sábado, 11 de octubre de 2008

COLOMBIA EN LA CRISIS FINANCIERA. ¿HACIA OTRA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN?
El Espectador.13 de octubre de 2008
El estado de salud de nuestra banca y los desarrollos políticos que puede tener la crisis. Las consecuencias de usar “pañitos de agua tibia” en Economía. No se puede “alimentar” la perdida de confianza.
Luis Carvajal Basto
Una de las tareas de los líderes empresariales es la búsqueda de oportunidades que se conviertan en utilidades. En la década pasada, muchos invirtieron en la burbuja de las empresas .COM, que se desinfló generando una crisis en los mercados.
Frente a la situación creada, la reserva federal en Estados Unidos, bajó las tasas de interés reales aproximándolas a cero, lo que permitió a los bancos prestar con tasas muy bajas. Las llamadas “sub primes”, que están en el origen de la actual crisis internacional. Se superó aquella, pero se incubó la que hoy el mundo padece.
En Colombia ya tuvimos una crisis financiera que superamos con éxito y con la intervención del Estado. Dio lugar al surgimiento de una Banca moderna y solida que con la apertura y la competencia internacional está adecuada, en principio, para afrontar la situación actual.
Aquí, contrario a lo que ocurre en la mayoría de países, los bancos están ganado plata. Hasta agosto, sus utilidades alcanzaron los 3-3 billones, un 23% más que el año anterior; la evolución al alza de las tasas de interés frenó el crédito, pero generó que sus pasivos se dirigieran a CDT’S de más de 18 meses y se redujeran las obligaciones por depósitos en cuentas de ahorros y corrientes. Las medidas tomadas aumentando los encajes, ayudan bastante. Una exigencia inesperada de liquidez no los encontraría mal dispuestos.
Por eso la situación de nuestra banca es bien diferente a la internacional, lo cual no significa que no estemos expuestos a una crisis, la que puede llegar por la vía del impacto de otras variables, como la reducción de exportaciones remesas e inversiones, el encarecimiento de los préstamos externos y la disminución de la actividad económica, que ya se ve, aunque no tanto. Las ventas del comercio “solo” crecieron el 2%, en el último semestre, pero crecieron.
Pero la variable peor, que nos afectaría a todos, sería una pérdida de confianza en las Instituciones y la economía. Lo que “la gente crea”, va a determinar lo que ocurre. La realidad de una crisis depende en mucho de nosotros, todavía.
El asunto es que la campaña Presidencial ya arrancó y eso puede complicar las cosas. Desde ahora, se debe “sacar” este tema del debate político y más bien generar un frente sólido de partidos y movimientos para evitar una crisis de credibilidad que podría devenir en una de la Economía.
La pregunta hoy debe establecer si las herramientas económicas de que el gobierno dispone le permitirían anticiparse o reaccionar a tiempo, frente a un deterioro de la situación, dadas las limitaciones que establecen los artículos 371 a 373 de la Constitución, que no podemos olvidar se expidieron con las “reaganomics” en furor y los ecos del castigo a una intervención del Estado que se prestó para muchos excesos del populismo y en Latinoamérica disparó la inflación.
Pero hoy las cosas no son así y el gobierno y los partidos deben reflexionar acerca de la conveniencia de actualizar nuestro andamiaje legal a la nueva realidad mundial que se ha creado, después del fracaso de Wall Street.
Mejor dicho, se debe abrir un debate a fondo sobre la conveniencia de los aspectos económicos de la Constitución, que de muchas maneras limitan la capacidad del ejecutivo.
La reforma que puede surgir de allí, competiría con las que hoy cursan en el congreso. Y podría ser tanto o más urgente.
Coletilla: Hasta ahora es “chisme”, pero Rodrigo Rivera sería un Excelente Ministro del interior. Además, ganaría con esa experiencia en el ejecutivo su aspiración Presidencial.

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