lunes, 30 de abril de 2012

Francia, el Estado y la Razón



Por: Luis Carvajal Basto

Las elecciones francesas del próximo domingo se han convertido en un cruce de caminos para Europa, pero también para el futuro del Estado Liberal.


Aunque los resultados de las elecciones, en todas partes del mundo, no estén estrictamente vinculados a las necesidades de las sociedades, permiten a estas definir controversias e intereses y trazar el rumbo, siguiendo la regla de mayorías en quien radica la soberanía popular  y no la voluntad de alguien o algunos en particular. Francia, cuna de las revoluciones democráticas, deberá escoger  entre dos propuestas opuestas por completo en relación a un asunto de principios: el papel y las funciones del Estado.

En esta ocasión, el alcance del resultado excede sus fronteras e, incluso las de  Europa que, de entrada, recibirá un mensaje sobre su futuro. De cualquier manera, independientemente del resultado final, el debate ya ha creado una nueva escena en la que, incluso, líderes conservadores como Sarkozy invitan a repensar el papel del Estado considerando no solo la estabilidad fiscal sino su papel en el crecimiento y la justicia social. ¿Será Francia un freno a  la caída libre del Estado de bienestar?

El proceso de Unidad Europea se mantuvo en ascenso por casi cincuenta años, desde  el tratado de Roma, hasta la crisis actual. No se recuerda antes un periodo tan difícil para su propia existencia. Más que la crisis de los gobiernos y el euro, las diferencias se han hecho insostenibles en cuanto a la forma de resolverlas. ¿Más o menos Estado? ¿Más o menos gasto de los gobiernos? Las tendencias francamente encontradas entre una Alemania que  reduce su deuda y los demás, comienzan a tener efectos políticos: en el centro de las elecciones francesas se encuentra el papel que debe jugar el Banco Central Europeo. Según la ortodoxia Alemana, compartida por el presidente Sarkozy  hasta hace apenas semanas, y la “derecha” europea, su función debe limitarse a controlar la inflación; para el socialista Hollande, debe contribuir también al crecimiento. Si Hollande triunfa se propondrá una reforma al tratado de la Unión Europea con consecuencias difíciles de prever. ¿Girará Europa a la “izquierda”?

La campaña electoral ha mostrado el lado oscuro de los franceses: una derecha francamente xenófoba alcanzó el 19% de los votos en la primera vuelta colocando a Sarkozy en trance de seducir su electorado para tener posibilidades y, aunque parezca increíble,  con el mismo objetivo el candidato socialista ha dicho que “Si soy elegido, habrá un cambio de orientación de la construcción Europea. Y se acabarán la austeridad y el libre comercio”. ¿Alguien entiende? La única explicación posible es el apretado resultado de la primera vuelta y la ratificación de que, en época de elecciones, los principios pasan a segundo plano.

Ante el triunfo casi seguro de Hollande, se puede esperar un contrapeso importante en el proceso que ha llevado a poner una camisa de fuerza a los gobiernos y al papel expansivo del gasto público en Francia, con impacto en otras partes. Contradictoriamente, su victoria puede dejar como líder de la oposición a la derecha extrema de la señora Le Pen, a quien, otra vez contradictoriamente desde ese punto de vista, puede convenirle la derrota de Sarkozy. Para muchos, ese escenario daría lugar a la consolidación  renovada de un partido fascista con futuras posibilidades de éxito.

A nivel internacional, la victoria de Hollande pondrá al mundo a reflexionar acerca de la inconveniencia de continuar reduciendo el papel  y las funciones del Estado. Allí radica la importancia crucial de las elecciones francesas, tanto como las del próximo noviembre en los Estados Unidos. Una sociedad con menos Estado e instituciones pobres e indefensas, nos deja en manos del interés y las posibilidades de cada  uno. En ese escenario ¿Quien se ocupa de los intereses públicos, de las razones de Estado? ¿Tiene alguna relevancia volar en primera clase si el avión se encuentra averiado?

Posdata: Cartagena, nuestra maravillosa perla, en serio y en broma: Nada opaca la gestión de nuestra bella canciller y  a propósito de tanta hipocresía junta, en relación con “la profesión más antigua del mundo”, se vale la afirmación de Dana Milbank en el Washington post:” Somos, después de todo, la tierra de Paris Hilton, Lindsay Lohan y Snooki. Libertinaje es una especialidad americana”.

Y un cuento:

“eche, cual es la bulla si es que a esos tipos (los del servicio secreto) los tienen capacitados para ser buenos tiradores”.

lunes, 23 de abril de 2012

Argentina se bloquea



Por: Luis Carvajal Basto

La decisión de nacionalizar una filial de la petrolera española Repsol, pone sobre la mesa varias discusiones sin saldar en política y economía: los límites de la política interna y los Estados en la globalización; ¿populismo vs neoliberalismo? O, sencillamente, ¿pragmatismo?

Más se demoró la señora Kirchner en tomar la medida que la Unión Europea, Estados Unidos y otros países  en condenarla. Se le vino el mundo encima.El primer efecto práctico queda claro: Argentina acabó de perder la confianza por parte de quienes invierten allí. Vendrán otros, como la caída en el  empleo, consecuencia de la baja en la inversión, y, paradójicamente, los que  ganará, por cuenta de la devaluación y la mayor competitividad de sus exportaciones. Argentina toma el camino de Venezuela, pero no tiene la magnitud de sus exportaciones petroleras y no es difícil pronosticarle, en el mediano plazo, otra crisis cambiaria.

La decisión cayó como “pedrada en ojo de tuerto”, en un momento en que las empresas Españolas tratan de tomar un aire, por la recesión en su país, en los mercados de Latinoamérica. Es, también, un mensaje político a Europa que lleva, entre líneas, el tema de las Malvinas, con efectos, sobre todo, en la política interna Argentina y un peronismo históricamente proclive al nacionalismo. No de otra manera se pueden entender los “beneficios” políticos inmediatos para el gobierno Kirchner.

Pero la medida recuerda que muchas cosas no están claras en los códigos no escritos de la globalización, aparte de las ventajas evidentes del libre comercio. La salida de la crisis en Europa, mediante el adelgazamiento del Estado y los ajustes recesivos, promovida desde Alemania, se va a demorar más que en Estados Unidos donde el gobierno ha hecho exactamente lo contrario, empezando a conseguir resultados. Sarkozy presidente, por ejemplo, defendió por mucho tiempo esas medidas recesivas  de las que se ha venido alejando a medida que se acerca la fecha de unas elecciones en las que, en todo caso, con el “impulso” que trae, perderá.

Qué un país le dé una patada al tablero, es una muestra más de que no todos están satisfechos con la ortodoxia y las recetas conocidas, las cuales muchos dan por sabidas pero sobre las que hoy no existe consenso, como el papel de los bancos centrales, los niveles de impuestos y el tamaño y papel de los gobiernos.

¿Es una medida populista? Los antecedentes dicen que sí, tanto como su presente articulado con un discurso político gaseoso, pero, en el otro extremo, puede ser comparable con teorías que defiende el gobierno Español que tampoco pueden demostrar, salvo en modelos bien intencionados, cómo se sale de una recesión recortando impuestos y reduciendo los  gastos de los gobiernos.

Desde el ángulo del impacto en la política Europea y Española, la oposición del PSOE no la ha visto con simpatía y en el más extremo de los casos, ha guardado prudente silencio, contrario a la actitud que en los dos gobiernos anteriores de Zapatero tuvo el propio Rajoy quien mantiene  firmemente su discurso de candidato ¿Por cuánto tiempo? Podría preguntarle  a su vecino, el más experimentado Sarkozy, quien ahora toma distancia de varias de sus posiciones conservadoras y neoliberales extremas, defendiendo el papel de los bancos centrales para promover  crecimiento y no solo para controlar la inflación.

Así las cosas y por fuera de dogmas, se observa que tenemos unos propósitos globales no suficientemente reglados, dando lugar a que  “excentricidades” de la política interna, en este caso Argentina, predominen sobre  lo que se supone es el debido qué hacer en un mundo globalizado. Es el lado “bueno”, en cuanto a la pluralidad, de una decisión Soberana que generará allí, sin embargo, aislacionismo, distorsiones en la economía   y desempleo.

Con otra mirada, pero indudable  sentido pragmático, es dable esperar que  China pronto se muestre dispuesta a reemplazar al capital Español o como el  presidente Santos remató en la recepción a Rajoy: “Bienvenidos los inversionistas españoles. En Colombia ofrecemos seguridad jurídica”.

lunes, 16 de abril de 2012


América: una realidad por construir

Por: Luis Carvajal Basto

Quinientos años no han sido suficientes para convencernos de unos propósitos mínimos, más allá de los discursos, que nos convoquen e identifiquen. Cuando los hechos difieren tanto del "deber ser".

Luego de Cartagena quedan ratificadas las razones por las cuales la reunión de presidentes se llamó cumbre de las Américas, en plural. Es que América, como identidad económica, comercial e institucional, casi no existe.

Para comenzar, hablamos diferentes lenguajes: mientras para Estados Unidos el presente se impone y, con él, la necesidad de superar la crisis económica y generar empleos en un año electoral, países como Colombia, México, Chile y Brasil se preocupan por establecer unas condiciones que les permitan participar en mejores circunstancias en la estructura productiva y las cadenas de abastecimiento mundiales. El grupo liderado por Venezuela y Cuba, mantiene  un discurso con cargas ideológicas que siendo tan real, en cuanto a los problemas sociales y la denuncia de la pobreza, como limitado en los caminos para superarla, ha podido poner en entredicho a una ineficiente OEA. De allí, el papel de Colombia para actuar como “bisagra” entre dos Américas encontradas.

Pobreza, lucha anti drogas y la aplicación de la clausula democrática o el retorno de Cuba, son asuntos de gobierno en un continente que carece de instrumentos con carácter determinante y está lejos de tenerlos. Un asunto diferente son las posibilidades de concretar acuerdos  económicos, comerciales etc., como primeros pasos para una verdadera integración, a la que, en todo caso, le hace falta una infraestructura de vías, también férreas, aéreas, fluviales y de comunicaciones que la hagan posible.

En ausencia de esa identidad Americana, estos asuntos siguen ahora supeditados a las realidades de la política interna que en el pasado hicieron fracasar, uno tras otro, los procesos de integración: ALALC, ALADI y el Mercado Común Centroamericano, MCCA ,cuyas dinámicas superó la globalización, en un periodo en que clausula de nación más favorecida, pilar del Acuerdo general de aranceles y comercio GATT, ha debido convivir con una más realista Organización mundial de comercio a la cual China apenas ingresó en 2001, pudiendo inundar con sus productos al mundo, lo que nos  debería servir, cuando menos, como lección.

La dificultad de establecer una agenda y unas metas comunes para cumplir, limita la posibilidad de utilizar en favor de los casi mil millones de Americanos los beneficios de un mercado integrado, en lugar de tratados bilaterales, un paso importante para la superación de desempleo y  pobreza, en un momento en que  han golpeado también a los Estados Unidos. La globalización ha puesto en evidencia las limitaciones de un modelo en el que algunas empresas mejoran sus utilidades, transfiriendo producciones a países con bajos salarios, a cambio de desempleo en importantes mercados, como el norteamericano.

En un escenario mundial caracterizado por la deslocalización de la producción, la recesión en Europa, el comienzo incierto de la recuperación en los Estados Unidos, la disminución del crecimiento en China y el descrédito  global de la política, lo menos que podríamos esperar en una cumbre de presidentes americanos sería la fijación de unos objetivos mínimos, pero pragmáticos, de integración, comenzando por la física, y el establecimiento de una veeduría, con funciones, para la defensa de la democracia y las instituciones de gobierno, las cuales se encuentran hoy amenazadas en todas partes del mundo.

Ello no pudo ser porque las realidades de la política interna superan los que deberían ser objetivos  primarios de los Estados. Así las cosas, un giro de la estrategia antidroga deberá esperar a las elecciones en Estados Unidos, a pesar de las buenas intenciones que en ese y otros asuntos pueda tener el presidente Obama; Evo Morales tratando de superar, jugando futbol, el impacto del desbarajuste en su economía que genera huelgas y protestas; Chávez apostando a una reelección embolatada también por su delicado estado de salud; los Castro, tratando de convencer a los incomunicados y silenciados cubanos de que su dictadura es una democracia, eso sí limitada, por culpa de los demás ¿Y lo verdaderamente importante? Todo parece indicar que podríamos esperar otros quinientos años expuestos a los caprichos temporales de la mala política.

Posdata: a propósito del vestuario de la cumbre, de liqui liquis y guayaberas, tiene razón, solo en parte, Juan Gossain al establecer el origen del liqui liqui: efectivamente  se encuentra en esa región, Colombo-Venezolana, entre el alto Apure y Casanare, pasando por Arauca, que fue la cuna de nuestra independencia. Pero antes de los ejércitos Liberales lo usaron los oficiales de nuestro ejército Libertador, una vez que pudieron remplazar las camisas desechas y los ponchos raídos con que llegaron al Pantano de Vargas.

@herejesyluis

lunes, 9 de abril de 2012

Gaitán y el siglo 21



Por: Luis Carvajal Basto

Ahora, cuando vamos a resucitar el tranvía destruido el 9 de abril de 1948, ¿Cuál podría ser la actualización, si ello es posible, del discurso del caudillo Liberal que se mantiene vivo en el imaginario colectivo?

Redención de los débiles, reforma agraria, prestación de servicios a la población por parte del Estado y otras del mismo corte, pueden ser consignas universales que, perfectamente, se acomodarían a diferentes circunstancias, épocas y países. La particularidad de Gaitán quizá se refiera a su independencia y capacidad de interpretar a una población para la que no era suficiente el discurso del establecimiento de entonces, en el ocaso de los gobiernos Liberales de Olaya Herrera, López y Eduardo Santos. Fundó la UNIR haciendo demostración de ese talante, con el que se apropió de las mayorías en las elecciones de 1947, un año antes de su muerte.

Gaitán asistió a un periodo de cambios institucionales, muchos de los cuales vieron la luz en el gobierno de la revolución en marcha liderado por el presidente Alfonso López  Pumarejo. Colombia, entonces, era un país fundamentalmente rural con formas de producción pre capitalistas que se correspondían con un régimen político en formación. Para entonces, vale recordar, las mujeres no podían votar, se usaban más  alpargatas que  zapatos y era casi exclusivo el uso de papel higiénico. El desarrollo industrial era una quimera y en el campo existían formas feudales de propiedad.

En los tiempos en que le correspondió vivir, las diferencias teóricas y filosóficas de Liberales y Conservadores, reeditaban las que se produjeron en el parlamento inglés entre  propietarios de la tierra e industriales emergentes, como David Ricardo. Con una diferencia fundamental en el caso del Liberalismo colombiano: la que se refiere al papel del Estado para equilibrar las diferencias, redistribuir los ingresos y promover el progreso social, en que creyó Gaitán, como regla y no como excepción, tal como aparece en el concepto Ricardiano y en el de Adam Smith, retomado años después por lo que conocemos como neoliberalismo.

Con una infancia y juventud contemporáneas con el ascenso del Marxismo y la revolución Rusa, Gaitán no fue indiferente a su influencia, como lo describe el maestro Gerardo Molina en su “Historia de las ideas Liberales en Colombia”. Optó por el Liberalismo, en una discusión interna que cuatro décadas después de su muerte resolvió la historia, después de la caída del muro de Berlín y lo que el mundo ha visto, al proscribir todas las formas de dictadura.

Gaitán se convierte en la expresión frustrada de los anhelos de grandes sectores de la población. El “pueblo”, Liberal y Conservador. En el imaginario popular es el “pudo ser y no fue”. El episodio de su muerte, pone al desnudo las limitaciones del caudillismo tanto como la vocación institucionalista de la dirigencia Liberal que siente temor de quebrantarla, con una razón más que suficiente: la construcción  de las Instituciones en Colombia ha sido su propia contribución: desde las luchas que desembocaron en la Constitución de 1886 y la abolición de la esclavitud, hasta los derechos sociales y la dignificación del trabajo. Ese respeto por el andamiaje Institucional se puede sintetizar en la conocida frase “y el poder ¿para qué?, en la conocida expresión del maestro Darío Echandía.

La violencia que se desató luego de la muerte de Gaitán resulta emparentada con la que hemos conocido después del narcotráfico, pero es bien diferente: las guerrillas Liberales no se relacionaban con el narcotráfico, ni atentaban contra la población civil y tampoco secuestraban. Aunque en ambas está en el medio la propiedad de la tierra tanto como su adecuada explotación, ni Colombia, y quizá ningún otro país, había sido víctima de las peores ambiciones, poderosas, enriquecidas, armadas y opresoras de los derechos civiles, como las que hemos visto y Gaitán no pudo presentir.

Nuestro país ha sido uno antes y otro después del narcotráfico. Hasta ahora estamos conociendo los alcances de su impacto. ¿Podría permanecer inmutable el discurso de Gaitán? Si se comparan las cifras sociales entonces y ahora, encontramos que las coberturas en educación y salud, a pesar de lo que falta, han progresado significativamente; tenemos una Constitución garantista que recoge, en democracia, mucho de su discurso, al punto que a veces es desbordada por la realidad de  violencia y corrupción; Tenemos, entre muchas, tareas pendientes como  una reforma agraria que soñó Gaitán y que consiga productividad y empleo.

Pero lo que no se puede poner en duda en el discurso Liberal de Jorge Eliecer Gaitán es el alcance de la Libertad y el sentido de dignidad de los seres humanos, como valores fundamentales. Por eso, luego de observar lo que ocurrió con ellos en los regímenes estalinistas, fascistas y populistas, que azotaron el mundo y la violencia de los narcos que hemos padecido, no hay duda de que hoy persistiría en la utopía del Estado Liberal y desataría su oratoria para que, conforme a reglas que reconozcan los derechos ciudadanos, el Estado les respetara y protegiera, haciendo uso de la autoridad legítima que, luego de 200 años de violencia estéril, necesitamos consolidar hoy, más que nunca, los colombianos.Tarea por ejecutar y en las manos de quienes no le conocieron.

lunes, 2 de abril de 2012

La huelga en España



Por: Luis Carvajal Basto

¿Conseguirán más empleos los españoles facilitando las condiciones de sus despidos, de que trata la reforma laboral, o reduciendo los gastos del Estado? Consecuencias de un modelo y unas circunstancias que permitieron al Partido Popular ganar las elecciones pero empiezan a hacer a España ingobernable.

En una economía abierta una manera expedita de conseguir competitividad  puede ser mediante la reducción los salarios que, histórica y legalmente, son inflexibles a la baja. Es lo que busca la reforma laboral que ha movilizado a cientos de miles a las calles. El trabajo español, como el de muchos países, debe competir en la globalización con el chino y el de otras naciones cuyos costos de producción son mucho más bajos.

En teoría y en el largo plazo, debe producirse una igualación del precio del trabajo, como lo propone el modelo de comercio internacional de Heckscher –Ohlin. La irrupción descontrolada de China en el mercado mundial,  y su inmensa capacidad productiva, tienden a nivelar los salarios, desafortunadamente, por abajo, es decir, tomando como referente los que se pagan en China.

Vale recordar que esos bajos salarios y unas pésimas condiciones laborales, han propiciado desempleo masivo  en todas partes. Las más grandes empresas transfirieron sus producciones a un país en que no se respetan siquiera sus propias normas de trabajo. La semana anterior, por ejemplo, el más grande productor de electrónicos del mundo, Foxcoon, que suministra partes a Apple, Dell y otras grandes empresas mundiales, debió comprometerse a mejorar las condiciones de trabajo, incluidos los salarios, luego de una visita de la Asociación por el trabajo justo que amenazaba con un escándalo internacional.

Dado el régimen político imperante, a los trabajadores Chinos les resulta difícil pensar en huelgas, así que una nivelación de salarios allí, hacia arriba, con efectos en otros mercados, se va a demorar. Otra forma de restar competitividad a los productos Chinos, la  apreciación de su moneda, pese a los esfuerzos de los países damnificados, también. Si tales son las expectativas del mercado laboral en España y Europa, es difícil ser optimistas a la hora de vaticinar lo que viene: la reducción del déficit fiscal, del 8.5% al 5.3% del  PIB, implica recortes que no lograrán sino pronunciar la recesión. El Estado de bienestar, un modelo que el mundo observaba con admiración y esperanza, comienza a ser cosa del pasado.

Comprendiendo la dificultad de que una huelga local solucione un problema global, el editorial del diario El País del pasado viernes, hacía un llamado a la mesura y el respeto a las instituciones. Con razón, afirmaba que una oleada de huelgas solo puede afectar la “confianza de los inversores”, aumentando el desempleo y las dificultades. Actitud responsable que no tuvo el Partido Popular al poner al difuso y vacilante Zapatero contra las cuerdas, con el único objetivo de ganar las elecciones, comprometiéndose con un discurso que va a costar “sangre, sudor, lágrimas” y más desempleo.

Pero no todo, en la solución  de la crisis, es política o, más bien, politiquería: en contrario de las teorías que proponen adelgazar el gobierno “porque sí”, un estudio de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales de España  demostró que los niveles de gastos de esos servicios, que se están desmontando, no solo son inferiores en ese país a los del resto de Europa, sino que son diferentes entre las distintas comunidades, recuperando la importancia de la eficiencia en la gestión de los gobiernos, lo cual es diferente a suprimirles, como pretenden algunos que consideran que solo reducir los impuestos y recortar los presupuestos públicos genera nuevos empleos.

La huelga que ha debido afrontar el gobierno Rajoy, a tres meses escasos de asumir, desafortunadamente será la primera de muchas. Error en el modelo, al tratar de superar el desempleo facilitando despidos, y error en la aplicación, al formalizar el recorte de gastos o ajuste, un día después de la  jornada de paro. Comienza a recibir dosis repetidas, aunque más “movidas”, de su propia medicina. Al tratar de superar la crisis con medidas recesivas, se empeña en apagar un incendio que se extiende utilizando gasolina.