sábado, 28 de febrero de 2009

ACCESO A INTERNET: DEMOCRACIA DE VERDAD

Por: Luis Carvajal Basto
En medio de esta crisis Mundial, existen oportunidades. El sistema económico no va a colapsar, pero estamos asistiendo a un reacomodamiento Histórico. Las tecnologías de información y comunicaciones están cambiando la educación y creando nuevos escenarios de empresas y negocios. Definen y definirán las posibilidades de empleo y bienestar de las Naciones. En esta nueva era, el acceso a Internet es democracia real.
Una característica de las revoluciones tecnológicas es que casi todos los países arrancan del mismo lugar. Frente a lo que ocurre hoy, ha quedado tan obsoleto el sistema educativo en Estados Unidos como en Colombia. Lo reconoce el Presidente Obama y es una de las prioridades de su plan de reactivación de la economía.
Ha entendido Obama, por ejemplo, que no puede subsidiar a la industria automotriz norteamericana para siempre. La productividad es inferior a la que han conseguido los países asiáticos. Su dilema es: proteccionismo y subsidios o competitividad. La adecuación de la estructura productiva le exige “reinventar” el modelo educativo, la aplicación y difusión de las nuevas tecnologías. En eso está.
En Colombia no nos situamos tan lejos. La escuela se debe transformar y lo venimos haciendo. Aulas virtuales modelo, que tenemos desde hace más de una década, tableros digitales, tablet PC, y televisión integrados. Capacitación de docentes y renovación de los currículos de las facultades de Educación. Todo pasa por conectividad, acceso a la red, convergencia.
Se calcula que el 15% de la población Mundial tiene acceso a Internet. En Colombia, los suscriptores con un acceso dedicado ya pasan de dos millones, con lo que se puede calcular que, en el peor de los casos, al menos 10 millones de ciudadanos lo hacen. La cifra no es tan mala.
Es cierto que aún estamos lejos de una cobertura universal del servicio de salud, que los servicios básicos no llegan a una parte importante de la población y que en muchas escuelas, no se ha superado la tiza y el tablero. Pero ¿Debemos esperar a superar estas carencias para actualizar el sistema educativo y hacer posible que la conectividad otorgue garantías para el ejercicio de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución? Claro que no.
El ejercicio de nuestros derechos pasa, hoy día, por el acceso a Internet. Ni hablar de la utilidad de esta herramienta en la eficiencia del sector público y la lucha contra la corrupción. Están inventados programas de software libre y otros, como la plataforma de servicios ciudadanos de Microsoft, que mejorarían el desempeño de los gobiernos departamentales y locales. Muchos de estos, sin embargo, continúan malgastando millonadas en asesorías de “expertos” que quieren “descubrir” el agua tibia, con el consejo de políticos amigos.
El congreso mediante una Ley Marco, debe ocuparse de garantizar el derecho de todos los ciudadanos a utilizar y disfrutar los beneficios de la Red, actualizando los derechos fundamentales plasmados en la Constitución y haciendo popular el gobierno en línea, sinónimo de transparencia y eficiencia. Los Partidos políticos y candidatos, ponerse de acuerdo en este objetivo

domingo, 22 de febrero de 2009

El Liberalismo: ¿Un Club del 1%?

Por: Luis Carvajal Basto
No es necesaria una consulta para establecer que el sentimiento Liberal es mayoría entre los colombianos.
Pero tampoco lo es otra derrota, para registrar que la organización del partido Liberal actual, que es diferente e infinitamente menor que el Liberalismo, sigue divorciada de la realidad del país y de la opinión y no encuentra un candidato popular.
Los partidos son instrumentos que enlazan las demandas de los ciudadanos con el régimen político. Las mayorías convierten sus deseos y programas en políticas, mediante el acceso al gobierno. Las corrientes que hoy controlan la estructura del partido, parecen empeñadas en todo lo contrario.
Luego de tres derrotas presidenciales y de ver reducido su caudal electoral a casi la mitad de los votos del Polo, su doctrina parece reducida a controvertir las mayorías. De acuerdo con el ex presidente Gaviria, quien debe interpretar las posiciones extremas de Piedad Córdoba, el ex Uribismo del ahora dirigente oficialista Héctor Helí y del precandidato Pardo, quienes aspiren a ser parte de esta versión del Liberalismo “tienen que dejar claro que están abiertamente en contra de la reelección del presidente Uribe, y asumir su papel como miembros de un Partido que está en la oposición".
Eso parece una declaración de fe, ajena a los principios Liberales.¿ Adónde fueron a parar las Libertades de pensar, opinar y disentir, esencia del Liberalismo? De programático no tiene nada y, por otra parte, si se considera tan delicado que el Presidente aspire por tercera vez, ¿no es casi lo mismo que un partido con tanta tradición reduzca su plataforma y su función, a refutarla?
Pues con ese “programa” no se llega a 2010 y se hace prácticamente innecesaria cualquier tipo de consulta. Si se trata de hacer oposición, se extraña que en una reunión como la de la semana que pasó, no se concluyeran alternativas de política para los damnificados del invierno o para mantener los empleos frente a una crisis mundial que está llegando a la mesa de los colombianos, por ejemplo.
La consigna es oponerse a Uribe, si se equivoca o si acierta o si todo lo contrario. Es una lógica pobre, pero el problema es mayor si se considera que independientemente de la voluntad de reelección del Presidente, la opinión concede muy poco favor a ese discurso, que además es el único que este Liberalismo transmite. Lo de Piedad Córdoba, según sus propias palabras, no es político sino, Humanitario.
No hará falta esperar demasiado para que los congresistas que asistieron al encuentro y que son el corazón de la estrategia del oficialismo Liberal, reclamen por una verdadera opción de poder o, mejor dicho, un candidato con posibilidades reales en 2010.Además de las encuestas, los analistas no conceden a los actuales muchas posibilidades. Hommes, por ejemplo, ha dicho que no quiere una nueva reelección, pero que con ellos “no se hace un caldo” y el ex Alcalde Castro ilustró bien la situación al decir que “parecen calvos peleando por un peine”.
De continuar las cosas como van, la fecha de una consulta y el próximo congreso del Partido, podrán ser de utilidad para terminar de conformar un Club exclusivo de quienes no superan el 1% en las encuestas. Mientras tanto, el País elegirá un nuevo Presidente, seguramente “apostata” de tan pobre credo.
Luis Carvajal Basto

El Liberalismo: ¿Un Club del 1%?

Por: Luis Carvajal Basto
No es necesaria una consulta para establecer que el sentimiento Liberal es mayoría entre los colombianos.
Pero tampoco lo es otra derrota, para registrar que la organización del partido Liberal actual, que es diferente e infinitamente menor que el Liberalismo, sigue divorciada de la realidad del país y de la opinión y no encuentra un candidato popular.
Los partidos son instrumentos que enlazan las demandas de los ciudadanos con el régimen político. Las mayorías convierten sus deseos y programas en políticas, mediante el acceso al gobierno. Las corrientes que hoy controlan la estructura del partido, parecen empeñadas en todo lo contrario.
Luego de tres derrotas presidenciales y de ver reducido su caudal electoral a casi la mitad de los votos del Polo, su doctrina parece reducida a controvertir las mayorías. De acuerdo con el ex presidente Gaviria, quien debe interpretar las posiciones extremas de Piedad Córdoba, el ex Uribismo del ahora dirigente oficialista Héctor Helí y del precandidato Pardo, quienes aspiren a ser parte de esta versión del Liberalismo “tienen que dejar claro que están abiertamente en contra de la reelección del presidente Uribe, y asumir su papel como miembros de un Partido que está en la oposición".
Eso parece una declaración de fe, ajena a los principios Liberales.¿ Adónde fueron a parar las Libertades de pensar, opinar y disentir, esencia del Liberalismo? De programático no tiene nada y, por otra parte, si se considera tan delicado que el Presidente aspire por tercera vez, ¿no es casi lo mismo que un partido con tanta tradición reduzca su plataforma y su función, a refutarla?
Pues con ese “programa” no se llega a 2010 y se hace prácticamente innecesaria cualquier tipo de consulta. Si se trata de hacer oposición, se extraña que en una reunión como la de la semana que pasó, no se concluyeran alternativas de política para los damnificados del invierno o para mantener los empleos frente a una crisis mundial que está llegando a la mesa de los colombianos, por ejemplo.
La consigna es oponerse a Uribe, si se equivoca o si acierta o si todo lo contrario. Es una lógica pobre, pero el problema es mayor si se considera que independientemente de la voluntad de reelección del Presidente, la opinión concede muy poco favor a ese discurso, que además es el único que este Liberalismo transmite. Lo de Piedad Córdoba, según sus propias palabras, no es político sino, Humanitario.
No hará falta esperar demasiado para que los congresistas que asistieron al encuentro y que son el corazón de la estrategia del oficialismo Liberal, reclamen por una verdadera opción de poder o, mejor dicho, un candidato con posibilidades reales en 2010.Además de las encuestas, los analistas no conceden a los actuales muchas posibilidades. Hommes, por ejemplo, ha dicho que no quiere una nueva reelección, pero que con ellos “no se hace un caldo” y el ex Alcalde Castro ilustró bien la situación al decir que “parecen calvos peleando por un peine”.
De continuar las cosas como van, la fecha de una consulta y el próximo congreso del Partido, podrán ser de utilidad para terminar de conformar un Club exclusivo de quienes no superan el 1% en las encuestas. Mientras tanto, el País elegirá un nuevo Presidente, seguramente “apostata” de tan pobre credo.
Luis Carvajal Basto

domingo, 15 de febrero de 2009

NÚMEROS ROJOS EN LA ECONOMÍA




Números rojos en la economía
Por: Luis Carvajal Basto
En un momento como este, ciudadanos y actores económicos son más que sensibles a las señales que se emiten. Hasta octubre, el desempeño puede calificarse de aceptable. Las malas influencias vinieron y vienen de fuera. Nos creímos el “cuento” de la crisis. ¿De qué otras formas reaccionar?
De acuerdo con los datos de la ANDI terminamos 2008 con una caída en la producción manufacturera y las ventas cercana al 3%.Las exportaciones también muestran signos preocupantes. A pesar de ello, el índice de desempleo aumentó levemente y el PIB no se ha desplomado. Pero en todas partes se habla de crisis y la gente tiene temor de invertir y de comprar.
A nivel internacional, las cosas no mejoran. Continúa la cadena de malas expectativas que producen despidos y estos, a la vez, generan malas expectativas. Europa entró en recesión y la semana anterior, China, que ha acumulado un inmenso arsenal de reservas en dólares, comienza a pedir a Estados Unidos garantías para evitar su desvalorización.
Allí, el Presidente Obama ha centrado su plan de rescate en “evitar que la crisis se convierta en catástrofe”. En los últimos tres meses, también desde octubre, en Estados Unidos se han perdido 1.800.000 empleos. Ha dicho Obama que existen regiones donde la tasa de desempleo pasó de 5 al 15% en 2008.Nada alentador. El Mundo, que tiene los ojos puestos en él, no sabe si está observando un Presidente preocupado, asustado o las dos cosas.
Puestos en una balanza la imagen pesimista que transmite Obama, de una parte y los 800.000 millones que le aprobó el congreso para salir de la crisis, de otra, no se puede anticipar el resultado. Pero su actitud en vez de sumar, evidentemente resta, en medio de un escenario caracterizado por la desconfianza de inversionistas y consumidores.
Por otra parte, no ayuda al clima de negocios la incertidumbre acerca de hasta adonde va a llegar la actual administración en términos de defender los empleos en Estados Unidos a costa de la liberación del comercio. La renuncia del designado Secretario de Comercio Gregg, amigo de los TLC, arguyendo “diferencias insalvables”, podría interpretarse como una negativa a convertirse, dadas las circunstancias, en “Secretario de protección”.
En Colombia, el gobierno y las autoridades monetarias han actuado con cautela. Ni se ha tratado de crear pánico, anunciando catástrofes, ni el Banco de la República ha bajado tanto ni tan rápido las tasas de interés, como para permitir una mayor escalada del dólar, lo que aumentaría las presiones inflacionarias.
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, no tenemos que estabilizar aquí el sistema financiero ni comprar activos tóxicos (entre otras, parecidos a los de DMG), ni decretar el cese de los embargos de viviendas. Pero, aparte de lo anunciado, es mucho lo que se puede y lo que no se debe hacer para evitar el impacto pleno de la crisis.
Si algo está claro es que nadie sale de ella sin un incremento en el gasto público y el déficit fiscal. El gobierno anticipó el cronograma de gastos, pero es bien probable que esto no sea suficiente. Va a tener que aumentar sus niveles de endeudamiento: el mal menor. El sector privado, la banca y los mismos sindicatos pueden ayudar en la focalización del gasto que se viene.
Para empezar, se deben “sintonizar” las acciones del gobierno Nacional y las entidades territoriales. Por ejemplo, mientras que el gobierno del Valle del Cauca asume medidas expansivas, como comprometer vigencias anticipadas, el de Bogotá asume otras restrictivas y hasta recesivas, como el pico y placa, y no “encuentra” recursos para proyectos dinamizadores de la economía, como el tren de cercanías. Alistémonos para salir de los formatos y asumir medidas excepcionales. La situación que se ve venir, lo es.
Luis Carvajal Basto

sábado, 7 de febrero de 2009

PROTECCIONISMO Y POLITIQUERÍA

Proteccionismo y politiquería

Por: Luis Carvajal Basto
Ante la crisis, se está poniendo de moda un discurso que supuestamente protege los puestos de trabajo de los Nacionales de cada país. Parece increíble pero en eso están de acuerdo personajes tan diferentes como Sarkozy y Correa. El populismo es una fórmula fácil y no tiene color político.

En un escenario en que cada día las empresas suprimen empleos, puede ser popular que algunos políticos tomen medidas para "defenderlos" colocando obstáculos a las importaciones y al trabajo extranjero. En el corto plazo mejora a los gobernantes su popularidad, en el largo le cierra las puertas al País en el exterior y perjudica a sus ciudadanos.

Es el caso de los Presidentes Correa, quien ha restringido las importaciones procedentes de Colombia, y Sarkozy, quien empieza a tomar medidas para "proteger" empleos franceses. Quieren vender pero no comprar. Eso, en realidad no se puede. Pero el ejemplo cunde. En la Ley que propende por estimular la economía de Estados Unidos, pasó en la cámara una condición para el uso de recursos que obligaba a que el hierro y el acero a utilizar fueran estadounidenses."Compre Estadounidense" es el eslogan.

El presidente Obama salió al paso de lo que podría desatar una guerra comercial, por lo que en el senado "peluquearon" el proyecto. Aclararon que respetarían acuerdos y tratados. Las cuentas son sencillas: según los cálculos defenderían 1000 empleos y perderían 6500.En este caso se impuso la razón de Estado sobre la politiquería.

A estas alturas no parecen discutibles los beneficios en el desarrollo del principio de la especialización que se han alcanzado con la globalización. Pero en esta época de crisis, el proteccionismo a ultranza puede adornar los discursos de los malos políticos con resultados perversos.

El libre comercio, por ejemplo, ha contribuido en Colombia, de manera importante, en el control de la inflación. Ha hecho posible renovar mucho del parque automotor, la modernización de los activos productivos de las empresas y hasta los electrodomésticos y vestuario de las familias.

La migración de colombianos al exterior produce recursos que en el 2008 llegaron a los 5000 millones de dólares. La libre circulación de personas, que a pesar de las restricciones, avanza de la mano con el libre comercio, es hoy un sostén básico de las sociedades y economías Latinoamericanas.

¿A alguien se le puede ocurrir que le compren sus productos en el exterior con bajos aranceles y que permitan a sus Nacionales remesar divisas sin alguna reciprocidad? Pues a los malos políticos que, como los malos comerciantes, piensan mucho en las ganancias, las encuestas del día y la galería, y poco en la solidez de las economías y el bienestar de los ciudadanos.

Ha hecho bien Colombia al no responder la agresión comercial de Ecuador y Venezuela, que han puesto trabas y cupos a nuestras exportaciones. Modelos de gobiernos como el de esos países, pierden empleos espantando la inversión, Nacional y extranjera, que en muchos casos ha buscado en nuestro país un lugar donde invertir. Hoy somos el tercer destino de esos flujos en Latinoamérica.

El proteccionismo se ha convertido en un recurso, a veces provocador, de los malos políticos. Esperemos que a los nuestros no les dé por lo mismo, porque perderíamos mucho del terreno ganado en competitividad.