domingo, 23 de noviembre de 2008

OJO CON EL SALARIO MÍNIMO

Opinión| 21 Nov 2008 - 8:14 pm

Luis Carvajal Basto

Ojo con el salario mínimo

Por: Luis Carvajal Basto
La negociación de este año debe tener en cuenta, como nunca antes, el clima internacional, aún no en Colombia, de recesión y el impacto en el empleo. Lo más fácil en este momento es pedir y obtener más que la inflación prevista, cercana al 5-5%. Mayor atención se debe dar a otros factores de bienestar no solo para los trabajadores sindicalizados, sino para todos los colombianos.

Negociar el salario mínimo este año no debería estar tan difícil. Empresarios  y gobierno en ánimo de reactivar la economía, podrían ir más allá de la inflación esperada. Pero no son sus deseos o los de los trabajadores los que impondrán un precio. En una economía global las condiciones internacionales son determinantes.

Como los salarios nominales no son flexibles a la baja, ante una desmejora de las utilidades aumenta el desempleo. Eso puede venirse en 2009.Y es lo que deben observar empresarios, gobierno y trabajadores. Un ejemplo para mostrar es lo que ocurre con la industria automotriz en los Estados Unidos que está pidiendo le asignen subsidios por 25000 millones de dólares para mantener empleos. El asunto es que los niveles salariales de sus directivos y empleados están muy por arriba de la media de sus competidores. Su estructura de costos no es competitiva. El dilema es: subsidios o desempleo. No debemos recorrer ese camino para salirnos de los mercados.

Ahora, chinos, hindús, mexicanos y Brasileros producen automóviles a menores costos que los norteamericanos, cuya eficiencia no logra equilibrar sus mayores costos. Obama se va a estrenar solucionando este dilema. Lo que es “bueno” para los obreros Norteamericanos no lo es tanto para los trabajadores de las economías emergentes, que hasta hace unos años trabajaban y consumían poco.

En todo el mundo se están rompiendo paradigmas ante la recesión. En España, por ejemplo, el gobierno en aras de dinamizar la economía, va a romper el acuerdo Europeo sobre el déficit fiscal que no debería superar el 3% del PIB. Están dispuestos a ir hasta el 4.2%, por ahora. En Colombia vamos a tener que ir en la misma dirección y empresarios y trabajadores deberían estar más preocupados por invertir bien ese  aumento inminente del “gasto” público, que por un alza nominal en los salarios.

Como están las cosas el banco de la república no va a tener que trabajar tanto para controlar la inflación en 2009 y el país espera mucho más de su junta, que el manejo  hecho hasta ahora atendiendo la inflación con el manejo de las tasas de interés. Debe ser importante ayudando a hacerle el quite a los efectos de la recesión.

El Salario mínimo es un precio de referencia fundamental pero existen otros, como el de los combustibles, que también deben ser considerados. Nadie entiende que con el petróleo por debajo de 50 dólares, el galón de gasolina corriente valga hoy en Colombia el doble que en Estados Unidos.

Otro factor de bienestar que puede considerarse es el acceso a los servicios educativos. Sindicatos y empresarios pueden poner sobre la mesa subsidios directos para la educación técnica y tecnológica. Esa es una forma de “gastar” bien, mejorar la calidad de vida de todos y avanzar en competitividad.

También deberían estar, por parte de los trabajadores, propuestas para la creación de instrumentos que permitan una Justicia más expedita. No es suficiente y no ayuda, solamente denunciar los crímenes. Eso es fácil y en el exterior tiene tribuna. En la realidad, se bloquean las ventas de productos Colombianos en el exterior, es una forma de perder empleos.

Muchos dirigentes sindicales creen cumplir  usando la fórmula tradicional de pedir lo imposible y, al final, levantarse de la mesa para no asumir responsabilidades. Se vienen tiempos difíciles, actuemos de otra manera. No está mal ser más creativos y constructivos, si se considera que casi todo ha cambiado

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