Petro y el fin del mundo
El Espectador,20 de octubre de 2008
Por: Luis Carvajal Basto
Hace rato no escuchaba tantas burradas y perogrulladas, por lo menos simultáneamente y expresadas por la misma persona. En un debate en el congreso el senador, al expresar su percepción de la crisis financiera, soltó, con aire de prócer incomprendido, lo “más” de su artillería conceptual.
Para comenzar, su análisis de la coyuntura creada, se sustentó en tres variables: hambruna, desempleo y crisis ambiental. Entre otras cosas, se auto presentó como “ambientalista” preocupado por el calentamiento global. Dijo que la crisis nos iba a afectar y que eso nos pasaba por venderle bienes y servicios a los Estados Unidos.
Después sentenció, el fin del imperialismo por cuenta de la crisis financiera. Finalmente, dijo algo propositivo lo cual viniendo de quien viene, es toda una novedad: Planteo que la solución la tenemos a mano, pues se trata “solamente” de cambiar el modelo y ampliar el mercado interno, “produciendo cosas” y utilizando los factores de producción por el conocidos: tierra, trabajo y capital.
Pues eso fue lo que dijo, lo cual representa un avance respecto de versiones anteriores con las que se ha hecho conocer. Esta, en que se pretende Economista y ambientalista, supera la de abogado penalista que recopila informaciones, chismes y sindicaciones no probadas para convertirlas en “propuestas políticas” y denuncias en foros internacionales que luego, hábilmente, replica aquí para aparecer como paladín.
Unas observaciones sobre su “discurso”, pueden empezar con que en el diagnostico se refirió a los males conocidos de la humanidad, pero le quedo faltando al menos uno: la salvación de las almas en pena. Puede ser que lo tiene reservado para una faceta en que nos mostrará nuevas habilidades. Preparémonos para un Petro-sacerdote. Perogrullo no lo haría mejor. Lo de venderle bienes y servicios a los Estados Unidos como una cosa “mala” es solo una burrada.¿ y entonces no le vendemos al mercado mas grande del mundo, que queda a la vuelta de la esquina y con quien tenemos lazos comerciales tan sólidos desde hace tanto? Habría que preguntarles a los exportadores y a los trabajadores de las empresas de flores, por ejemplo, para ver que opinan.
Eso del “fin del imperialismo” debe referirse a los Estados Unidos y a la recesión en ciernes. Porque no dijo nada de los rusos que tienen chantajeada a Europa con su poderío nuclear y energético y a quienes ahora su amigo Chávez trajo a patrullar nuestro Caribe. Por cierto, se olvidó de incluir en su diagnostico apocalíptico el tono que usan ahora Putin y su sucesor.
Pero creer que una recesión, al parecer mundial, es una buena noticia porque terminará con “el imperialismo”, demuestra su inocencia en asuntos económicos. Lo que todo el mundo ve es un reacomodamiento de la economía mundial, como ha ocurrido con crisis anteriores. Pero por otra parte el tamaño del mercado norteamericano y su capacidad militar, están intactos.
Entre otras cosas, los Estados Unidos están en el tope de la utilización de los avances tecnológicos y las nuevas formas de productividad. Claro que al senador, al considerar los factores de producción se le olvidó, nada menos, que la tecnología, el corazón del desarrollo hoy y en los próximos años. Lo de “cambiar el modelo” y ampliar el mercado interno es propio del Petro-Perogrullo. Pues, si. Pero ¿cómo? En eso se acerca a la lógica “pambeliana”: es mejor ser rico que pobre.
Con argumentos así, senador Petro, se hace “bulla” pero no se gobierna. En eso, se identifica con otros líderes de la oposición que no proponen y apenas diagnostican, con las limitaciones de litigar en causa propia. Sí este es uno de los líderes destacados de ese tipo de oposición, se entiende mejor que Uribe vaya por la tercera y que la discusión en este congreso se limite a si es “en línea” o discontinua.
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