DEL CAGUAN A MADRID

Del Caguán a Madrid

Será que el Doctor Pastrana, que inició esta nueva aventura política renunciando a la embajada que disfruto por varios meses, durante los cuales nada de lo que ahora observa ocurría, está apostando a que el resultado de las próximas elecciones norteamericanas.
Luis Carvajal Basto
El Espectador
martes, 24 de octubre de 2006

Reapareció Andrés Pastrana, el inmaculado. Al presentar en Madrid su libro, que trata de explicar el desastre del Caguán, expuso nuevamente su “teoría”, según la cual el único ciudadano colombiano limpio, honesto y transparente, es él mismo. Bueno, con excepción de algunos de sus amigos que incluso propuso, lista en mano, para varios cargos de elección popular.

Esta vez el objetivo de sus dardos, fue el proceso de paz emprendido por el Presidente Uribe, diciendo cosas como que “se debe conocer lo pactado en Ralito” y que “fue más transparente el Caguán que Ralito”. ¿Transparente, para que?, nos preguntamos muchos colombianos. Para que el Estado hiciera el oso más grande de la historia, para justificar la foto con Tirofijo que lo hizo Presidente, a él y después al Presidente Uribe que ahora critica, para que las Farc, ante los ojos del país, siguieran narcotraficando, asesinando y secuestrando, cuando el solía ser su huésped, dirían otros muchos compatriotas. En fin….

Será que el Doctor Pastrana, que inició esta nueva aventura política renunciando a la embajada que disfruto por varios meses, durante los cuales nada de lo que ahora observa ocurría, está apostando a que el resultado de las próximas elecciones norteamericanas en las cuales se presume que los republicanos perderán una de las dos Cámaras, afecte el plan Colombia y el apoyo gringo a sus propuesta de paz y a la seguridad democrática? ¿O será que influenciado por sus amigos del Partido Popular español está siguiendo el mal ejemplo de hacer política interna, a costa de lo que evidentemente son políticas de Estado como la lucha por la paz y contra el terrorismo? Hay que recordar que los populares se le han atravesado a Zapatero en el proceso de paz con Eta, de la misma forma que suele hacerlo el doctor Pastrana, echando agua sucia a su país, por fuera de sus fronteras. En ese caso abría que decir, retomando al fiscal general español, que su compromiso no es sólo con la situación presente sino con la convivencia y la paz futuras, por lo que los ciudadanos deberán tragarse muchos sapos. Un poco de grandeza, Doctor Pastrana. Lo ocurrido puede ser poco, comparado con el proceso que quiere arrancar con las Farc y para el cual debemos estar los colombianos preparados. Es el costo de la paz.

Es que nadie puede olvidar que ya sabemos bastante de esos costos. Los cuatro años del gobierno Pastrana fueron calificados por muchos, como una segunda edición de la “Patria Boba”. En realidad, los bobos fueron los colombianos, que creyeron que la cosa era tan sencilla como parecía en la foto de Pastrana y Tirofijo luciendo su reloj. Algo va del Caguán a Madrid.


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El Alcalde de Bogotá, tal como lo solicitamos en esta columna, no encontró razones para subir las tarifas del transporte público que había anunciado. No es suficiente. Es elemental que por Ley de oferta y demanda, ante la sobreoferta de buses, las tarifas deben bajar. Eso esperamos los bogotanos. ¿O será que los transportadores, que no obedecen ninguna Ley, tampoco atienden las del mercado, o la de la gravedad, por ejemplo?