sábado, 9 de enero de 2010

Economía y elecciones 2010


Por: Luis Carvajal Basto
Deben tomarse todas las precauciones para que la acidez del debate político no afecte temas de Estado como las Instituciones, el control de la inflación, la inversión y el empleo.

El entorno económico mundial en 2010 se presenta como uno en que las economías en crecimiento o emergentes van a obtener mejores resultados que las avanzadas, apenas saliendo de la crisis. Se espera un crecimiento liderado por China, India y Brasil. El pronóstico para América Latina es del orden del 4% del PIB.

En Colombia, las autoridades y el Banco de la República han obrado con prudencia y los resultados están a la vista, manteniendo una tradición de décadas en el manejo técnico de los asuntos económicos. El mayor éxito, sin duda, ha sido el control de la inflación, que es el peor impuesto para los pobres y para todos.

Sin embargo, existen tres asuntos a los que se debe prestar especial atención en 2010: la oferta de productos agrícolas, el manejo de las tasas de interés y la influencia del debate electoral en la confianza de consumidores e inversionistas.

El sector agropecuario, fundamental en la estabilidad de precios, presentó en 2009 una excelente oferta de alimentos reflejada en la baja de costes de productos como el arroz. Puede decirse que por la misma razón muchos productores no salieron bien librados, no sembraron y se puede pronosticar escasez, con la consecuente alza en 2010.Esto, sin considerar los efectos del intenso verano.

Algo similar ocurre con productos como la soya y el maíz, ligados a las importaciones de Estados Unidos y Canadá con productores subsidiados allí; un manejo monopólico de los precios ha desestimulado la oferta. Las autoridades deben promover las siembras con subsidios, prestamos favorables y, en casos excepcionales, control de precios y márgenes de intermediación.

Por su parte, la baja en las tasas de interés no se siente aún por inversionistas y consumidores. El diferencial entre captación y colocación por parte de las entidades financieras, a pesar de encajes y gastos, podría disminuirse incentivando la demanda de crédito y aumentando los volúmenes , lo cual permitiría a los bancos mantener los márgenes de utilidad pero dinamizando demanda y empleo.

Sin embargo, el asunto más delicado para nuestra economía en 2010 tiene que ver con la estabilidad política y la seguridad jurídica indispensables para mantener la confianza. Que la contienda electoral no devenga en canibalismo y se respete el fuero de los temas de Estado y las Instituciones. Ya en 2008, empezando a sentirse los efectos de la crisis mundial, no faltaron quienes, buscando dividendos políticos, quisieron crear en la opinión un clima artificial de caos.

Las elecciones Presidenciales, independientemente de la reelección, nos van a mostrar de nuevo políticos dispuestos casi a cualquier cosa para acceder al gobierno y no es descabellado pensar en la necesidad de un pacto por la estabilidad Institucional y económica respetado por los partidos y fuerzas políticas. Con el bienestar de la gente y las Instituciones debemos ser más que responsables.

No van a alcanzar consignas como “no a la reelección”, “contra Uribe todo vale” o “todos contra Uribe” como sustitutos de programas de gobierno. Cabe esperar que luego del fallo en derecho de la Corte Constitucional, las ofertas políticas a los electores alcancen un nivel más alto y que, en todo caso, los candidatos renuncien a las campañas negativas, inútiles por cierto, aunque a veces rentables en el corto plazo, y propongan caminos concretos y factibles para que los colombianos vivan mejor. Entre tanto, al gobierno le corresponde gobernar.

No hay comentarios: