lunes, 3 de enero de 2011

Detrás de la consulta liberal


Por: Luis Carvajal Basto
¿Han sido la deslegitimación del Liberalismo como Partido, par y paso con la corrupción de algunos dirigentes; la transformación de las ciudades y el cada vez mayor peso del voto de opinión, la crisis de los partidos tradicionales en Colombia y el Mundo, o todos los anteriores, exclusivos responsables de las descendentes votaciones Liberales en la capital?

2011 será un año de elección de autoridades regionales y Alcaldes. El de Bogotá, se dice, es el segundo cargo más importante del país. El Liberalismo oficial, sin saldar las preguntas anteriores, ha optado por decisión de su directorio Distrital y la actual dirección Nacional, escoger un candidato único sin consultar a sus bases.

Existen, sin embargo, varios “peros”, siendo el más importante que los estatutos Liberales consagraron la consulta como mecanismo para escoger candidatos, acogiendo el espíritu participativo de la Constitución de 1991.La cosa se complica si se tiene en cuenta que mientras la dirección Distrital se escogió con una votación que no supera los 30.000 votos sumadas las cuatro listas mayoritarias que la ocupan, mientras los Estatutos fueron aprobados por más de dos y medio millones de Liberales.

Se ha dicho que la actual dirección Liberal no tiene legitimidad política dados sus precarios resultados, los peores en 60 años, de la primera vuelta presidencial: 600.000 votos en el país, a punto de perder la personería jurídica y 75.000 en Bogotá, el 2.7% del total (¡) no parecerían concederle mayores prerrogativas y en otros tiempos serían suficientes para convocar de inmediato a un Congreso extraordinario, hacer un examen riguroso de equivocaciones, candidatos y políticas. Un alto, para seguir adelante, como lo ha propuesto recientemente, al hacer una autocrítica, el ex Presidente Samper.

Por el contrario, la actual dirigencia se ha lanzado a presentar lo que ha llamado “candidaturas tempranas”, siendo la más importante la de Bogotá la cual pretende surtirse evadiendo el mecanismo de Consulta.

De todos es sabido que el liberalismo de a pié se fraccionó en los años recientes en movimientos como Cambio Radical y la U, llevándose la propuesta del ex Presidente Uribe y luego el Presidente Santos, ambos de origen Liberal, la “parte del León” en toda elección luego de 2002.¿Que le hace pensar a la actual dirigencia que con un candidato ungido recuperará mayorías?

El mecanismo de consulta para escoger candidatos se impuso, entre otras razones, porque permite una discusión ampliada en la que se expresan los intereses ciudadanos a través de las diferentes vertientes. El ganador obtiene el respaldo de quienes no obtienen mayorías. ¿Porqué lo que fue “bueno” en y hasta la elección Presidencial no aplica para Bogotá ahora? Capítulo aparte, merece el análisis de las propuestas y la calidad de los candidatos.

Pero además se encuentra aquí una nueva paradoja: tanto el director del oficialismo Liberal en Bogotá, Doctor Juan Manuel Galán como uno de los precandidatos de Cambio Radical, su Hermano Carlos Fernando, son hijos del inmolado Luis Carlos Galán, quien puso como condición para regresar al Partido Liberal y consiguió del entonces Director, el ex Presidente Turbay, establecer el mecanismo de consultas como el único válido para seleccionar candidatos, por considerarlo más democrático que señalarlos “a dedo”.

Algo va de Galán a su descendencia, pero ¿Qué variables habrán cambiado tanto?

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