viernes, 7 de mayo de 2010

ELECCIONES EN COLOMBIA:¿Juego Sucio en Campaña?


Por: Luis Carvajal Basto
La sola afirmación supone que la política es “limpia”. Pero, en realidad, solo lo es con relación a los referentes de Ley. Los éticos y morales, lamentablemente, solo a conveniencia. Eso ocurre en todas partes del mundo. En la actual campaña, invocar lo “sucio” se ha convertido en un argumento para favorecer la candidatura de Mockus. ¿Tal exhortación, para obtener dividendos políticos, será limpia?

La llegada de un asesor extranjero a la campaña de Santos ha servido como argumento para descalificarla. No pocos le atribuyen súper poderes que, evidentemente, no tiene. A esa campaña le ha hecho más mal que bien si se tiene en cuenta que fue un “papayazo” servido a sus adversarios.

Eso es porque se trata de una campaña política en que ocurren cosas que terminan creyendo muchos incautos. El mercadeo y la comunicación política no tienen nada novedoso.

Pero se constata un estilo y un nivel de improvisación en la campaña Santista que ya tenía antecedentes en el tratamiento dado al referendo para la segunda reelección del Presidente. La pregunta que respondieron afirmativamente millones de colombianos estaba mal redactada. Eso es una anécdota histórica que no creo tenga antecedentes en ninguna parte del mundo: La reelección comenzaron a hundirla sus promotores. Increíble.

Quienes juegan estos juegos conocen que a falta de información suficiente las personas hacen juicios de atribución que luego deciden sus preferencias electorales. ¿A quién le va a convenir presentar a un asesor que los ciudadanos ya asocian casi que con el mismo diablo? ¿A quién relacionan en su mente con él?

Pues en este caso, el primer trabajo del asesor consiste en deshacer los efectos de su llegada o contratar a otros que le ayuden en eso. ¿A qué horas se ocupará de promover la campaña de su candidato, quien ha gastado buena parte de su tiempo en medios explicando por qué lo trajo y colocándose a la defensiva?

Más allá de ese hecho, nos olvidamos que también es “sucio” deducir, a veces subliminalmente, que una Presidencia de Santos equivale a un conflicto con Chávez o relacionar con ella los fallos de la Corte contra políticos corruptos y la falta de fiscal, hasta que no se conozcan los resultados de las elecciones.

En medio de este escenario llaman la atención opiniones profundas que van más allá del mercadeo, como la del ex Alcalde Jaime Castro, padre de la nueva Bogotá, quien ha señalado que la condición de ex Alcalde, en sí misma, no habilita a nadie para hacer un buen Gobierno. Muchos están atribuyendo a Mockus cosas que no conocen de él. En un país como el nuestro, con instituciones consolidándose, es fundamental la figura Presidencial.

Hablando de juegos sucios, si llegara a ganar Mockus, cuanto se demoraría Chávez en compararlo con el Profesor chiflado, descalificarlo por su Parkinson o decir que con enfermos no se puede conversar para restablecer el comercio, si no se rinde a sus demandas?

Observando las críticas que ve venir, Mockus, quien conoce de comunicación y de imágenes, apostará en la recta final de la campaña, a presentarnos su eventual Gabinete. Esperemos que la de Santos, especializada no en crear hechos políticos sino en responderlos, no revire con más adhesiones de políticos o trayendo otro polémico asesor.

Posdata: La última encuesta del Centro Nacional de Consultoría confirma que Mockus llegó a su techo (Registrando sus “patinadas” y faltando la adhesión ya anunciada del Polo) y que el piso de Santos está firme. Lo que pase en adelante depende mucho de la agenda pública y el tratamiento que le den las campañas.

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