lunes, 4 de junio de 2012

Por culpa de Europa



Por: Luis Carvajal Basto

Las cifras de crecimiento, empleo y la situación fiscal de Colombia, son mejores que en muchos años; sin embargo, ante la crisis europea, algunos han calificado como efecto de ella nubarrones que se han empezado a ver. ¿Será cierto?


Las expectativas en el viejo continente no son buenas y, lamentablemente, tienen tendencia a empeorar. No se refieren solamente a su economía; lo que se observa es una crisis de las instituciones construidas en conjunto en un esfuerzo de más de cincuenta años. El sueño de una Europa unida podría convertirse en pesadilla.
Hasta el triunfo de F. Hollande, bajo el claro liderazgo de Alemania, la unión europea, hace apenas unas semanas, marchaba en un sentido único, aunque se pueda calificar como “equivocado”. ¿Hasta dónde puede llegar ahora el choque entre las visiones encontradas de la señora Merkel y el nuevo presidente de Francia?, ¿Cuál será el efecto de la cada vez mayor intervención de la unión europea en España y los demás países con problemas? En resumidas cuentas, ¿Será el fin o un nuevo comienzo que incorpore unas instituciones de gobierno, económico y político, fortalecidas y supranacionales?
Nadie lo sabe, pero la crisis ha revelado que la unidad monetaria ya no es suficiente y tampoco la implementación de política económica en un escenario en que las decisiones las toman los políticos en cada país. Que se extienda la percepción de que los gobiernos nacionales no sirven para nada, beneficia solo a los malos pescadores en ríos turbios. La discusión entre austeridad o crecimiento parece de poca monta si se compara con quienes se benefician por que el Estado no exista o tenga las manos atadas, que es lo que significa en últimas, la aplicación de reglas fiscales a ultranza.
Hasta ahora, las malas expectativas en Europa han propiciado la caída del euro y la subida del dólar- refugio, aunque sea temporalmente, también en Colombia. Pero eso no es suficiente para afirmar que ya se está sintiendo aquí la crisis europea y que podría ser responsable de algunos indicadores negativos en ventas, construcción y manufactura. En realidad, la fortaleza del dólar también beneficia claramente a nuestras exportaciones y el efecto contrario no se empieza a notar: las importaciones siguen “disparadas”.
La semana anterior, en cambio y por ejemplo, se generaron dos noticias alentadoras para nuestra economía por cuenta de la crisis europea: la aprobación unánime, por parte de los ministros de la Unión, del TLC con Colombia, que se ve ahora como un excelente mercado potencial por unas industrias que no encuentran clientes locales. La otra tiene que ver con el retiro masivo de capitales en España, 66.000 millones de euros solo en mayo, que se encuentran buscando donde ser invertidos. Algo debe venir para Colombia, después de los “filtros” de francos suizos y dólares, teniendo en cuenta nuestras altas tasas de interés. Son consecuencias de la crisis que nos podrían afectar, en ese caso, positivamente. Cómo se empieza a decir por ahí: en tiempos de crisis unos lloran y otros venden pañuelos.
En cambio de atribuir al fantasma de la crisis europea algunos números rojos, sin consistencia, en nuestra economía, habría que mirar los efectos del incremento de las tasas de interés establecidas por el Banco de la República: en 2009, en medio de la crisis mundial y cuando nuestro PIB descendió al 1.7% desde 6.9% en 2007, la tasa de intervención se situó en 9%, descendiendo después hasta 3% en mayo de 2010, cuando comenzó a subir hasta el actual 5.25%. La demanda se resiente porque comprar se vuelve costoso, frenándose no solo el consumo.
Mientras Europa entra en receso, la economía China se “enfría” y busca la manera de superar la caída de exportaciones dinamizando su consumo interno, y Estados Unidos hace “magia” para consolidar, lentamente, su salida de la crisis con el apoyo decidido de la reserva federal, aquí hemos puesto el freno con las altas tasas de interés. Las noticias no son tan malas y tampoco vienen todas de Europa.
Posdata: Mientras Medellín ya intenta, al menos, solucionar el problema de movilidad reduciendo el pico y placa, para lo cual no han necesitado más que tomar decisiones de gobierno, en Bogotá no hemos sido capaces de tapar el hueco de la 98 con 11. Ya completó cinco meses de gobierno, Alcalde. Pasamos de las denuncias a los anuncios. Se trata es de gobernar.
@herejesyluis 

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