lunes, 18 de octubre de 2010

¿Uribe, alcalde?


Por: Luis Carvajal Basto
En medio de una tormenta política y jurídica que involucra a cercanos colaboradores, el ex presidente agita el ambiente político buscando consolidar su movimiento para elegir alcaldes y gobernadores en las próximas elecciones regionales y preparar las presidenciales de 2014. Sin embargo una aspiración a la Alcaldía de Bogotá, sin duda exitosa si las elecciones fueran hoy de acuerdo con su imagen en las encuestas, podría terminar prematuramente con la unidad de la coalición del Presidente Santos.

No cabe duda que, de no ocurrir un milagro, el Polo será relevado en la administración de Bogotá y que ni el Liberalismo oficialista, ni el Conservatismo ni Cambio Radical, miembros de la coalición de gobierno, tienen un candidato suficientemente fuerte.

Se habla de una consulta interpartidista entre los Verdes, Cambio Radical e incluso el actual oficialismo Liberal para escrutar un candidato opcionado. También, que la U postularía a Oscar Iván Zuluaga, buscando un “peso pesado”.

No se sabe si los amigos del Presidente Uribe estén promoviendo a Zuluaga, a quien no conocen en Bogotá, para “quemarlo”, correspondiendo a Uribe recuperar la Alcaldía o al contrario. En cualquier caso están generando gran desconcierto en la propia coalición.

El director del Conservatismo, por ejemplo, ha expresado recientemente que el ex Presidente es de la U y sus reuniones con el Conservatismo no tienen carácter Institucional etc. Si no está propiamente partiendo cobijas por lo menos lo parece, lo cual resulta increíble tratándose de su ex Jefe quien además lo liberó haciéndole Ministro. Pero su actitud da una idea del tono de la actual situación. Ni hablar de la opinión del oficialismo Liberal y Cambio Radical, miembros de la coalición que ya tienen pre candidatos.

El asunto se complica al considerar que el ex asesor Presidencial José Obdulio Gaviria, quien mejor interpreta los silencios del ex Presidente, hace pocos días descartó una candidatura de Uribe a la Alcaldía.

Pero el ex Presidente ha comenzado a hablar de una “cirugía burocrática” para Bogotá, posicionando un discurso que retoma el camino de las reformas institucionales. ¿Será para catapultar al bogotanamente ignoto Zuluaga? Porque como argumento político no hace falta para deslegitimar al Polo que, con los escándalos de los carruseles y el trancón, ha hecho esa gestión por cuenta propia.

El voto en Bogotá para alcalde es de opinión y poco tiene que ver con maquinarias. Uribe tiene gran aceptación y sigue marcando alto en las encuestas, pero su candidatura a la Alcaldía desvirtuaría su dimensión y gestiones nacionales, anticipando una ruptura en la actual coalición de Gobierno. ¿Estará dispuesto a asumir esos costos, añadidos a los que le han correspondido por actuaciones de sus subalternos?

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