sábado, 19 de diciembre de 2009

El Palacio: Justicia y política


Por: Luis Carvajal Basto
Si alguien quiere saber de ironías en nuestra historia, basta con confrontar lo ocurrido en el Palacio de Justicia, hace veintitantos, años con la actualidad política observando el giro de las Instituciones, pero también de las personas.

El informe de la comisión de la verdad es, más bien, de las verdades: Qué la toma del Palacio fue una alianza entre el M19 y la mafia; qué se cometieron muchos homicidios no explicados y, qué mientras varios actores disfrutan hoy día de las “mieles” del establecimiento a la vez que lo cuestionan, otros están muertos o, como el Coronel Plazas, en la cárcel.

Pero hay otras verdades que refrescan nuestra memoria tras los hechos del palacio, como la utilización de secuestro y asesinato a manera de arma política, método que puso de moda en Colombia el M 19 con José Raquel Mercado y Álvaro Gómez y luego se generalizó, abriendo la escalada de violencia que hemos padecido desde entonces. El origen de los paramilitares se relaciona con otro de sus secuestros.

Que lo del Palacio fue un asunto de barbaros, se sabía. Lo que no conocíamos era la capacidad de caos del gobierno de la época. No sale muy bien librada la ex Ministra Sanín, quien para evitar otro nueve de Abril, según sus palabras, censuró la difusión de los hechos, recordándonos que el “camino del infierno está lleno de buenas intenciones”. Pero mucho hay de miopía política y desconocimiento de la Historia, inusuales en un Ministro de Estado: el M 19 jamás tuvo una base popular. Menos en Bogotá. No caben comparaciones. Como disculpa, es mala.

Tampoco queda bien el Presidente Betancur. En esos días no hubo gobierno sino lo contrario. Dejó que el asunto se resolviera a tiros sin tener en cuenta las vidas de los Magistrados y Ciudadanos que se encontraban allí. Sobre todo, olvidó que él era el Presidente. Una comparación inevitable con la forma como el Gobierno del ex Presidente Turbay manejo el tema de la Embajada nos enseña que a las sociedades, dependiendo del momento y condiciones, les conviene más una Democracia con autoridad para garantizar las Libertades que una en que se difumina.

Lo del Palacio es un hito fundamental en la desinstitucionalización de Colombia. Por eso resulta extraño que, asumiendo la vocería de los Magistrados asesinados, el actual Presidente de la Corte Suprema proponga “otro cese al fuego”. ¿Entre quienes?¿ Se referirá a la reciente intervención política de la Corte con movidas como dejar al país sin fiscal, pretendiendo un maltrato histórico a la Rama Judicial? De ser así reconocería estar echando leña al fuego de manera intencional, desconociendo, entre otras, las diferencias entre el gobierno de entonces y el actual y que en el medio, el país tiene otra Constitución.

La primera ironía que a cualquiera se le ocurre, resulta de confrontar el estatus de Robín Hood, que algunos concedieron al M 19, con la realidad de un grupo armado alquilado a la mafia según el informe. Eso no es grave sino gravísimo y tiene razón el Doctor Carlos Medellín al solicitar explicaciones al Gobernador Navarro y al Candidato Presidencial Petro.

Este último debe mucho de su popularidad a su condición de ex del M 19 y otro tanto a las sindicaciones sin fundamento que hizo en todas partes del mundo contra el Estado Colombiano, del cual ahora, como hace veintitantos años, hace parte activa y ha derivado prerrogativas de Senador. Está moralmente impedido hasta tanto las responsabilidades del M 19 no sean aclaradas o asumidas . (¿La carta del candidato Pardo invitándole a una coalición se produciría antes o después del informe de la comisión de la Verdad?)

Luego de conocer el informe, no se puede menos que enaltecer el trabajo y el valor del Magistrado Pinilla y sus colegas; Lamentar que hasta ahora el país conozca unas verdades que jamás serán completas, y aterrarse con las lecciones irónicas de nuestra actualidad, en que los pájaros le “tiran a las escopetas” y los lobos se disfrazan de ovejas sin que nadie recuerde o se percate. Es hora de que cuente su versión de esos hechos el candidato Petro.

sábado, 12 de diciembre de 2009

El congreso liberal


Por: Luis Carvajal Basto
La renuncia del ex Presidente Gaviria, la anunciada asistencia del ex Presidente Samper y los “plenos poderes” que solicitará el candidato Pardo serán los temas. Pero hay otros.

Pardo seguramente tendrá los votos necesarios para ratificar lo conseguido en la consulta, asunto no tan difícil. Con los delegados de Antioquia, Córdoba y unos votos más podría constituir mayorías en el Congreso Liberal.

Pero otra cosa es que la precaria votación obtenida en la Consulta le alcance para solicitar carta blanca o lograr consensos al elaborar las listas de Congreso. Sectores importantes argumentan que llegó al Liberalismo procedente del Uribismo, que ahora critica, procedente del Pastranismo y con el único objetivo de ser candidato sin tener que hacer la cola que le impondrían allí.

Su propuesta de reforma de estatutos y constitución de un amplio ejecutivo central resultan indispensables en un partido moderno, pero se equivoca al persistir en el discurso anti Uribista. Parece haber hecho un ejercicio académico interesante al identificar temas sensibles para la opinión, pero no descifra los factores que han consolidado el respaldo popular al Presidente. Como otros candidatos apuesta todo a que Uribe no se presente.

Dicho de otra forma su discurso “opositor” mantiene continuidad con el de “oposición con embajada” de Horacio Serpa y el más responsable, en cuanto supo diferenciar los temas de Estado de los políticos, del ex Presidente Gaviria, pero como ellos insiste en estrellarse con la opinión y las mayorías que siguen respaldando al Presidente.

Ante las cada vez más bajas votaciones por candidatos oficiales, está claro que oficialismo y opinión Liberal marchan por caminos diferentes y este no es un problema ideológico. Al fin y al cabo, los partidos están hechos para ganar elecciones. Por otra parte, ¿Será de “derecha” quien usa la autoridad para defender las Libertades o de “izquierda” quien la socava, abriendo la ruta del desbarajuste institucional?

Eso nos recuerda que otras agendas concurren al encuentro Liberal. La presencia del ex Presidente Samper hace prever que liderará activamente un sector más que controvertido por las cercanías con Chávez en un momento delicado de las relaciones con ese gobierno.

¿Podrá, en ese escenario, abonarse el terreno para un proyecto de unión capaz de convocar a la opinión Liberal que no se siente representada en el Partido? Nada parece indicarlo si se mantiene la errática actitud de las dirigentes en los últimos años.

Si algo ha demostrado la experiencia reciente es que la apuesta por el “centro” no cabe en el actual espectro político Colombiano. El asunto, más que entre izquierdas y derechas, es entre institucionalidad y anarquía en un país que ha rechazado la violencia en sus expresiones terroristas o paramilitares. El Partido Liberal, increíble que haga falta decirlo, no puede prestarse a confusión en aspectos como este o el de la defensa de nuestra integridad como Nación.

Antes de proceder a reformar los estatutos, como lo quiere el candidato Pardo, debe el congreso Liberal pronunciarse sobre estos temas y evaluar su política de oposición a la seguridad democrática, luego de los resultados electorales, producto del sentir de la opinión, en los últimos quince años.

  • Luis Carvajal Basto

sábado, 5 de diciembre de 2009

Entre desempleo y alza en el salario mínimo


Por: Luis Carvajal Basto
En el momento en que se publican cifras con un aumento al 11.5% en el desempleo, se ventila el alza en el salario mínimo. ¿Necesariamente un aumento de este propicia más desempleo?

Lo primero que debe hacer quien pretenda analizar cualquier cifra es hacerse preguntas del tipo: ¿comparado con?, para luego buscar las variables que han influido en el pasado y lo harán en el futuro sobre el aspecto a estudiar.

Si se observa el desempeño de la Economía a nivel mundial, no salimos tan mal librados. Por primera vez en muchos años las cifras de nuestro desempleo se parecen a las de países desarrollados y en muchos casos son bastante mejores. En Estados Unidos y en Europa la cifra es similar a la nuestra (9.4 y 9.5%). Pero en España, por ejemplo, es casi del doble (18%).

El aumento del desempleo en 2009,1.4% respecto del año anterior, es preocupante y rápidamente deben tomarse medidas para contrarrestar esa tendencia, pero no debemos olvidar que salimos del año más difícil de la crisis y se debe persistir en llegar a cifras de un dígito, como las hemos logrado con la inflación, para no volver a un clima económico como el de 1999, en el gobierno del Presidente Pastrana, año en el que fueron superiores al 18%.

Como lo pronosticamos en esta columna hace un año, los efectos de la crisis mundial no nos golpearon tanto. No contábamos, debe decirse, con los efectos del muro que ha puesto el Presidente Chávez a nuestras exportaciones aumentando el desempleo. La sustitución de estas es un esfuerzo de largo aliento y debe complementarse con una política de subsidios y exenciones en la zona de frontera. Si nuestros productos mantienen su calidad y precios competitivos y la oferta es constante, no habrá muro que valga.

Con este escenario y colocados frente a la situación generada por la crisis y los empleos perdidos, falta ver cuantos más se perderán en la recuperación. Ante expectativas de recesión en 2009 los empresarios procedieron de conformidad con los resultados conocidos. Pero menos empleos significan menos demanda y alguien debe “arriesgar”. El gasto público y la reducción de tasas de interés han hecho lo suyo.¿ Deben poner ahora los trabajadores?

En teoría el incremento salarial debería corresponder a la inflación estimada. En la globalización debemos observar también competitividad. Dicho de otra forma si los salarios internos no mantienen los niveles de rentabilidad de los inversionistas, esto, sumado a otros factores, como el riesgo político por ejemplo, podría generar reducción de la inversión, la confianza y los empleos.

Por otra parte, si los niveles salariales afectan hacia abajo la demanda, se podría obtener una reducción también indeseable o recesiva, no siendo tan cierto, como hemos visto en Colombia en años anteriores, que el crecimiento del PIB necesariamente empuje los empleos hacia arriba de manera proporcional. La inversión en capital y tecnología espera un incremento en productividad y esta no debe ser una meta exclusiva de los empresarios, en cuanto en un mundo como el de hoy solo la competitividad puede garantizar puestos de trabajo.

A pesar del restablecimiento de la confianza a nivel mundial y la paulatina estabilización de las economías Norteamericana y Europea, debemos prepararnos para un escenario de recuperación en el que una mayor productividad, indispensable e inevitable, sacrificará otros empleos. Es este el que deben tener en cuenta gobierno, empresarios y trabajadores, al pensar en un nuevo salario mínimo.