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inventario del estado de cosas a estas alturas de la globalización. Las 
diferencias entre lo que se observa y lo que muchos quisiéramos mirar.  
                  
Por: Luis Carvajal Basto
Un encuentro de los líderes económicos, empresarios y políticos del mundo, siempre será importante, aun para nosotros los colombianos, parroquiales por naturaleza y ocupados, casi siempre, en los propios problemas y desafíos: Paz; elecciones; Petro, el Procurador etc. Sin embargo, el mundo, las grandes tendencias e intereses, que condicionan nuestro andar como país, existen y se dejaron ver en el foro de Davos.
¿Qué
 cosas preocupan a los dirigentes mundiales? En primer lugar establecer 
si ya nos encontramos en  la puerta de  salida de la crisis  de 2008; si
 los remedios utilizados fueron los adecuados y  discutir las “fórmulas”
 para seguir transitando el camino de la recuperación; después, una 
agenda de temas como la política pública frente a las drogas, en la cual
 participó el Presidente Santos; el llamado lado oscuro de la era de 
internet; el desempleo juvenil y otros más puntuales.
El
 actual momento de la economía mundial puede caracterizarse como uno en 
que ya no estamos en lo peor de la crisis pero todavía no salimos. De 
acuerdo con el Banco Mundial los países de ingresos altos tendrán en 
2014 un crecimiento de 2.2 (frente a 1.3 en 2013) y los países en 
desarrollo 5.3, frente a 4.8 en 2013: se recuperan los países 
desarrollados generando expectativas que suponen un freno en los flujos 
de capitales hacia las economías emergentes y su desplazamiento a las 
desarrolladas, animado por el comienzo del fin de las políticas 
monetarias expansivas en los Estados Unidos, un país que lidera la 
salida de la crisis gracias a ellas y que espera crecer  a una tasa de 
2.8 en 2014.
Parece increíble que 
todavía se discuta a este nivel si la intervención de los bancos 
centrales y los Estados ha debido ocurrir o si debimos dejar a los 
mercados ajustarse autónomamente en un camino que no conducía más que al
 precipicio. La conversación tiene lugar en razón de que supervivimos y 
podemos mirar hacia 2014 con cierto optimismo, debido a la manera  
decidida como actuó, por ejemplo, la Reserva Federal en los Estados 
Unidos y su gobierno. La ambigüedad y la demora de las decisiones en 
Europa, con la influencia predominante  de Alemania, se pueden 
constatar  ahora en la lentitud de su  recuperación.
El
 escenario pos- crisis se completa con los problemas fiscales de casi 
todos los gobiernos (Colombia es una notable excepción), la apertura de 
un periodo de inestabilidad política y la pérdida de gobernabilidad. 
Aunque en Davos no se hayan discutido más que los síntomas, en algún 
foro se habló de los países que tendrán, en adelante, serios problemas 
para mantener su régimen político ante inminentes conflictos sociales 
ocasionados por la creciente desigualdad, tanto en lo interno  como a 
nivel internacional.
La semana 
anterior las bolsas en el mundo fueron a la baja mientras  el dólar se 
fortalece, como consecuencia de las expectativas descritas y también por
 la reducción en las perspectivas de crecimiento de China, pero este 
parece un problema circunstancial. Desafortunadamente no lo son los 
millones de empleos que perdieron en los últimos años trabajadores en 
todo el mundo por las desventajas en competitividad que supone el 
desplazamiento productivo a países en que no se cumplen los mínimos 
salariales y ambientales, planteando un problema de fondo en la 
globalización, en el cual se afecta no solo el empleo sino la salud 
fiscal de los gobiernos por la reducción en los volúmenes de impuestos. 
En Colombia, por ejemplo, el desplazamiento productivo  mundial puede 
explicar gran parte del deterioro del sector manufacturero.
¿Se
 nivelarán, salarios y niveles de empleo, por lo bajo, en el futuro o 
seremos capaces de construir unas nuevas reglas, consensuadas y más 
equitativas, en esta nueva etapa de la globalización?
En
 Davos se ha podido verificar que el avance en las respuestas a la 
creciente desigualdad es, también, una manera de impulsar las economías.
 Si somos capaces de incrementar la demanda es posible que la economía 
se expanda, reduciendo los niveles de pobreza que generan los “temidos” 
conflictos sociales.
Dos  datos 
publicados por oxfam 
(http://www.oxfam.org/es/policy/gobernar-para-las-%C3%A9lites) en Davos:
 la mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% más rico, mientras 
la otra mitad “está en manos del 99% restante”; los más ricos, el 1%, en
 Estados Unidos concentraron el 95% de la riqueza generada después de la
 crisis. Modelar  al mundo, como reza la convocatoria  del foro, debe 
incluir la reducción de la pobreza como un principio, un gran objetivo 
conveniente para todos, y no como una eventualidad o un discurso.
@herejesyluis
Presidenciales:
 La escogencia de Marta Lucia Ramírez como candidata conservadora, es la
 primera movida de la alianza Uribe-Pastrana, en un escenario en el que 
la candidatura Zuluaga no despegó.Su objetivo debe ser forzar una 
segunda vuelta y garantizar allí la presencia de un candidato de los 
sectores de derecha.
