miércoles, 12 de septiembre de 2007

La Alcaldía de Bogotá Depende de la Estrategia

La Alcaldía de Bogotá depende de la estrategia
Ante la situación de "voto finish" que muestran las encuestas, la elección se definirá por los aciertos y errores de los candidatos, de hoy en adelante. Una cosa es gobernar y otra, ganar elecciones.

Luis Carvajal Basto
El Espectador
viernes, 31 de agosto de 2007

El debate por televisión de algunos candidatos a la Alcaldía dejó mas dudas de las que aclaró. Aparte de que la cosa es entre Samuel y Peñalosa y que los temas programáticos fuertes son seguridad; movilidad y ambiente, poco. Peñalosa se ve como un candidato con oficio y perfil técnico. Con logros para mostrar y errores para esconder. Pero lo peor de todo es su pésima imagen. El negativo que se observa en las encuestas realizadas, así lo demuestra. Los dos meses que faltan para la elección parecen breves para revertir esa tendencia. Su eslogan de campaña:"mejor Peñalosa" parte del supuesto equivocado de que los electores deciden por descarte. Mal. Además, ha jugado descuidadamente sus cartas políticas. Aparte de Cambio Radical, que tiene maquinaria y opinión en Bogotá, sus apoyos fuertes son los Concejales Liberales (100000 votos no endosables) y un sector de la" U "mas asociado con la maquinaria, pero que en Bogotá no tiene ninguna. El sector de "voto de opinión", Parodi, Benedetti etc., no se pronuncia y cuando lo hace, es para decir que no lo apoya. Puede decirse que se ha quedado más con el "pecado" que con el género.Difícil.Por demás, el Uribismo en Bogotá es voto de opinión que difícilmente va a asociar a un Peñalosa que sale y entra del Liberalismo, dependiendo de y que no se muestra como alternativa del Polo, al cual no ha confrontado. Por tratar de ser el candidato de "todos", puede terminar siendo el de una minoría. A medida que se apriete la elección eso puede desdibujar su candidatura. Por su parte, a Samuel le ha alcanzado hasta hoy con su imagen fresca y simpática, que no genera resistencias, para subir en las encuestas. No ha necesitado acreditar experiencia en Gestión Publica, como en su momento no la necesitó Garzón para ganar. Sin mostrarse como un candidato" excluyente"(de manera inteligente no se ha mostrado como del Polo ) o elitista, su imagen se asocia mas con el voto de opinión. Pero tiene la Maquinaria que le dan tres años de Gobierno de sus copartidarios y sectores Liberales, hoy por fuera del Partido. No se puede desestimar, tampoco, que en los estratos medios y altos no le va mal. Pero si quiere subir puntos y ganar, le conviene no controvertir en público, por que no lo necesita. Y dejar de ser el candidato del "yo no"( yo no fui el de las losas defectuosas y costosas de transmilenio, yo no puse los bolardos que afectaron al Comercio, yo no quiero acabar con el Automóvil Particular, yo no voy a colocar nuevos peajes etc.). Debe proponer en positivo, para consolidar su opción de la 26 hacia el Norte, e impactar unos electores que se preocuparán más, a medida que se acerque la elección, por Seguridad, Movilidad, calidad de vida y su Bolsillo (impuestos). De la estrategia con que se apuesten las cartas que faltan por jugarse en esta campaña, que son todas o por lo menos las decisivas, dependerá el próximo Alcalde. Los candidatos, como se sabe con innumerables estudios realizados, deben preocuparse por la percepción de los ciudadanos y la forma como en adelante, sus hechos los de sus amigos y contradictores y otros factores asociados, afecten su imagen. Menos por las maquinarias que en una urbe y en una sociedad mediática e informada, deciden mas bien poco.¿ quien resultará mejor estratega? Coletilla: El mérito de Jorge Leyva, quien a diferencia de otros candidatos minoritarios ha jugado por la opción digna de representar a su partido de origen. La suya tampoco parece una candidatura para cambiarla por puestos apoyando algún candidato fuerte si la elección se hace más difícil, como ha ocurrido en el pasado y como con seguridad, ocurrirá ahora. En la adversidad y aunque no lo inviten a los debates, notable lo de Jorge Leyva.

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