régimen parlamentario, como proponen algunos?

EL POLÍGRAFO

Política y medios
Petro y el Financial Times
Las declaraciones de Petro al Financial Times según las cuales en Colombia existe un contubernio entre los medios, entre estos e importantes empresarios y entre estos, empresarios y periodistas para ponerse de acuerdo en lo que debe pensar la opinión, revelan el desconocimiento de Petro sobre el tema y su experticia para publicitarse (asunto diferente), pero nos ponen a pensar sobre sus motivaciones, sobre la función de los medios en una democracia y sobre las relaciones entre medios y política.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 08 de junio de 2007


Sus motivaciones son claras: Alcanzar el Gobierno, como lo hacen todos los políticos. Ha descubierto que la aplicación del modelo “AIDA” (atraer la atención, despertar el interés, generar el deseo y propiciar la adquisición), elemental en publicidad, aplica en política. Sabe que su imagen de guerrillero converso encuentra más eco en algunos medios extranjeros que aquí y que luego los de aquí no van a tener más remedio que referirse a lo que dijo. Lo que dice en Estados Unidos, España y ahora Inglaterra, suena en Colombia y a la vez le abre nuevos espacios.
Olvida Petro decir que la democracia colombiana ha sido generosa con su movimiento, el M19. Que luego de su reinserción los reconoció con dinero, ministerios y noticieros de televisión y que gracias a ello y a su pinta de “políticos de nuevo tipo” alcanzaron alcaldías, entre ellas la de Bogotá, que tiene canal de televisión utilizado a discreción por el Polo, gobernaciones y curules en el Congreso. Que han tenido más que menos privilegios que otros colombianos. Y que a su noticiero, AM-PM, no lo trató mal el Estado sino el rating.
Se ha dicho que la función de los medios se refiere a formar, informar y recrear. Con la globalización y su propio desarrollo en una sociedad en la que todos sabemos todo gracias a ellos, han asumido tal vez su función más importante: servir de garantes de los derechos ciudadanos y evitar desbordamientos y excesos de otras ramas del poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Y del poder de narcotraficantes y violentos de todo tipo. A un altísimo costo. Recordemos a don Guillermo Cano, los atentados a El Espectador y tantos mártires.
Sobre el carácter plural e independiente de los medios en Colombia no hace falta revisar su papel en las denuncias de corrupción en los diferentes gobiernos, congresos, etc. Basta con decir que a pesar del no tan transparente pasado de Petro y muchos de sus amigos y de su presente en el que pueden controvertir a los mismos medios que les garantizan su derecho a expresarse, se siguen ocupando de manera objetiva de ellos. Como ahora.
En cuanto a la relación entre medios y política en una sociedad informada y a su impacto en el proceso de formación de la opinión pública, las afirmaciones de Petro pueden ser causa de su oportunismo o su ignorancia en el tema. Estudios realizados en Norteamérica, Europa y en Colombia demuestran que el papel de los medios llega hasta fijar una agenda de temas de los que la opinión se ocupa. No dicen a los ciudadanos ”que“ sino “en que” pensar. No he visto nunca ni aquí, ni en ninguna parte, que un medio o un periodista digno de llamarse así, diga a sus oyentes, televidentes y lectores “voten por fulanito” y mucho menos que porque aquel lo diga, los ciudadanos lo hagan.
No puedo imaginar a formadores de opinión, empresarios y periodistas en una especie de consejo directivo, poniéndose de acuerdo para no publicar lo que Petro o sus amigos dicen. Ni siquiera a los directivos del Canal Capital, hoy dirigido por el Polo democrático, su partido, el único en Colombia con canal de televisión propio, para hacerlo.
Coletilla:
La moción de censura. Íba a ser Santos vs Vargas Lleras y terminó siendo Santos Cía. Vargas Lleras. Ambos ganaron. Pero también Uribe y su “coalición”, que limaron múltiples asperezas y se muestran unidos. Por ahora.
Santos puso de acuerdo a Felipe González, Gabo y Serpa (quien lo creyera). Así, cualquiera. Uribe demostró que Vargas le hace caso. Vargas, que sus huestes le hacen caso. Ganó Cristo que se subió ”de lote” al confrontar a un presidenciable y perdió el Liberalismo que confrontó, sin éxito, a un Ministro de indudable tradición Liberal y que cualquier día retorna a filas.

PETRO Y EL FINANCIAL TIMES

Política y medios
Petro y el Financial Times
Las declaraciones de Petro al Financial Times según las cuales en Colombia existe un contubernio entre los medios, entre estos e importantes empresarios y entre estos, empresarios y periodistas para ponerse de acuerdo en lo que debe pensar la opinión, revelan el desconocimiento de Petro sobre el tema y su experticia para publicitarse (asunto diferente), pero nos ponen a pensar sobre sus motivaciones, sobre la función de los medios en una democracia y sobre las relaciones entre medios y política.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 08 de junio de 2007

Sus motivaciones son claras: Alcanzar el Gobierno, como lo hacen todos los políticos. Ha descubierto que la aplicación del modelo “AIDA” (atraer la atención, despertar el interés, generar el deseo y propiciar la adquisición), elemental en publicidad, aplica en política. Sabe que su imagen de guerrillero converso encuentra más eco en algunos medios extranjeros que aquí y que luego los de aquí no van a tener más remedio que referirse a lo que dijo. Lo que dice en Estados Unidos, España y ahora Inglaterra, suena en Colombia y a la vez le abre nuevos espacios.
Olvida Petro decir que la democracia colombiana ha sido generosa con su movimiento, el M19. Que luego de su reinserción los reconoció con dinero, ministerios y noticieros de televisión y que gracias a ello y a su pinta de “políticos de nuevo tipo” alcanzaron alcaldías, entre ellas la de Bogotá, que tiene canal de televisión utilizado a discreción por el Polo, gobernaciones y curules en el Congreso. Que han tenido más que menos privilegios que otros colombianos. Y que a su noticiero, AM-PM, no lo trató mal el Estado sino el rating.
Se ha dicho que la función de los medios se refiere a formar, informar y recrear. Con la globalización y su propio desarrollo en una sociedad en la que todos sabemos todo gracias a ellos, han asumido tal vez su función más importante: servir de garantes de los derechos ciudadanos y evitar desbordamientos y excesos de otras ramas del poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Y del poder de narcotraficantes y violentos de todo tipo. A un altísimo costo. Recordemos a don Guillermo Cano, los atentados a El Espectador y tantos mártires.
Sobre el carácter plural e independiente de los medios en Colombia no hace falta revisar su papel en las denuncias de corrupción en los diferentes gobiernos, congresos, etc. Basta con decir que a pesar del no tan transparente pasado de Petro y muchos de sus amigos y de su presente en el que pueden controvertir a los mismos medios que les garantizan su derecho a expresarse, se siguen ocupando de manera objetiva de ellos. Como ahora.
En cuanto a la relación entre medios y política en una sociedad informada y a su impacto en el proceso de formación de la opinión pública, las afirmaciones de Petro pueden ser causa de su oportunismo o su ignorancia en el tema. Estudios realizados en Norteamérica, Europa y en Colombia demuestran que el papel de los medios llega hasta fijar una agenda de temas de los que la opinión se ocupa. No dicen a los ciudadanos ”que“ sino “en que” pensar. No he visto nunca ni aquí, ni en ninguna parte, que un medio o un periodista digno de llamarse así, diga a sus oyentes, televidentes y lectores “voten por fulanito” y mucho menos que porque aquel lo diga, los ciudadanos lo hagan.
No puedo imaginar a formadores de opinión, empresarios y periodistas en una especie de consejo directivo, poniéndose de acuerdo para no publicar lo que Petro o sus amigos dicen. Ni siquiera a los directivos del Canal Capital, hoy dirigido por el Polo democrático, su partido, el único en Colombia con canal de televisión propio, para hacerlo.
Coletilla:
La moción de censura. Íba a ser Santos vs Vargas Lleras y terminó siendo Santos Cía. Vargas Lleras. Ambos ganaron. Pero también Uribe y su “coalición”, que limaron múltiples asperezas y se muestran unidos. Por ahora.
Santos puso de acuerdo a Felipe González, Gabo y Serpa (quien lo creyera). Así, cualquiera. Uribe demostró que Vargas le hace caso. Vargas, que sus huestes le hacen caso. Ganó Cristo que se subió ”de lote” al confrontar a un presidenciable y perdió el Liberalismo que confrontó, sin éxito, a un Ministro de indudable tradición Liberal y que cualquier día retorna a filas.

LA APUESTA DE URIBE

La apuesta de Uribe
Si la liberación de guerrilleros es una cortina de humo o parte de una estrategia de opinión, es lo de menos. Lo importante es que sirva para liberar a los secuestrados y buscar la paz.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
martes, 05 de junio de 2007


Cuando comenzaba a sentir el desgaste ocasionado por la presión por el decisivo y difícil momento por el que pasa el proceso de paz iniciado con los paramilitares, en medio de rumores crecientes de chantajes de éstos contra altos funcionarios del Gobierno, denunciados por la revista Semana; cuando afrontaba los rigores del debate presidencial en Estados Unidos que propiciaron la oposición de la bancada demócrata a un TLC decisivo para sectores empresariales y el país; luego de las denuncias contra el Vicepresidente y el Ministro de Defensa por vínculos con los mismos paras e intentos por desestabilizar el gobierno del ex presidente Samper, Uribe responde con una apuesta de alta política que va a cambiar el escenario interno y externo para Colombia, creando una nueva coyuntura.La decisión de liberar a casi 200 guerrilleros de las Farc, incluido Rodrigo Granda, llamado el “canciller” de esa organización, a solicitud del presidente Sarkozy, busca, como lo dijo Uribe, “respaldo nacional a las instituciones e internacional a su política de seguridad democrática”. Se trata de una carta ganadora que deja a las Farc sin pretextos para liberar a los secuestrados a la vez que consigue comprometer a un sector de la comunidad internacional con su propuesta. El Presidente francés queda “obligado” con Uribe. Los gobiernos de Francia, España y Suiza ya acogieron con beneplácito su gesto.El escenario internacional no era el mejor para Colombia. El apoyo de su más importante socio político y comercial, los Estados Unidos, está ligado a un gobierno de Bush que entra en su recta final en un Congreso controlado por los demócratas que le están pasando a éste una cuenta de cobro que esperan hacer efectiva en las próximas presidenciales. Uribe, el mejor aliado de Bush en la región, ha tenido que emplearse a fondo para conseguir nuevos recursos para el plan Colombia y la ratificación del Tratado de Libre Comercio. Haciendo el trabajo de Bush trata de convencer a los demócratas de que Colombia, para ellos, es un tema de Estado y no uno de política interna norteamericana.Por otra parte, el proceso de paz con los paramilitares, que ha puesto en duda la legitimidad de un Congreso permeado por ellos, al punto que muchos congresistas están en la cárcel, se encuentra en un momento crítico empezando a conocerse apenas las verdades del conflicto. Las denuncias de éstos sobre la participación de dirigentes empresariales y políticos en su proyecto han, por lo menos, desestabilizado sectores del “establecimiento”.Esta “jugada” de Uribe es la pieza mas importante de su política de seguridad democrática, luego de la Ley de Justicia y Paz que fijó condiciones favorables que permitieron la desmovilización de al menos 30.000 paramilitares y miles de miembros de las Farc. Una guerrilla poderosa económicamente, pero relegada a lo más profundo de la selva en lo militar y sin ningún eco político en los centros urbanos, se ha visto obligada a salir de su mutismo. ¿La presión internacional que ahora les pone Uribe será suficiente para llevarlos a liberar a los secuestrados o iniciar un proceso de paz? Nadie lo sabe. Lo que es seguro es que la audiencia que lograban en sectores de la comunidad internacional se verá afectada y que el Gobierno ha dejado sin argumentos a quienes le reclamaban gestos de paz. Paradójicamente, la liberación de Granda, contra su voluntad o la de sus jefes, puede ser el primer paso para un nuevo proceso de paz.Desde ese punto de vista, estamos ante otro “gol” de Uribe, que hábilmente ha puesto el balón en manos de unas Farc que añoran los tiempos en que el ex presidente Pastrana les concedió una zona de despeje en la que prácticamente gobernaban. La liberación unilateral de guerrilleros por parte del Gobierno deja claro que no tiene que ver la cesión de la soberanía nacional, otra zona de despeje, con los derechos a la libertad de ciudadanos secuestrados.”Su dignidad humana y la mía son inviolables”, escribió una de las guerrilleras liberadas en un muro. ¿Cuánta dignidad les quedará a los secuestrados y a la dirigencia de las Farc?

VAMOS CUCUTA: POLÍTICA Y FÚTBOL

Vamos Cúcuta: Política y fútbol
“Goliat era un patán; David era un Gigante”: Joaquín Sabina.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 01 de junio de 2007

A los colombianos no se nos olvida lo que ocurrió la noche en que nuestro modesto Once Caldas le ganó la Copa Libertadores al gran Boca. Los argentinos no salieron a la ceremonia de celebración. Malos perdedores. Patanes. Por eso la goleada que le propinó el Cúcuta tiene un sabor especial. Otro equipo modesto, de provincia, sacó la cara por nuestro fútbol y nos hizo sentir a todos más colombianos.
Lo del Cúcuta tiene connotado mérito si se considera la diferencia en las nóminas y los presupuestos, la historia y la influencia de los argentinos en la Confederación Suramericana de Fútbol. Así como influyen en las decisiones de FIFA tanto como para prohibir que en ciudades como Bogotá se juegue por eliminatorias al Mundial (teoría que llevada al extremo prohíbe la competición y de la cual podrían pegarse primero nuestros rivales internacionales a nivel de clubes y luego equipos colombianos diferentes a Millonarios y Santa Fe), también lo hacen en la designación de árbitros. Antes del partido, un versado periodista recordó que de 13 partidos que el árbitro que nos tocó dirigió a equipos colombianos y argentinos, estos últimos ganaron 10 y empataron tres. ¿Como para pensar, no?
Estas cosas los bogotanos sabemos porque nos cuentan vecinos y amigos hinchas del Cali, Nacional, Medellín, Caldas etc. La mayoría nos ha tocado pasarnos a televisión para ver fútbol. Aquí los dirigentes han acabado con los equipos. Los deportivos los cogen como botín de caza, como en el caso de Millonarios, que después de tanta tradición y tanta hinchada, tiene un equipo regular con jugadores prestados. Los políticos tratan de aprovecharse de las situaciones y ganar protagonismo. El Alcalde Garzón, después de acabar la cancha de El Campín para después remendarla, ahora utilizó el sentimiento creado por la medida de FIFA para darse un baño de popularidad y subir a Monserrate. Es Alcalde, pero actúa como precandidato en 2010. De deporte, nada.
Todo eso nos recuerda que el fútbol es mucho más popular que la política. Sobre todo entre los jóvenes a quienes los partidos políticos, poco. Mejor, los de fútbol. Pero comparte lugares comunes con ella: se mueven pasiones, intereses y multitudes. Por ello, se ve afectado de problemas similares como la corrupción, las componendas y el soborno de la justicia.
En medio de todos los factores adversos, la verdad, la justicia y el buen jugar deben ser capaces de triunfar. Esta semana tenemos moción de censura en el Congreso contra el ministro Santos (¿Qué hará Vargas Lleras?), el mismo día siete disputarán el rating la revelación de un secreto de Estado por parte del Presidente Uribe (¿Qué harán las Farc?) y la revancha Cúcuta-Boca (¿Qué hará el árbitro?). Otra vez tenemos coincidencias y similitudes.
Voto público o secreto, debate la coalición de Gobierno. Y ese detalle será definitivo, como puede ser la altura en un partido de fúttbol. Voy a ver el partido y les propongo hacer lo mismo. Es más serio y divertido. Vamos Cúcuta. En el mundo real, en el deporte y en la política, no valen las excusas, ni siquiera para los malos perdedores.

POLO, A TIERRA

Polo, a tierra
En las pasadas elecciones presidenciales, el Polo apareció como segunda fuerza política luego de conseguir la Alcaldía de Bogotá. ¿Repetirá en octubre?
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 25 de mayo de 2007


El escenario político no podía ser mejor para el Polo. La “coalición” de gobierno, que no ha sido nunca homogénea, se encuentra desgastada y en trámites de divorcio; el Congreso, donde ésta tiene mayorías, deslegitimado; la economía empezando a sentir los efectos de un periodo ya largo de crecimiento y de decisiones políticas en Estados Unidos y Venezuela que afectarán el TLC y la dinámica del comercio exterior.
Sin duda es el mejor escenario para que un movimiento emergente se consolide. Así lo entendieron políticos como María Emma Mejía, que se trasteó al Polo con ideología y todo y un sector minoritario del Liberalismo, que fue definitivo en el ascenso del Polo y la Alcaldía de Garzón. Sin embargo, el futuro del Polo depende más de factores, como la capacidad de convocatoria del Liberalismo y la decisión política del mismo Álvaro Uribe, que de su propia dinámica interna. Veamos.
A pesar de las tres sucesivas derrotas del candidato presidencial del oficialismo liberal de entonces, el Liberalismo, como sentimiento, aparece en todas las encuestas publicadas y privadas con puntos, más o menos el 40% de las preferencias electorales. Eso explica en parte sus derrotas a manos de un disidente liberal, como es Uribe. Muchos electores liberales no sintieron que traicionaron sus sentimientos y sus tradiciones políticas, familiares, etc, al votar por él. Otros, considerando la utilidad de su voto, votaron por el Polo. Tampoco sentían que se apartaban de “su” Liberalismo.
El asunto consiste en la capacidad del ex presidente Gaviria de recuperar para el Liberalismo esos votos “prestados” en el breve periodo que falta para octubre. Para ello, debe comenzar por deslindar claramente terrenos con el Polo y tratarlo como a un competidor, sintonizarse con la gran opinión de los centros urbanos y la fragmentada de las regiones, donde los liderazgos políticos tradicionales deben ser útiles, pero no decisivos, como estrategia. No debe olvidar que con una propuesta basada sólo en ellos, el Liberalismo perdió tres elecciones presidenciales y casi desapareció de los centros urbanos, llegando a la increíble cifra de 7.8% del arrastre electoral en las principales ciudades.
En cuanto a la decisión política de Uribe, se debe considerar que su respaldo popular hasta ahora no ha tenido en cuenta el tipo de oposición que ha ejercido el Polo. Mientras el 15 de mayo Uribe recordaba los aportes de la Nación al transmilenio Distrital, Petro continuaba con su tarea de descredito en el Congreso, luego de hacerlo en los Estados Unidos. Candidatos del Polo como María Emma y Antonio Navarro tendrán que pronunciarse algún día sobre la particular forma de hacer política de Petro y compañía, su incidencia en el desempeño de las instituciones y la responsabilidad que les cabe si no se aprueba el TLC y el Plan Colombia. La opinión que ha acompañado a Uribe se pronunciará sobre ellos sin que Uribe lo haga. ¿Y si lo hace? Nadie puede olvidar que es el mayor elector. Este no es un tema ideológico, sino de opinión.
En relación a la dinámica interna del Polo, hay que decir que aparte del abstracto discurso ”social” de Garzón, en el que lo único identificable es una “sin indiferencia” que no genera empleos ni crecimiento, no se identifica ninguna propuesta atractiva para los colombianos en las próximas elecciones regionales. A menos que se consideren como tales los “debates” de Petro basados en expedientes judiciales que han perjudicado la política externa y en los que ha puesto por delante su protagonismo y el de su partido, a los supremos intereses de las instituciones y la Nación. Más temprano que tarde la gente entenderá que es más complejo Gobernar un país como el nuestro y construir, que denostar y repartir alimentos gratuitos.
No hay que ser mago para anticipar que en las elecciones de octubre la opinión le pasará a Petro y al Polo una cuenta de cobro. Y en el 2010 a su copartidario Garzón. Que el Liberalismo no les prestará más votos. El Polo se va a conectar con su verdadera realidad electoral, es decir, a tierra.

EL CONGRESO DEBE RENUNCIAR

El Congreso debe renunciar
Están ética y moralmente(los que no legalmente, todavía) impedidos para seguir actuando.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 18 de mayo de 2007


Si existe algún colombiano que no reconoce la importancia de nuestras instituciones y la necesidad de defenderlas, que se acuerde de la barbarie a donde hemos sido capaces de llegar. De las fosas comunes, los descuartizamientos y lo que ocurrió En Bojayá .Pero la situación del Congreso, amerita ya considerar una excepción, en la que asuman su responsabilidad individual y presenten su renuncia.
Podría pensarse que esta semana es la peor de muchas porque conocimos detalles de una guerra, sucia, como todas las guerras, por parte de uno de sus protagonistas. Digo Detalles, porque las líneas gruesas se conocían: Que la guerra la financia el narcotráfico, que propietarios de tierras y empresarios también tuvieron que hacerlo, que la política se ha desarrollado bajo las condiciones que impusieron los violentos, que muchos políticos se han asociado con ellos etc. Sabíamos de Congresistas ineptos y corrompidos. Pero no tanto.
Considero que de los aspectos judiciales debe ocuparse la Ley y de los chismes y señalamientos no probados, las revistas judiciales o las de farándula. Quiero pensar, que aparte de eso, estos fragmentos de verdad o de mentira que conocemos ahora, pueden ayudarnos a encontrar el camino para vivir mejor, que no puede ser otro que el señalado por las instituciones, las únicas que tenemos. Las que establecen diferencia entre civilización y barbarie.
La de Colombia no es una guerra civil. Es una narcotizada, en la que una de las partes son los consumidores de sociedades con capacidad de compra, Cuyos Estados indolentes ahora se “asombran” de lo que aquí ocurre. No pueden ser tan brutos los congresistas demócratas para, hasta ahora, descubrir la realidad Colombiana. Está claro que nuestro modesto TLC está sometido a los rigores de la disputa por el próximo Gobierno norteamericano. En el medio, políticos irresponsables (vale la redundancia) adquieren protagonismo en Colombia haciéndoles mandados. En medio del “terremoto”, como lo calificó el Presidente, la Justicia debe seguir actuando, el Gobierno Gobernando, el fiscal adquiriendo el don de la ubicuidad y acusando y los ciudadanos, trabajando o estudiando. Funcionando.
Lo demás es hacer el juego a los que tienen el caos y la anarquía como el escenario propicio para narcotraficar y enriquecerse a costa de nuestro bienestar. Como los ciudadanos no pueden quedarse con los brazos cruzados pero tampoco sin Congreso, una iniciativa ciudadana puede pedir a los actuales Congresistas que renuncien a sus curules y que empiecen a actuar sus reemplazos. Por acción o por omisión el actual congreso se encuentra ética y moralmente impedido para seguir ejerciendo. Sus reemplazos no pueden ser peores.
Muchos de los que se autocalifican como lideres de fracciones o bancadas y que aun no están en la picota, han salido al exterior a denigrar de Colombia o han tratado de intercambiar favores con el Gobierno, en un momento difícil, para apoyar Leyes básicas para el funcionamiento del Estado.
Los menos, se siguen aprovechando de los presupuestos y las burocracias regionales con las que han financiado sus campañas, a falta de financiación del Estado. Han perdido toda autoridad y Legitimidad. Si les queda algo de dignidad, deben renunciar y autor regularse. Nadie, por fuera de sus clientelas, les cree.
Pedir esto a un Congreso cuya comisión de acusaciones empieza a estar sub-judice, puede sonar a utopía. Pero también puede que la realidad Jurídica, los desborde y no les quede mas remedio. Al país le serviría como catarsis y a muchos de ellos, para que no los juzgue la ahora temida corte suprema de Justicia. Puede también, que nada pase y que seamos condenados a padecerlos hasta el final de su periodo.

¿REVOCAR EL CONGRESO?

¿Revocar el Congreso?
Lo dicho por el Vicepresidente y el Ministro de Defensa y lo que parece van a decir los paras, nos van a poner a pensar una respuesta.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 11 de mayo de 2007


Llama la atención que el Presidente no reprendió directamente a los Santos por sus declaraciones, que entre otras cosas no dijeron nada raro y que pueden resumirse en que “no son todos los que están” hasta ahora llamados por la corte. Algo que dan por sabido la mayoría de los colombianos. Les dejó el trabajo a los Ministros de Relaciones y Gobierno. El Presidente tiene bien claro que ante la opinión y la Ley una es su situación y otra la de Congresistas que lo han apoyado.En algún momento tenía que pasar lo que ahora pasa. El Gobierno, aún pendiente de decisivos proyectos de Ley, debía tomar distancia de congresistas con líos o inminentes problemas judiciales. Desde ese punto de vista la actitud del Gobierno es apenas natural.Pero otra es la suerte del Congreso. Desde hace bastante está deslegitimado ante la opinión, en la medida en que esta se ha informado de la forma de actuar de muchos Congresistas. No es solo ahora ni son sus vínculos con grupos armados ilegales que se empiezan a conocer. Los continuos escándalos de corrupción, las artimañas de que se valen para hacerse elegir, el incumplimiento a sus electores, la forma en que obtienen recursos para costosas campañas y la compra de votos etc. Nadie más desprestigiado que un congresista. Y tanto es así que quienes quieren tener éxito en política sin” clientela”, se alejan del estereotipo del político que tienen en su mente los ciudadanos.La gente ha votado por sacerdotes, actores, deportistas, discapacitados y otros, buscando encontrar en ellos la honestidad y capacidad que en los políticos “tradicionales” no encuentra. Con seguridad, uno de los factores de éxito en los centros Urbanos del Presidente, y de políticos como Mockus, Peñalosa, Fajardo, Parodi y otros tiene que ver con la distancia que han tomado, del político “típico.”Ese factor quizá pueda explicar el fracaso de políticos “tradicionales” en esas mismas ciudades.La Ley ha establecido los procesos de perdida de investidura para congresistas que resulten comprometidos en actividades ilícitas. Además, las consecuencias penales. Por otra parte, un plebiscito cumpliría la doble función de refrescar o no al Gobierno y revocar un congreso desprestigiado.Para conocer lo que piensan los ciudadanos del Congreso y de los “políticos” no hace falta un plebiscito. Alcanza con revisar alguna encuesta o conversar con cualquier ciudadano. El asunto es que después de la para política el problema no es uno de opinión o credibilidad. Ahora, faltando conocer muchas verdades, debemos considerar que se está volviendo Judicial y que como se observó esta semana a propósito de las transferencias y la conocida pataleta, impide el normal desempeño de las instituciones. Grave. No se encuentran lejos de la realidad y de las necesidades del País en el momento, quienes empiezan a proponer una revocatoria, aprovechando las circunstancias de elecciones en Octubre. Nadie quiere decirlo, pero muchos lo piensan, al interior del mismo Congreso.Considerando los problemas del País, sin embargo, una revocatoria puede ser una solución parcial con chivo expiatorio incorporado. Para la galería. Pero no va a impedir el Narcotráfico, ni le pondrá fin a la violencia, ni va a generar más empleos. Sin embargo, si las cosas siguen como van, podría no quedar otra salida. Para llegar allí, muchos que quieren evitar que se tapen sus delitos y conozca más de su sinvergüencería, habrán puesto su parte. Esta semana, metieron al Gobierno entre “los palos”. A la inmensa mayoría de los colombianos, hace rato.

EL BANCO DE LA REPÚBLICA: ¿IMPROVISANDO?

El Banco de la República: ¿improvisando?
Las medidas están pensadas para frenar la inflación y la revaluación, pero van a terminar afectando el crecimiento y el empleo. Al final, el costo político lo va a pagar el Gobierno.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
martes, 08 de mayo de 2007


El aumento en los encajes de los bancos encarece el costo del dinero. Suben las tasas de interés a personas y empresas. Como consecuencia de ello, se espera reducir la demanda y conseguir un nuevo punto de equilibrio de mercado. Puede decirse que nos desbordó el buen momento que esta pasando la economía. La oferta no reacciono, par y paso, con el incremento de la demanda y la cantidad de dinero que está circulando. Como consecuencia, los colombianos pagaran más en las cuotas de los carros, las viviendas, los electrodomésticos etc.
Por otra parte, el congelamiento del 40% a los ingresos de capital por un periodo de seis meses, va a disminuir la rentabilidad interna a los capitales extranjeros y lo que se busca es acercar las tasas reales internas a las internacionales y desestimular el flujo de capitales temporales. Esta medida contrasta con el efecto hacia arriba que va a observarse en las tasas internas de interés. En cuanto a los resultados prácticos, no es difícil establecer que no son suficientes para detener la revaluación y que los efectos de las medidas en conjunto, en este sentido, podrían sumar cero.
Le queda a uno la impresión de que la junta directiva del Banco de la República está improvisando. Hace pocos días, compraba dólares masivamente para detener la revaluación, aumentando el circulante con consecuencias como el aumento en los niveles de inflación que ahora trata de controlar. Muchos pensamos que esa intervención, en ese momento, trataba de defender sectores exportadores que veían menguados sus ingresos, y que afectaba negativamente a la gran mayoría de colombianos.
Lo interpretamos como una forma de subsidio. Advertimos que se podría disparar la inflación, como ocurrió. El asunto es que en ese momento El Banco de la república ignoró el mandato Constitucional, como guardián de la inflación, que ahora invoca. Todo esto no parece tener la coherencia que debiera. Se puede perder la confianza que han adquirido empresarios e inversores. Es una mala señal.
Este freno que se aplica a la demanda va a terminar, en el mediano y largo o plazo, afectando la imagen del Gobierno. Si las cifras de crecimiento no son buenas al final del año, nadie se acordará de la junta directiva del Banco de la República. Le van a reclamar responsabilidad al Gobierno que se quedara con el pecado y sin el género, pues el éxito, si lo conseguimos, en el control de la inflación será adjudicado al ejercicio del mandato constitucional por parte del Banco. Al Gobierno le va a quedar el costo político que no tendrá más remedio que asumir.
Colocado frente a lo complejo de la situación, el Gobierno debe echar mano de las variables de la ecuación que están bajo su control. La más importante de ellas, en una situación de exceso de demanda, el aumento de la oferta por la vía de las importaciones en los sectores que resulte necesario, como es el caso de los alimentos. No todo depende del manejo monetario.
En la encrucijada de los empleos que se perderán por la revaluación y los que se van a perder por el freno a la economía, no puede perder de vista que tarde o temprano ocurrirá a quienes hacen descansar la competitividad de las exportaciones en una tasa de cambio favorable. Así ocurre en una economía abierta. Eso es insostenible. También debe tener en cuenta que en el pasado reciente, el control de la inflación y el crecimiento, se debe en gran parte al bajo precio interno de insumos y productos importados.

MINISTRO: ¿TIENE LA PANELA?


Ministro: ¿tiene la panela?
El aumento en los precios de los bienes agrícolas era previsible, así como su impacto en la inflación. ¿Por qué no se evitó?
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 04 de mayo de 2007


En una economía de mercado los precios reaccionan a oferta y demanda. Lo que pasa con los niveles de inflación, que ya casi alcanzaron la meta establecida para el año, se veía venir. El crecimiento de la economía y la demanda no era correspondido por los niveles de oferta. La capacidad instalada estaba a tope. No todo se puede imputar al fenómeno del niño o a la estacionalidad de las cosechas. En particular, en el sector agrícola gran parte de la responsabilidad le cabe al Ministro del Ramo. Veamos por qué.
El trabajo de Ministro no consiste en representar a los empresarios del sector. Eso lo hacen los respectivos gremios. Se trata de articular las políticas públicas y los recursos disponibles con las demás carteras, como un todo, por el bienestar general de la población. Sin embargo, el ministro Arias no parece tener claridad, en ocasiones, sobre el asunto. Lo que se percibe es que, hasta ahora, se ha dedicado a “proteger” de importaciones al sector agrícola, para mantener y propiciar unos niveles de precios que castigan a la gran mayoría de los colombianos, como se ha visto en el desempeño de los bienes agrícolas en relación con la inflación.
En los años anteriores el crecimiento, los márgenes de utilidad de las empresas y la estabilidad en los precios, fueron el resultado, entre otros factores, de las importaciones de bienes que aumentaron la oferta interna, acompañada por una tasa de cambio favorable para comprar afuera. Por eso, también los hogares colombianos han renovado sus vehículos, las ventas del sector se encuentran disparadas, sus electrodomésticos y la industria ,sus bienes de capital. Por supuesto algún productor interno habrá salido perjudicado, y tenido que actualizar tecnológicamente para competir. Pero la mayoría de los ciudadanos se han beneficiado de esta situación.
No ha ocurrido lo mismo con el sector agrícola que ha encontrado en el Ministro Arias un celoso guardián de los productos agrícolas importados que tienen nichos de producción en el país. Solamente ahora, ante el desbordamiento de los índices de inflación, autorizan importar 7.000 toneladas de carne de Argentina y parece abrirse la talanquera para traer otros productos. Es una reacción tardía. Se conocían los efectos de la exportación de carne a Venezuela sobre el precio interno. El Ministro debió anticiparse y no lo hizo. Le cabe responsabilidad.
Pero el anterior es solo un ejemplo. La misma reacción tardía se ha observado en relación a otros productos, como es el caso de uno fundamental en los hogares más pobres: La panela.
Desde que se aprobó la Ley 693 de 2001 que reglamenta el 10% de biocombustible en la gasolina que consumimos y se crearon plantas de producción de alcohol carburante en las regiones paneleras, se sabía que menos caña iba a ir a los trapiches y mas a las plantas .Y que eso iba a tener un efecto en los precios de la panela. Lo que usted llama, Ministro, “tonificación de los precios” lo que quiere decir es que muchos hogares pobres para quienes la panela es vital, no podrán comprarla a los actuales precios. Eso también era previsible.
El asunto no es tan complejo. Conseguir nuevos mercados para los productos Colombianos estimula el trabajo Nacional y el crecimiento, pero cambia las condiciones en el mercado interno. Eso va a ocurrir con el TLC y es tan inevitable como positivo para Colombia. Una de las consecuencias es que cambian las reglas de juego , creándose eventuales desabastecimientos con incidencia en los precios. Estos deben ser previstos y evitarse, importando lo que resulte necesario. Hay que anticiparse, Ministro. Ante estas circunstancias y lo sucedido, empezamos a preguntarnos ¿será que usted tiene la panela que se necesita en estas nuevas condiciones?

A LA DEFENSIVA

A la defensiva
El Gobierno, hasta la semana pasada, se caracterizó por ir adelante y a veces imponer la agenda de temas de que se ocupaban los medios y la opinión. Se empieza a observar el desgaste de esa estrategia y la unidad de la coalición?
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 27 de abril de 2007

Una de las características de la gestión pública es que se desarrolla en ambientes cargados de turbulencias e incertidumbre. En Colombia, el asunto es más complejo por las amenazas que debe afrontar. Narcos, paras y guerrilla, que son ricos. Hasta ahora, el Gobierno afrontó, con un éxito ratificado por la reciente reelección, estas circunstancias. Nada de lo ocurrido en la última semana es nuevo o inesperado, pero se ha notado improvisación e imprevisión. El Gobierno ha bajado la guardia.
Los efectos del triunfo demócrata en Estados Unidos eran previsibles. Las cosas se iban a complicar y a convertir en un elemento en la puja por el poder en ese país. Los demócratas han buscado fisuras en la política exterior de Bush y las han encontrado. Ya le pidieron el retiro de Irak. El trato que le han dado al mejor aliado de su cruzada antiterrorista en América Latina, no debió sorprender a nadie. Ni el que le van a dar. El ex Embajador Pastrana advirtió las dificultades que se venían y empacó maletas para Colombia. Los opositores a ultranza del Gobierno, también y empacaron maletas para Estados Unidos. Los resultados se empiezan a ver ahora. Entre tanto, La Embajadora Barco y el canciller Araujo observan y reaccionan. Casi siempre tarde.
Las declaraciones de los Gremios y algunos lideres políticos de la coalición y el viaje de Uribe a su encuentro con Bush y los demócratas, con las Leyes de transferencias y el TLC pre aprobadas en el portafolio, es lo mínimo que podía hacer, como reacción. Pero no serán suficientes para navegar con éxito en unas aguas que se ponen cada vez mas turbias. Tampoco el deslinde definitivo y no podía ser de otra manera, que se empezó a observar con sectores antes influyentes en el Gobierno, como la familia Araujo o el ex director del DAS.
El referente a observar, aparte de los desarrollos de la política norteamericana, será el impacto en la opinión pública Colombiana de la magnitud de la tragedia ocasionada por la violencia paramilitar que se empieza a conocer. Lo que muchos llaman “la verdad”. Frente a esas dos circunstancias y a sus eventuales desarrollos, ningún Gobierno estará nunca suficientemente preparado. Lo sucedido la semana anterior y la candidez demostrada por el equipo de Gobierno, demuestran que este, tampoco.
El Gobierno tiene un Presidente popular, con liderazgo. Tiene el respaldo de los empresarios. Tiene dirigentes políticos sin tacha que lo avalan, como Vargas lleras Y los Santos. Pero no tiene una estrategia de opinión ni un equipo calificado que la ejecute y tampoco tiene el respaldo institucional, con excepción de los conservadores porque el partido de la “U” hace rato no existe, que una situación como la que se ve venir, exige. Podría dársela un Liberalismo más empeñado en sostener las instituciones y buscar la Paz que en fugaces destellos, al estilo Petro .Va a necesitar más análisis prospectivo y planeación de escenarios que manzanilla, Presidente . A ver si sale de la situación defensiva en que las circunstancias y la ineptitud de su equipo, lo han colocado.

URIBE VS PETRO (¿O EL POLO?) ¿JURÍDICO O POLÍTICO?

Uribe vs Petro(¿o el Polo?) ¿Jurídico o Político?
La Globalización produce una zona gris en la que resulta difícil de establecer el límite de “lo interno” y lo “internacional”. Aunque sea lamentable que algunos opositores del Gobierno utilicen los foros, los medios y ahora, los dirigentes de países diferentes al nuestro para cambiar la realidad política al interior de nuestro propio país, es así.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 20 de abril de 2007


Hasta ahora, ningún hecho revelado en el debate de Petro o por fuera de él parece haber cambiado el sentir de una opinión que hace apenas 10 meses reeligió con mas de 7.000.000 de votos a Uribe. O los procesos Judiciales, archivados o en curso. Una encuesta posterior a la rueda de prensa del Presidente lo da como ganador y a Petro como perdedor. Pero eso es aquí. El Polo, ha conseguido que un sector del partido demócrata Norteamericano y los medios internacionales se fijen en sus acusaciones. Atrajo la atención que al interior de Colombia no le prestaban y consiguió un objetivo político. Porque esa es una organización política que quiere alcanzar el Gobierno y no una asociación de Jueces o corte en busca de la verdad. Si así fuera, podrían confiar en la independencia de nuestra justicia en lugar de presentar fragmentos de declaraciones y expedientes sin juzgar, como si de verdades se tratara.Los temas de Estado y la política internacional, en muchos países se están utilizando como argumentos de política interna. Lo que hace el PP en España, al atravesarse a Zapatero, en la búsqueda de soluciones al tema Eta, es lo mismo que hace Petro en Colombia frente a Uribe. Conseguir protagonismo y mejorar sus perspectivas .No se consideran las instituciones y la estabilidad del sistema político. Se trata de llegar al poder. Ese tipo de oposición no es solo al Gobierno de Uribe, es también a la organización Judicial, a las Cortes que han demostrado su independencia juzgando y castigando conductas punibles de congresistas y funcionarios del actual Gobierno, cuando ha sido necesario.Por otra parte, ya son varios hechos aislados que atentan contra la institucionalidad y no necesariamente contra el Gobierno. Declaraciones de personas detenidas contra dirigentes públicos, que obtienen inmensa difusión, acusaciones no probadas contra militares de alto rango con resonancia en medios serios y prestigiosos, como Los Ángeles Times. Ahora, cuando pensábamos que el debate de Petro mostraba como única novedad su propuesta de “un gran acuerdo Nacional “ y esta se empezaba a controvertir , aparece el desplante de Gore en un escenario promovido por el señor Lee , que conoce mucho de política Colombiana , Norteamericana y procesos de formación de la opinión. Un peso pesado. Como él, hay varios mas preocupándose e interviniendo en asuntos relacionados con Colombia. Pueden ser todas coincidencias. Pero puede que no.En momentos de crisis no faltan quienes encuentran oportunidades. Y espacio, si como en este caso el Gobierno da, como decimos de manera coloquial, “Papaya”. La reacción del Gobierno y las ruedas de prensa convocadas en Bogotá y Miami excedieron los alcances de lo ocurrido. Una actitud más prudente, la difusión de las declaraciones del Departamento de Estado o solicitar alguna al mismo Presidente Bush, podrían conseguir idénticas respuestas al interior sin conceder tanto espacio a unos medios y una opinión internacional que no conocen nuestra realidad interna, más que a través de titulares de prensa. Esto va a significar un notable desgaste para el Gobierno y el mismo Uribe, que no va alcanzar a atender tantos frentes simultáneamente. Por demás, aunque cada vez lo hace de manera más pausada y reflexiva, y aunque no le quede mas remedio, se sabe que es bien difícil litigar en causa propia y conseguir buenos resultados.La forma como ha venido degenerando el ejercicio de la política en Colombia y lo ocurrido esta semana, hacen pensar que como requisito para un acuerdo por la verdad y la Paz, se necesita uno de juego limpio, para no empeorar las cosas y generar mas violencia. Administrar los asuntos públicos y las Relaciones Internacionales es bastante mas complejo que hacer política con argumentos judiciales no probados .Hipotéticamente, llevemos las situaciones al extremo y por un momento consideremos que el Polo alcanza sus objetivos y el Gobierno en 2010.¿se imaginan a Lucho desmontando el impuesto de renta, en medio del conflicto, como hizo con los avalúos o manejando el orden público Nacional con los mismos preceptos e intereses con que” organizó” el transporte público en Bogotá?.

LO QUE VA A DECIR PETRO

Lo que va a decir Petro
“La verdad no puede usarse como pretexto para aumentar el caudal electoral del Polo”.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 13 de abril de 2007


Se trata, en primer lugar, de una eficaz campaña publicitaría, con estrategia de expectativas incluida. Sigue las normas básicas de despertar el interés, atraer la atención y provocar la adquisición. De eso, el Senador Petro sin duda, sabe. Los efectos de su campaña de expectativas han conseguido atraer la atención hasta de sus colegas Congresistas de Antioquia que sin distinguir partido, se han agrupado para responder las “denuncias” de petro.¿ Pero, que es lo que va a decir?
Esta vez las novedades que promete su debate se encuentran apuntaladas con cifras, lo que supuestamente le confiere una mayor dosis de precisión acerca de los vínculos de sectores de la sociedad con Paramilitares: dijo2000, Antioquia, empresarios, políticos y hasta la Iglesia. Se le olvido el deporte, el transporte, la educación, etc. Seguramente piensa que no es rentable para la galería. Sus “pruebas” serán declaraciones de personas comprometidas jurídicamente, denuncias sin juzgar y, en todo caso, expresiones de lo que todos los Colombianos sabemos acerca de la infiltración del narcotráfico en nuestra sociedad, presentados de una manera conveniente para su protagonismo y el de su Partido.
Los colombianos esperamos seriedad y altura en los debates del Congreso. Si tiene pruebas de delitos cometidos, que presente las correspondientes denuncias penales. Muchas de sus acusaciones en el pasado no han servido a la Justicia sino a su protagonismo. Y que no se guarde nada para amenazar con un “próximo debate”. Mejor dicho, que no vaya a salir con “otro chorro de babas”. No mas “chismes”. Se trata de Pruebas, desde el punto de vista jurídico. Desde que comenzó el destape propiciado por el proceso con los paras, hemos visto fotografías de políticos con narcos, pactos firmados, empresas que les pagaban por seguridad, sociedades comerciales y políticas con ellos. Sabemos mucho del actuar de esos grupos. En eso, sin duda, el país ha ganado.
Desde el punto de vista político el debate servirá a los intereses de los convocantes para continuar minando la credibilidad de sus competidores. En realidad ese es su principal objetivo. Ganar audiencia y aumentar su capital político. Fortalecerse y conseguir el Gobierno en 2010.En política todo se vale, pero, cuidado, para acceder al control de la nave, no hay que quemarla. ¿a donde se van a subir?.Recordemos el Palacio de Justicia. Nadie quiere una Colombia incendiada, sino en Paz. Queremos la verdad, pero no como pretexto para aumentar la cauda electoral del Polo.
A propósito de verdades vale la pena pensar un escenario de lo que Petro, no va a decir. Por ejemplo, que minar la credibilidad del Congreso es un argumento mas para propiciar su cierre y convocar unas nuevas elecciones en las que, según ellos, el Polo tendría mayor representación. Que ese y deslegitimar las instituciones es un paso grande hacia una Ley de punto final, escenario en el que el debate quedaría reducido a un mandado con réditos electorales. Y por supuesto, en su renovado papel de adalid de la verdad y la pulcritud, no recordará que los secuestros políticos los empezó el M 19 del que hizo parte. El mismo movimiento que intento matar con un carro bomba a Jaime Castro en Bogotá.

INFLACIÓN: UN IMPUESTO

Inflación: un impuesto
No es solo un impuesto. Es el peor de todos. La compra de dólares es un subsidio a los exportadores que pagamos todos.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
miércoles, 04 de abril de 2007

La noticia según la cual el costo de vida se ha incrementado en lo que va del año un 3.18%, es malísima para los Colombianos. La inflación es un impuesto que no discrimina pero afecta más a los pobres. Subirán los arrendamientos, las cuotas de vivienda, los créditos y los bienes que consumimos.
Se ha adjudicado el aumento de los precios a factores como el clima y la reducción de las cosechas. También a la disminución de las áreas cultivables por que se han destinado, cada vez mas, a la producción de biocombustibles. Factores sobre los cuales ni el Gobierno ni el Banco de la República pueden intervenir. Sin embargo existen otras variables responsables de esta inflación que pueden ser controlados
El primero de ellos es la compra de dólares por parte del Banco de la República para contener la revaluación del peso. Esto significa menos ingresos para los exportadores, pero también importaciones de bienes de capital y consumo a menores precios. Es muy claro que un dólar barato y el aumento de la oferta interna por cuenta de las importaciones ha ayudado a contener los precios, mantener relativamente estables los salarios y por lo tanto las utilidades de las empresas. Tienen derecho los exportadores en reclamar y es por eso que el Banco central ha salido a comprar dólares de manera masiva, pero no al punto de afectarnos a todos. Con el aumento de dinero circulando se han disparado los precios. Todos pagamos ese impuesto y los exportadores tampoco se han beneficiado de manera comparable.
Si se trata de un exceso de demanda al cual no ha correspondido la oferta interna, se podrían intentar medidas de fomento a las importaciones de bienes escasos. El Ministerio de Agricultura, concertando con los productores, debería tomar la iniciativa en el señalamiento de los bienes cuya oferta es o va a ser escasa. Su papel no debe limitarse a resolver los problemas de los agricultores. Más importante que sus intereses, son los de todos los Colombianos, como pasa ahora con la inflación.
El asunto es que con el TLC y la creciente apertura de mercados, dependeremos cada vez más de la oferta y demanda internacional. No sólo el ingreso de capitales que aumentan la inversión y el empleo son y serán necesarios para un correcto desempeño de la economía. No podemos pretender integrarnos en mercados globalizados solamente a nivel financiero. Una economía abierta, como la nuestra, requiere considerar herramientas diferentes al manejo puramente monetario para conseguir y mantener el equilibrio. En este caso, el Gobierno mucho puede hacer, sin necesidad de resucitar al Idema.
La intervención del banco de la República para que no se caiga el Dólar puede interpretarse como un subsidio a sectores exportadores. Subsidio que por la vía de la inflación, vamos a pagar todos los colombianos. Su misión fundamental, de acuerdo con la Constitución , se refiere al control de la inflación.
El Gobierno debe analizar hasta que punto en esta disparada inflacionaria han incidido los nuevos impuestos y el Gasto público, de todas maneras necesarios . Pero sobre todo llamarse la atención por no haber previsto los efectos de un exceso de demanda dejando el asunto a un manejo puramente monetario. El problema no son los efectos del crecimiento de la economía en niveles como el del año anterior, que se han tratado de detener(¡) con el alza decretada de las tasas de interés , pasando de un 6 a un 8% en un periodo breve. A aumentar la oferta interna de alimentos, Ministro Arias.. Y mientras tanto, a importar.

LA LÓGICA DEL ALCALDE

La lógica del Alcalde
“Si devuelven la plata les subimos las tarifas”. “Los avalúos no llegan al valor comercial de los predios”.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
viernes, 30 de marzo de 2007


Si. Quien habla es el mismo Alcalde “Lucho”. En el primer caso a transportadores, muchos de los cuales financiaron su campaña, en el segundo a los ciudadanos que deberán dedicar una proporción mayor de sus ingresos para pagar impuestos. En el primer caso utiliza como argumento el cumplimiento de la Ley. Mejor, de su restablecimiento, porque disponer de 100.000 millones que no les pertenecen, es un delito. Si hacemos extensiva la lógica “popular”del Alcalde, a todos los ciudadanos que cumplen la Ley se les deben aumentar los sueldos, las utilidades etc. En el segundo caso, el del predial, no basta con cumplir la Ley. Según el Alcalde, a pesar de que los bogotanos la cumplen deben pagar más impuestos, arguyendo para ello otro tipo de Ley, la del mercado, porque según el los predios valen más. La misma Ley que no opera para los transportadores: la de oferta y demanda. Está establecido que existe una sobreoferta de transporte público, aceptada por los mismos transportadores, es natural que los precios de ese transporte bajen.
No tienen que ver las tarifas con que devuelvan unos dineros que no les pertenecen, Alcalde. Ese es la lógica con que se ha venido manejando la ciudad. La de las conveniencias y la improvisación. Es por eso que los temas de transporte han sufrido un retroceso en esta administración. Lo de la Secretaría de “Movilidad” es un globo que nunca se infló. Es por eso que transmilenio no funciona bien. Si funciona, el transporte diferente no desaparecerá, se integrará a un sistema distrital de transporte. Es lo que deben entender los transportadores y el Alcalde quien, a propósito, no ha asumido la responsabilidad política que le cabe por el deterioro de transmilenio y el caos en los temas de movilidad, ambiente y seguridad. Nadie, ajeno a su movimiento y a la misma administración, le ha pedido cuentas.
Este es un Alcalde que no ha tenido oposición que le reclame sus desaciertos o que vaya mas allá de los titulares que sus asesores generan. Por sus antecedentes como partido tradicionalmente mayoritario en Bogotá, esa función le correspondía al Liberalismo. Función que no ha ejercido, Hasta ahora. En el Concejo, Garzón arrancó con una coalición mayoritaria liderada por el Polo, partido del cual era director antes de ser elegido y de la que hizo parte la bancada Liberal. El oficialismo Liberal de entonces, liderado por Piedad Córdoba, le entregó los votos que le faltaban para derrotar a Juan Lozano. Hizo parte del gobierno de Garzón, de manera vergonzante, por debajo de la mesa. ¿Cómo le iba a hacer oposición? De paso, esa es una de las razones por las cuales el Partido Liberal ha perdido credibilidad en la opinión y no tiene candidato con probabilidades de éxito en las próximas elecciones. El más destacado de ellos, según las encuestas, es un concejal cuyos logros electorales apenas le han alcanzado para eso, para ser concejal de la bancada, de la coalición. Por su parte, los conservadores comienzan a entender como funciona la política cuando se trata de votos de opinión. Su propuesta de recoger los sentimientos negativos que generan los nuevos avalúos es por lo menos oportuna, inteligente y legítima.
La lógica no descifrada y el estilo desabrochado y bonachón del Alcalde le han alcanzado para que se considere su nombre como candidato presidencial en 2010.No le faltan seguidores que al reclamar los avances en materia social y seguridad en Bogotá como suyos, así lo estimen. El asunto es que las variables relacionadas con la reducción de la pobreza no dependen de los Alcaldes, en lo fundamental. El tema de seguridad y sus desarrollos, lo mismo.¿cuánto de las mejoras en estas áreas pueden devenir de los actos de la Administración Garzón? Con seguridad, en los próximos meses preelectorales lo sabremos.

OJO PRESIDENTE

¿Quién nos quiere desestabilizar?
Ojo, Presidente
Se dice con frecuencia que la nuestra es una democracia amenazada. Hasta ahora, pensábamos que por el narcotráfico, políticos corruptos, las Farc, los paras y la pobreza.
Luis Carvajal Basto

El Espectador
miércoles, 28 de marzo de 2007

En los últimos meses, sin embargo, hemos sido afectados por hechos notorios que nos ponen a pensar que alguien más, de una manera calculada, viene produciendo situaciones que atentan contra las instituciones y nuestro bienestar.¿quién y para qué?
Un primer síntoma fue la declaración de algunas embajadas europeas acerca de la situación de orden público en Bogotá y la inminencia de atentados que nunca se produjeron. Los gobiernos Nacional y Distrital y los organismos de seguridad negaron y desautorizaron esas informaciones. A nivel internacional, sin embargo, quedó el registro de una situación de zozobra que no corresponde a la realidad. Se perjudicó la imagen del país.¿Por qué?
Luego, vino el reencauche de Fernando Botero. Cuando nos habíamos olvidado de él reapareció, sin motivo aparente, con una versión nueva de sus viejas mentiras y verdades. Nada definitivo o novedoso, pero sí suficiente para revivir viejas rencillas entre nuestros lideres políticos y resucitar un globo, llamado proceso 8.000.
Después, aparecieron las declaraciones de un narcotraficante llamado “Rasguño”, cuyo efecto neto fue recordarnos los vínculos entre narcotráfico y política contando, como única fuente, con su propia experiencia e intereses de reo, próximo a ser extraditado. Nada nuevo. Lo que ha dicho hasta ahora, es un refrito que deja ver su nostalgia por épocas pasadas y afortunadamente, superadas. Ahora, Colombia ha llegado a un punto en que muchos políticos, incluyendo gobernadores y alcaldes, se encuentran en la cárcel y otros hacen cola para ser juzgados. Es una prueba para nuestras instituciones. También es testimonio de que estas funcionan y se mantiene el necesario equilibrio de poderes. Lo de “Rasguño”, más que realidades, es una forma de crear malas expectativas. De amenazar y desestabilizar. ¿Para qué?
La publicación en Los Angeles Times de información no confirmada que supuestamente involucraría al general Montoya, comandante del Ejercito, en vínculos con grupos armados ilegales, es el más reciente episodio de hechos que quieren crear confusión, mala imagen y desestabilización. Además de la candidez del periódico, se debe registrar que quien “filtro” la desinformación conoce bien las reglas del juego. No se trata de algún”amateur a prueba”. La inteligencia norteamericana, sin embargo, dio pistas al aclarar que el origen del asunto eran comentarios que habían llegado a la inteligencia de un tercer país, como en el caso de los supuestos atentados en Bogotá. El asunto es:¿quién convirtió un chisme en una “información “de un periódico serio e influyente ,en una coyuntura que incluye la aprobación del TLC y la renovación del Plan Colombia en el congreso norteamericano?
Este no parece el estilo de las Farc y la pericia demostrada excede sus capacidades de cabildeo, conocimiento de medios y política internacional. No hay motivos para pensar que se trate del narcotráfico o los paras, unos encarcelados y otros próximos a serlo y perseguidos. Por su parte, el Polo parece bastante conforme navegando en unas aguas que lo han convertido en alternativa electoral y los alcances de Petro y CIA están establecidos en ese claro propósito.
Por su parte, el gobierno de Bush ha actuado de manera transparente como corresponde a un aliado. ¿Qué nos queda? Podría ser una nueva derecha con ganas de pescar en río revuelto y cuya ambición de poder no tiene límites, como ya lo ha demostrado. Tratar de postularse como alternativa “moral” en medio del caos y la desinformación creadas. Aparte de los políticos corruptos que hoy están en la cárcel o todavía no lo están, existen otros que probablemente nunca estarán, que ya le han jugado sucio al país y que no se han parado en pelos en sacrificar a Colombia para alcanzar el Gobierno, satisfacer su ego y hacer grandes negocios. Ojo, Presidente. Están tirando desde muchos lados...¿De pronto fuego amigo?

LO QUE DIJO BILL GATES

Lo que dijo Bill Gates
“...tiende a comportarse como un gurú de la nueva sociedad y un visionario de la tecnología y sus usos aplicados”: Juan Luis Cebrián
Luis Carvajal Basto

El Espectador
lunes, 26 de marzo de 2007


No se demoró ni dijo mucho. Pero el tipo que ha tenido tanta influencia en que ahora vivamos de otra manera los habitantes del planeta, con lo poco que le escuchamos nos puso a pensar en asuntos diferentes a la parapolítica. Por ejemplo, en que no somos ya un país tan parroquial como muchos creíamos, en que todas las actividades del hombre dependen hoy de la tecnología y en que nuestro futuro como nación tiene que ver con la capacidad de relacionarnos con ella para lo cual hay que cambiar, entre otras cosas, mucho de nuestro sistema educativo.
La sociedad del conocimiento tiene una infraestructura propia basada en internet. La red es también autopista de la formación y como tal debe ser utilizada, disfrutada y aceptada. Mientras muchos gobiernos locales sacan pecho porque construyen aulas con pupitres, Gates nos recordó que el cemento no enseña. Y que la infraestructura educativa ahora tiene más que ver con formación de docentes, software, énfasis en ingenierías y ciencias aplicadas, matemáticas e idiomas.
La pregunta es obvia: ¿en qué estamos? Y la respuesta no es tan desconsoladora como se podría pensar. Programas gubernamentales que ya tienen varios años, como Compartel 1 y 2, los de bilingüismo e informática que han sido banderas en el Ministerio de Educación, las experiencias del Sena y fundamentalmente la Unad, y la rebaja en el IVA a los computadores hacen que el futuro no sea desesperanzador.
Existen unas bases para empezar una reforma de fondo que adecue nuestro sistema educativo a las necesidades de una sociedad que es bien diferente, también en su estructura productiva y de negocios, al modelo Fordista que inspiró, hace más de 90 años, los pilares conceptuales del sistema educativo que hasta hoy hemos tenido. Debemos entender que los paradigmas cambiaron.
No necesitamos ser gurús, como Gates, para saber en qué estamos, para dónde vamos y en qué se deben colocar los énfasis y los recursos públicos. La conectividad en instituciones públicas y en los hogares, debe convertirse en la primera meta de un sector educativo que se acerca cada vez más al de comunicaciones. De hecho, eso amerita utilizar de inmediato las posibilidades que ya ofrece la banda ancha en redes inalámbricas como wimax.
Las secretarías departamentales de educación y los gobiernos municipales deben invertir sus recursos en ello y ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de conectarse desde cualquier parte a la red. Algunos municipios ya lo hacen. El dinero de las regalías, por ejemplo, debe dedicarse en parte a ello, en lugar de “construir” obras inconclusas y un tipo de aulas que en unos pocos años serán obsoletas, si es que ya no lo son. Ahí está ya disponible el modelo de la Unad, que debe ser rápidamente replicado en toda la oferta de educación superior que ofrece el Estado.
Por estos días se discute el plan decenal de educación, el cual es un interesante ejercicio democrático. Valdría la pena que los Ministerios de Comunicaciones y Educación incluyan el concepto de convergencia en los servicios de telecomunicaciones en el plan y sus efectos en la educación. Entidades externas como Fedesarrollo, Microsoft y la Rand Corporation, además de los empresarios, exportadores y gobiernos, pueden asesorar al Gobierno Nacional. Mientras tanto resulta indispensable la creación de una Unidad Coordinadora especial que fusione los temas de educación y telecomunicaciones, incluyendo la radio y televisión oficiales, en un gran ente que se preocupe por hacer los grandes planes y ver por su ejecución. Incluyendo la asesoría para la utilización de los recursos por parte del Gobierno Nacional y los gobiernos departamentales y locales.