sábado, 7 de febrero de 2009

PROTECCIONISMO Y POLITIQUERÍA

Proteccionismo y politiquería

Por: Luis Carvajal Basto
Ante la crisis, se está poniendo de moda un discurso que supuestamente protege los puestos de trabajo de los Nacionales de cada país. Parece increíble pero en eso están de acuerdo personajes tan diferentes como Sarkozy y Correa. El populismo es una fórmula fácil y no tiene color político.

En un escenario en que cada día las empresas suprimen empleos, puede ser popular que algunos políticos tomen medidas para "defenderlos" colocando obstáculos a las importaciones y al trabajo extranjero. En el corto plazo mejora a los gobernantes su popularidad, en el largo le cierra las puertas al País en el exterior y perjudica a sus ciudadanos.

Es el caso de los Presidentes Correa, quien ha restringido las importaciones procedentes de Colombia, y Sarkozy, quien empieza a tomar medidas para "proteger" empleos franceses. Quieren vender pero no comprar. Eso, en realidad no se puede. Pero el ejemplo cunde. En la Ley que propende por estimular la economía de Estados Unidos, pasó en la cámara una condición para el uso de recursos que obligaba a que el hierro y el acero a utilizar fueran estadounidenses."Compre Estadounidense" es el eslogan.

El presidente Obama salió al paso de lo que podría desatar una guerra comercial, por lo que en el senado "peluquearon" el proyecto. Aclararon que respetarían acuerdos y tratados. Las cuentas son sencillas: según los cálculos defenderían 1000 empleos y perderían 6500.En este caso se impuso la razón de Estado sobre la politiquería.

A estas alturas no parecen discutibles los beneficios en el desarrollo del principio de la especialización que se han alcanzado con la globalización. Pero en esta época de crisis, el proteccionismo a ultranza puede adornar los discursos de los malos políticos con resultados perversos.

El libre comercio, por ejemplo, ha contribuido en Colombia, de manera importante, en el control de la inflación. Ha hecho posible renovar mucho del parque automotor, la modernización de los activos productivos de las empresas y hasta los electrodomésticos y vestuario de las familias.

La migración de colombianos al exterior produce recursos que en el 2008 llegaron a los 5000 millones de dólares. La libre circulación de personas, que a pesar de las restricciones, avanza de la mano con el libre comercio, es hoy un sostén básico de las sociedades y economías Latinoamericanas.

¿A alguien se le puede ocurrir que le compren sus productos en el exterior con bajos aranceles y que permitan a sus Nacionales remesar divisas sin alguna reciprocidad? Pues a los malos políticos que, como los malos comerciantes, piensan mucho en las ganancias, las encuestas del día y la galería, y poco en la solidez de las economías y el bienestar de los ciudadanos.

Ha hecho bien Colombia al no responder la agresión comercial de Ecuador y Venezuela, que han puesto trabas y cupos a nuestras exportaciones. Modelos de gobiernos como el de esos países, pierden empleos espantando la inversión, Nacional y extranjera, que en muchos casos ha buscado en nuestro país un lugar donde invertir. Hoy somos el tercer destino de esos flujos en Latinoamérica.

El proteccionismo se ha convertido en un recurso, a veces provocador, de los malos políticos. Esperemos que a los nuestros no les dé por lo mismo, porque perderíamos mucho del terreno ganado en competitividad.

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